Un sismo de 5,7 grados de magnitud sacudió ayer Wellington, la capital de Nueva Zelanda, sin que las autoridades hayan informado hasta el momento de víctimas ni daños materiales.

El temblor, que se registró a las 9.06 hora local (21.06 gmt del jueves), tuvo su hipocentro 30 kilómetros al este de la localidad de Seddon y a una profundidad de 8 kilómetros, según datos de la organización neozelandesa GeoNet, que calificó este movimiento telúrico de "severo".

Tras este sismo se han sentido en Wellington varias réplicas, la mayor de ellas de 3,9 grados de magnitud.

Una portavoz del Servicio contra Incendios dijo que no se han reportado hasta el momento daños en Wellington a raíz de este sismo que sacudió los edificios de la ciudad durante unos 30 segundos, informó el portal del diario "New Zealand Herald".

En febrero de 2012, un terremoto de 6,3 grados dejó cerca de 170 víctimas mortales en la ciudad neozelandesa de Christchurch, una de las peores catástrofes naturales ocurridas en el país oceánico.

Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra cerca de 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente intensidad como para ser percibidos.