• Barack Obama ha tenido que modificar su agenda y no saldrá de casa
  • La sensación térmica en Nueva York es de 23 grados bajo cero
  • Más de 2.300 vuelos se han cancelado y muchos colegios están cerrados

El Gobierno de Estados Unidos ha cerrado este martes sus oficinas en Washington, la Casa Blanca ha suspendido los actos públicos de Barack Obama y se han cancelado más de 2.000 vuelos en los aeropuertos de Nueva York, Boston o Filadelfia por un nuevo temporal de nieve que azota la costa este de EE.UU.

En la capital estadounidense las agencias federales, organismos internacionales y escuelas han cerrado sus puertas ante las previsiones de nevadas copiosas ininterrumpidas a lo largo de todo el día, y los camiones de sal han rociado el centro de la ciudad para evitar que se hiele el asfalto.

En Nueva York la nieve cae a primera hora de la mañana. Se espera que la temperatura mínime ronde los 16 grados bajo cero y la máxima no supere los siete bajo cero.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, se alcanzará una acumulación de entre 7 y 22 centímetros de nieve en los estados de Virginia, Virginia Occidental y Massachusetts. Y se espera una bajada de temperaturas de entre 10 y 25 grados.

El aeropuerto internacional de Chicago ya ha cancelado alrededor del 5% de sus vuelos, mientras que en Washington y Nueva York las cancelaciones ascienden al 25 %, según la página de internet especializada en tráfico aéreo flightaware.com.

El temporal cambia la agenda de Obama

Incluso la agenda del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha visto trastocada por las inclemencias meteorológicas y ha tenido que retrasar una de sus reuniones programadas para este martes, según ha detallado la Casa Blanca, que ha cancelado la rueda de prensa diaria de su portavoz .

Y en la vecina Nueva Jersey, el gobernador republicano, Chris Christie, también ha anunciado la cancelación de la fiesta prevista para celebrar su toma de posesión en la isla de Ellis.

Este temporal de aire polar es una repetición de la ola de frío que se apoderó de gran parte de Estados Unidos a principios de año. Entonces, el frío y la nieve paralizaron el transporte aéreo y por carretera, las bajas temperaturas batieron récords y al menos 15 personas murieron.