En una rueda de prensa, en la que también participó el secretario de Defensa, Chuck Hagel, Dempsey dijo que los bombardeos aéreos no serán suficientes para desarticular al EI en Siria.
"Para capturar el terreno perdido debemos establecer campos de entrenamientos, líderes militares y establecer una estructura política que los sostenga y eso va a llevar tiempo", subrayó el general, citado por Efe.
Comentario: Es decir... "debemos instalar ahí un gobierno que favorezca nuestros intereses para que nosotros podamos combatir el terrorismo que nosotros mismos creamos... para poder justificar que tenemos que intervenir..." ¿No les parece que esta narrativa es demasiado repetitiva y totalmente incoherente?
Hagel reconoció que, de momento, no hay un líder claro que agrupe a esta milicia moderada que Estados Unidos quiere comenzar a entrenar en Arabia Saudí, con una primera ronda de 5.000 combatientes listos para recuperar terreno en Siria en un año aproximadamente.
"Estamos comenzando el proceso de elección (de opositores moderados), la elección de un líder es una decisión que ellos mismos deberán tomar", explicó el titular de Defensa.
Asimismo, Dempsey reiteró que, si lo considera necesario en la campaña de bombardeos que Estados Unidos lidera en Irak y Siria contra el EI, recomendará al presidente estadounidense, Barack Obama, que se desplieguen asesores militares en las primeras líneas, pese a que la Casa Blanca ha descartado tropas de combate en estas operaciones.
El general señaló que necesitarán una fuerza de combate sobre el terreno en Siria e Irak, pero esta "idealmente" debe estar compuesta por efectivos iraquíes, kurdos o, en el caso sirio, por una oposición moderada al régimen de Bashar al Assad, que objetivamente se encuentra debilitada.
Comentario: La incoherencia de Estados Unidos ya no tiene límites y, claramente, o no pueden conectar dos neuronas para aprender del caos que desataron al entrenar a "rebeldes moderados", o bien, les resulta más conveniente repetir la experiencia ya que es su manera de justificar el derrocamiento de líderes locales que no se someten a su codicia insaciable. Además, como lo expresó Lavrov en la Asamblea General de la ONU, la dimisión de Asad, exigida por Occidente y la oposición siria, no ayudará a resolver la crisis en el país árabe y llamó a manejar el asunto "con profesionalismo, dejando a un lado las simpatías y las antipatías personales".
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