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© Primera Hora/Olimpo Ramos
"No creía en platillos voladores, hasta que vine a Puerto Rico y vi uno".

Ése fue el relato que hizo, Dionisio Grullón Grullón, natural de Santiago de los Caballeros en la Republica Dominicana y residente en Brooklyn NY, y quien viajó a Mayagüez a pasar las navidades con la familia de su esposa Gilda.

Sostuvo que en la madrugada del viernes 7 de enero, se encontraba en el balcón de la residencia en el sector Liceo Arriba de Mayagüez, porque hacía mucho calor, cuando asegura que tuvo contacto visual con un ovni, (platillo volador) que se posó por varias horas en el cielo.

"Ver para creer, nunca se me había presentado una cosa como esa, no creía en eso para nada. Oía a la gente hablando de eso, pero no creía, para nada", dijo el hombre acompañado de su cuñado, Rafael Bonilla Mercado, quien asegura que también observó el objeto volador no identificado.

Aseguró que tras haber visto con sus propios ojos, lo que entiende era "un platillo volador" no le cabe la menor duda de que los mismos existen, "ahora sí que creo".

"Fue una luz bastante grande, que se apareció a las cuatro de la mañana y no fue hasta eso de las siete y media, unas tres horas y media después, cuando ya había aclarado, que desapareció", detalló Grullón.

El hombre aseguró que cuando comenzó a moverse hacia arriba en el cielo, tardó una media hora hasta que finalmente desapareció por completo.

"Era como esas luces que colocan donde hay construcciones, bien intensa, que alumbraba el balcón completo y me sorprendió. En principio me asusté, pero después cogí confianza y hasta busqué una pequeña cámara que tengo y lo retraté", explicó Grullón sobre las fotos que tomó del avistamiento.

Indicó que no fue hasta las siete de la mañana, cuando ya estaba cansado de mirar hacia el cielo, cuando el objeto volador no identificado comenzó a desaparecer de manera lenta.

"Cuando comencé a tirarle fotos, me enfocó a mí, luego cambió y cuando seguí tirando fotos, volvió y me enfocó, pero se mantenía fijo, ni subía, ni bajaba, solamente cuando desapareció de manera lenta", recordó.

En principio, Grullón aceptó que los nervios lo traicionaron y que se asustó, pero después cogió confianza. "Me quedé tranquilo, porque vi que no me hacía nada, sólo que me miraba y me quedé lo más tranquilo", añadió.

Según el testigo del suceso, su vida ha cambiado por completo porque ahora puede dar fe de que los "platillos voladores existen", algo que nunca pasó por su mente y hasta se reía cuando hablaban de ese tema. Ahora se propone tan pronto regrese a Brooklyn, en los próximos días, compartir esa experiencia que tuvo con otras personas que le aseguraban que los "platillos voladores" existían y a quienes él les decía que no.

"Voy a revelar las fotos, para enseñarle a la gente que sí existen, para que vean, porque tuve que venir a Puerto Rico, para saber que no era una broma. En mis 50 años jamás me imagine que habría de ver algo así", añadió Grullón que fue maletero en el aeropuerto La Guardia.

Su cuñado Rafael Bonilla dijo que también fue testigo visual de lo que vio Dionisio y lo comparó con la altura que observa en el aire el aerostato que se estableció en Lajas en la década del noventa, para mantener vigilado el espacio aéreo de Puerto Rico.

"Se veía como a la distancia del aerostato que desde Mayagüez, se observa allá en Lajas, pero no me asusté, porque yo escucho que en esta zona aparecen ovnis, aunque nunca había vista nada", dijo Bonilla Mercado.