"Es probable que no vayamos a tener mucha información, tiempo para planificar", dijo el meteorólogo Matt Mosier.
En total, casi 50 millones de habitantes están en riesgo, desde el Río Bravo en el sur de Texas hasta Omaha, Nebraska, y el oeste de Missouri, Arkansas y Iowa.
Las zonas costeras del este del país, que incluyen Washington, D.C., Filadelfia y Baltimore, están en peligro de sufrir fuertes vientos y torrenciales lluvias. También se anticipan tormentas en Delaware, Maryland y Pennsylvania, donde se celebran el martes las elecciones primarias.
Algunas escuelas en la zona de Oklahoma City cerraron por el día. El distrito dijo en un comunicado que la integridad y seguridad de su personal y cuerpo estudiantil es su máxima prioridad, y que había actualizado sus medidas de seguridad tras el paso de un tornado hace tres años que mató a siete niños.
Las autoridades de las escuelas de Oklahoma City, incluso las de la Universidad de Oklahoma, estaban reunidas para determinar los pasos a seguir. Otras escuelas cancelaron sus eventos para la tarde y noche debido a que es entonces cuando se espera lo peor de la tormenta.
En años recientes ha mejorado la tecnología para pronosticar este tipo de fenómenos con mayor precisión y mayor antelación, pero Mosier advirtió que no siempre se cumplen los pronósticos.
"Nunca es fácil predecir fenómenos como tornados", explicó Mosier. "Estamos tratando de ser lo más preciso posible".
Se recomienda que los habitantes de la zona se resguarden en su casa y no manejen en condiciones adversas, advirtió Mosier.
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