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Más de 300 renos fueron hallados muertos por un relámpago en la región noruega de Hardangervidda. Los animales fueron descubiertos por un trabajador de la Agencia Ambiental Noruega (SNO). "Los renos estaban sin vida en un área de 50-80 metros de diámetro", según informó Knut Nylend, de la SNO, a la agencia noruega NRK. De acuerdo con el medio, en la tormenta eléctrica murieron 323 animales, incluidos 70 becerros.


Según Nylend, la muerte de renos por rayos no es inusual. "Jamás habíamos conocido semejantes cifras", admitió, sin embargo. Además, el personal de la Agencia Ambiental Noruega está trabajando en el lugar del accidente, tomando muestras de los cuerpos y la sangre de los animales muertos. Luego, mediante varias pruebas, se examinará la así llamada caquexia crónica (CWD, por sus siglas en inglés) —encefalopatías espongiformes transmisibles que afectan a los cérvidos—, encontrada en los renos noruegos a principios de este año.

"Vamos a aprovechar esta oportunidad para comprobar si había animales infectados", subrayó Nylend.
Los animales infectados por la caxequia crónica muestran un comportamiento anormal, desarrollan pérdida de peso crónico, y mueren. Los síntomas incluyen decaimiento, expresión facial en blanco, rechinar de dientes, pérdida de apetito, orejas caídas y un caminar en patrones repetitivos. La enfermedad fue descubierta por primera vez en 1967 y, desde entonces, ha sido detectada en 22 estados y provincias canadienses y también de EEUU, incluyendo Pennsylvania, Nueva York, West Virginia y Maryland.

Miles de renos migran a través de la meseta de Hardangervidda —la más grande en Europa— al cambiar las estaciones. El Parque Nacional de Hardangervidda cuenta con más de 10.000 renos salvajes.