En estas comunidades, el menor es involucrado en una especie de juego en el que un 'mentor' le asigna tareas. Durante 50 días, el niño es empujado paso a paso a quitarse la vida.
Adolescente en la computadora
© Imagen ilustrativa - Getty ImagesNiños y adolescentes son persuadidos para quitarse la vida
El peligroso fenómeno de los llamados 'grupos de la muerte' en las redes sociales, que inducen a los menores al suicidio, fue revelado por los medios rusos el año pasado y tuvo una amplia repercusión. Ahora se registra una nueva ola de proliferación de este tipo de comunidades, hasta el punto que las autoridades rusas han alertado de una guerra contra los niños.

Cómo empezó y de qué se trata

El tema de los 'grupos de la muerte' en las redes sociales salió a la luz en mayo de 2016 gracias a una investigación publicada en el diario ruso 'Nóvaya Gazeta'.
  • La autora del artículo, Galina Mursalíeva, contabilizó 130 casos de suicidios de niños en Rusia entre noviembre de 2015 y abril de 2016.
  • Al menos 80 de estos menores estaban en lo que denominó "grupos de la muerte" en VK, la red social más popular de Rusia. Estas comunidades, administradas por adultos, presuntamente inducían al suicidio a menores de edad sin que sus padres se dieran cuenta.
  • La periodista reveló la existencia de unos 1.500 de estos grupos en VK.
El artículo se basó, entre otras cosas, en los datos proporcionados por Irina —una mujer cuya hija de 12 años era miembro de una de estas comunidades y murió tras saltar desde el 14.º piso de un edificio— y otros padres de menores que realizaron su propia investigación creando cuentas falsas en las redes para seguir los pasos de los adolescentes.

Cómo funciona

En el marco de la investigación, se descubrió que los grupos funcionan como una secta, empujando a los menores al suicidio de manera "sistemática" y "consistente". Actúan teniendo en cuenta las preferencias e intereses de los adolescentes, utilizando el lenguaje que emplean y la cultura que les gusta.

El menor es involucrado en una especie de juego en el que un 'mentor' le asigna tareas, como por ejemplo cortarse la piel de la mano dejando marcas o dibujos. Durante 50 días el niño o el adolescente es persuadido paso a paso a quitarse la vida, y en la parte final se le dan las instrucciones sobre cuándo y cómo suicidarse.

Este 'juego' es a menudo llamado 'el juego a las ballenas', puesto que estos animales se quedan varados en la costa y se suicidan, por lo que han dado nombre a muchas de estas comunidades ('Ballenas voladoras', 'Mar de ballenas', 'Ballenas cósmicas', etc.) y se han convertido en un símbolo para los niños y los adolescentes que piensan en el suicidio.

Las 'ballenas' vuelven

Según los datos del portal Meduza, desde el comienzo de 2017 el interés hacia el tema se ha disparado en Internet, lo que se refleja, en primer lugar, en el aumento de mensajes e imágenes con etiquetas relacionadas con ballenas y otras también vinculadas a los 'grupos suicidas'. Además, ahora no solo aparecen en VK, sino también en Instagram.

Por otro lado, 'el juego mortal' ha traspasado las fronteras de Rusia, involucrando a menores de Kirguistán, Kazajistán y Ucrania, según ha confirmado la senadora del Consejo de la Federación de Rusia, Yelena Mizulina.

Respuesta de las autoridades

En respuesta a estas informaciones, la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento ruso) ha preparado un proyecto de ley sobre la introducción de la responsabilidad penal por inducir a un niño a cometer suicidio, según ha informado la vicepresidenta de este organismo, Irina Yarovaya.

La diputada ha señalado que 820 menores se suicidaron en 2016 en Rusia, y ha alertado de "una guerra contra los niños, una verdadera actividad criminal muy bien pensada, organizada, deliberada y que tiene consecuencias".

Por su parte, Yelena Mizulina ha informado de que prepara una solicitud formal dirigida al fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, para investigar los "grupos suicidas para adolescentes" en las redes sociales.

Entretanto, las redes sociales están tratando de luchar contra el 'juego' por su cuenta bloqueando las etiquetas y los grupos sospechosos y redirigiendo a los que intentan entrar en ellos a páginas de asistencia psicológica.