Lo de las noticias falsas de la Casa Blanca con respecto a las de la CNN, es lo que se conoce como cuando "el alumno supera al maestro". Porque la fantasía, como si saliera de una lámpara mágica, ya cobró vida propia en Ein Tarma, cerca de Guta, al Este de Damasco.
A un plan que comenzó en su primera etapa con una declaración en la Casa Blanca, le siguió la que tiene asiento ya en terreno sirio. Como si todo fuera de lo más normal, este sábado el mes de julio arrancaba con otra acusación por parte de la oposición apoyada por EEUU, acerca de un presunto nuevo ataque químico del Gobierno legítimo de Bashar Asad.
Algo de lo que el Gobierno ruso ya había alertado, después de las declaraciones de la Casa Blanca acerca de su certeza de un próximo ataque con armas químicas por parte de Damasco.
Comentario:
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"Como ya habíamos advertido hace unos días, ha comenzado la campaña de propaganda sobre 'el uso de armas químicas por parte de Damasco'. Se ha dado inicio", escribió en su perfil de Facebook este domingo María Zajárova, la portavoz de la Diplomacia rusa.
Así, Zajárova publicó la captura de pantalla de un reciente vídeo de afectados por, según se sostiene, un "ataque con gas cloro del Gobierno" contra Guta, al este de la capitalina ciudad de Damasco.
"Habrá más videos así, y de diferentes niveles de calidad: desde los de mala calidad como este, hasta los del nivel de Hollywood", recalcó la diplomática.
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Y antecedentes precisamente no faltan para respaldar los dichos de la funcionaria. Basta recordar la película "La cortina de humo", del año 1997, en lo que es casi una crítica de Hollywood a las manipulaciones de los mandatarios norteamericanos.
El film, basado en una novela de Larry Beinhart, trata sobre un asesor de la Casa Blanca que contrata a un excéntrico productor de Hollywood para inventar una guerra con un lejano país, transmitirla por televisión, y distraer así al público estadounidense de un escándalo sexual que involucra al presidente. Cualquier parecido de la cinta con la realidad, no es pura coincidencia, pues su estreno coincidió con el punto más álgido del Caso Lewinsky, y una nueva intervención de EEUU en el Golfo Pérsico.
Esto habla a las claras de la vasta trayectoria del país norteamericano en este tipo de actividades, en las que se reconocen y se retratan a sí mismos. Y vuelven a hacerlo.
Se trata claramente de un guion que se está siguiendo al pie de la letra, sin saltearse ni una coma, ni un punto, y con una puesta en escena con estreno simultáneo a nivel mundial.
El columnista de Sputnik y exdirector de Euronews Luis Rivas explica al respecto que "parece una operación más de la burda propaganda de Hollywood". Y esto es muy sencillo de entender, según explica la secuencia el periodista: "los vídeos (sobre el presunto ataque en Ein Tarma del pasado sábado) siguen a una declaración (de la Casa Blanca sobre el ataque químico que presuntamente estaba preparando Damasco)".
"Es una propaganda clásica de EEUU", puntualiza Rivas. "Primero lanzar la noticia de un posible ataque, después lanzar los vídeos. (...) Hacía falta alentar a la opinión pública, nacional e internacional, con nuevos vídeos y nuevos posibles ataques y utilización de armas químicas del Gobierno sirio".
"¿Por qué armas químicas?", se pregunta Luis Rivas. "Porque desde un punto de vista de la imagen es lo que hace más daño a la sensibilidad de los televidentes de Occidente, ver a gente agonizando, a niños agonizando por la supuesta utilización de armas químicas, es lo que más impacto produce, y es por eso que se utiliza", explica el periodista.
Comentario: Una vieja estrategia que EEUU ha usado desde Pearl Harbor - pasando por el 11-S, que impulsó las injerencias ilegales en Irak, Libia, Irak, Siria... - para impulsar sus objetivos a través de la manipulación de la opinión pública. Propaganda falaz que pocos estadounidenses cuestionan pero que cala hondo, ya que apela a los instintos más básicos.
Es interesante notar como los medios masivos de comunicación en EEUU han sido evidenciados varias veces publicando noticias falsas y mentiras sin fundamento, y aún así, un grueso importante de la población todavía se cree sus mentiras. Es realmente escalofriante ver la eficacia de los métodos de la élite para "imponer su realidad".