En un artículo sobre el lanzamiento de la vacuna del COVID, la CNN dice que los estadounidenses no deben alarmarse si la gente comienza a morir después de recibir la vacuna porque "pueden ocurrir muertes que no necesariamente tendrán nada que ver con la vacuna".
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"Cuando las vacunas empiecen a llegar a los brazos de los residentes, Moore dijo que los estadounidenses necesitan entender que pueden ocurrir muertes que no necesariamente tendrán que ver con la vacuna",indica el informe.
"No nos sorprendería en absoluto ver, por coincidencia, que la vacunación ocurra y que luego alguien fallezca poco después de recibir la vacuna, no porque tenga algo que ver con la vacunación, sino simplemente porque ese es el lugar donde reside la gente al final de sus vidas", dijo Moore.Luego dijo que los estadounidenses no deberían alarmarse al ver que la gente muere un día o dos después de recibir la vacuna del COVID.
"Una de las cosas que queremos asegurarnos que la gente entienda es que no debe alarmarse innecesariamente si hay informes, una vez que comencemos a vacunar, de que alguien o múltiples personas mueren dentro de un día o dos tras su vacunación y son residentes de un centro de atención a largo plazo. Eso sería algo que esperaríamos, como algo normal, porque la gente muere frecuentemente en las residencias de ancianos".Mientras que las muertes en las casas de cuidado por parte de personas que toman la vacuna son descritas como normales y nada que ver con la vacuna, algunos sugerirían que se podría emplear el mismo argumento sobre las muertes de aquellos con múltiples comorbilidades en las casas de cuidado que fueron atribuidas al COVID.
Muchos lo han hecho y se les ha vilipendiado por ello.
Y para no contradecirla sra moore, así, con minúsculas, estaremos de acuerdo con lo que usted pregona. Cierto que los ancianos algún día mueren. Y para que no caigamos en el “error” de creer que se trató de un efecto deletéreo de la vacuna, será mejor dejar a esos ancianos que fallezcan cuando, como usted dice, sea natural que los veamos morir, y evitemos esa “coincidencia” de vacunarlos (pues usted afirma que son más débiles), para evitar las típicas suspicacias del sentido común.