El gobierno de Biden ha incluido un mecanismo de imposición de las vacunas en el "Proyecto de ley Build Back Better", de 3,5 billones de dólares y 2.465 páginas, que permitirá al gobierno aplicar multas a los empresarios cuyos empleados no se vacunen.
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El aumento de las multas a los empresarios podría ascender a 70.000 dólares en caso de infracciones graves, y a 700.000 dólares en caso de infracciones intencionadas o reiteradas, una cantidad que puede aplicarse a cada caso de infracción y no a un límite total.
Si se promulga la ley, las multas podrían llevar rápidamente a quebrar a las empresas cuyos empleados no estén vacunados, obligando de hecho a aquellas a cumplir con la campaña de inoculación de Biden.
Se produce después de que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) publicara este verano una norma de emergencia sobre la Covid-19 en el Registro Federal, que añadía la Covid-19 a una lista de posibles riesgos laborales para el empleo en el sector sanitario.
La presidenta Nancy Pelosi aún no ha anunciado cuándo votará la Cámara de Representantes el proyecto de ley de conciliación que incluye el nuevo mecanismo de aplicación de la vacuna.
El jueves 9 de septiembre, Biden anunció que las empresas con 100 o más empleados deben garantizar que todos los trabajadores estén totalmente vacunados o se sometan a pruebas al menos una vez a la semana, o se enfrentarán a multas de miles de dólares.
También exigió que todos los trabajadores de los centros sanitarios que reciben reembolsos de Medicaid o Medicare (aproximadamente 17 millones de personas) se vacunen, y firmó una orden ejecutiva que exige a todos los trabajadores y contratistas federales que se vacunen.
Ahora, el aumento de las multas incluido en el nuevo proyecto de ley formula la última parte de la campaña del Presidente para conseguir que 100 millones de empleados de todo el gobierno federal y del sector privado se vacunen.
Cualquier empresa que infrinja la norma puede ya enfrentarse a importantes multas de hasta 14.000 dólares por incidente, pero la legislación que se ha incluido en el nuevo proyecto de ley de 3,5 billones de dólares podría elevar las multas por incumplimiento diez veces más, con un límite de hasta 700.000 dólares por cada infracción "intencionada" o "repetida", según Forbes.
Un alto funcionario de la administración lo describió como un plan "agresivo y exhaustivo" para luchar contra la Covid como parte de su misión de "vacunar a los no vacunados".
Comentario: Es más bien coercitivo, ejemplarizante. Es propio de una mentalidad totalitaria.
El funcionario estimó que casi 80 millones de estadounidenses son susceptibles de recibir la inyección pero no lo han hecho.
Además, los cerca de 300.000 educadores de los programas de educación infantil estarán obligados a vacunarse.
"Es sencillo: si quieres trabajar para el gobierno federal, debes estar vacunado. Si quieres hacer negocios con el gobierno, debes vacunar a tu personal", dijo el alto funcionario de la administración.
Las negociaciones sobre el proyecto de ley de gastos de 3,5 billones de dólares, que contiene medidas progresistas como programas de apoyo social e inversión en energía verde, están en curso.
En la votación de la Comisión de Presupuestos del lunes, el proyecto de ley fue aprobado por un estrecho margen de 20 votos a favor y 17 en contra, y el representante demócrata Scott Peters de California se unió a los republicanos para votar en contra del proyecto.
Los demócratas han estado luchando por aprobar la agenda económica del presidente Joe Biden, incluido el enorme proyecto de ley de impuestos y gastos que ampliaría las ayudas a la educación, la sanidad y el cuidado de los niños, abordaría la crisis climática y haría más inversiones en infraestructuras.
El proyecto de ley ha suscitado preocupación entre los moderados, a quienes les preocupa que algunas de las medidas, incluidas las relativas a los precios de los medicamentos y el clima, vayan demasiado lejos, pues los progresistas dicen que ya se han comprometido lo suficiente. Los republicanos están unidos en su oposición.
Mientras tanto, en el estado de Nueva York, cientos de trabajadores sanitarios han sido suspendidos o despedidos tras la entrada en vigor esta semana de la rigurosa obligación de vacunación Covid, lo que ha provocado una escasez de personal que ha llevado a algunos hospitales a posponer cirugías electivas o a reducir sus servicios.
El departamento de salud del estado de Nueva York emitió el mes pasado una orden por la que se exigía que todos los trabajadores sanitarios recibieran al menos su primera vacuna Covid-19 antes del 27 de septiembre, lo que desencadenó la prisa de los hospitales por inocular a sus empleados.
El martes, una serie de funcionarios de varios hospitales de todo el estado anunciaron que decenas de trabajadores habían sido suspendidos o despedidos, lo que supone cientos de ellos en todo el estado.
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