Lo que hacemos en vida, lo pagamos en vida y vaya que esto resultó ser verdad para un apurado conductor en un estacionamiento. Y es que aunque a veces el karma puede tardar años en devolver lo sembrado, no fue así para este intrépido e irresponsable automovilista.
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© Pixabay/ Free-Photos
En las imágenes se ve claramente cómo este chofer decide no esperar por un lugar para estacionar y simplemente se adelanta a otro vehículo que se estaba acomodando para poder aparcar en dicho espacio.

Sin embargo, la velocidad a la que iba para robarle el puesto al otro coche le jugó una mala pasada, ya que condujo directamente hacia el muro del estacionamiento, que fue lo que efectivamente lo frenó.


Definitivamente, las cosas se pueden salir de control en un estacionamiento, que puede poner a prueba la paciencia incluso de la persona más calmada. Pero este conductor aprendió de una muy mala manera que la paciencia es una virtud y que jugarle una mala pasada a un compañero automovilista puede salir muy caro.