El estrés diario, el trabajo o incluso la situación política internacional no parecen afectar a los mininos, acostumbrados a vivir solo de los placeres cotidianos.
gato cat
© Pexels / David SavochkaImagen ilustrativa
Uno de estos placeres es dejarse consentir por su dueños — ¿o esclavos? — , quienes son capaces de gastar más en comodidades para sus adorables mascotas que para sí mismos.

En la grabación, vemos cómo un gato disfruta de esta dolce vita. Su humano le masajea la cabeza con un aparato profesional, mientras él se relaja y se olvida de todo el estrés del día a día.

Sin duda alguna los felinos son los mejores maestros para aprender a disfrutar de la vida sin complicaciones.