Traducido por el equipo de SOTT.net

Los altos cargos de la UE hicieron gala de sus dotes revisionistas mientras Rusia conmemoraba el 78º aniversario de la derrota de la Alemania nazi.
President of the European Commission Ursula von der Leyen
© Roman Pilipey / Getty ImagesLa presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habla durante su rueda de prensa conjunta con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, el 9 de mayo de 2023 en Kiev, Ucrania.
El día en que Rusia conmemoraba la victoria de la Unión Soviética y sus aliados occidentales sobre la Alemania nazi, la presidenta no electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pensó que sería una buena idea desplazarse a Kiev, donde los neonazis han resurgido recientemente en Europa.

El "Día de la derrota nazi" es una extraña ocasión para que una figura occidental vaya a elogiar a Ucrania como "el corazón palpitante de los valores europeos actuales", teniendo en cuenta que el país integró a combatientes neonazis en el ejército y contó con la colaboración de países occidentales para entrenarlos y equiparlos. Quizás los Juegos Olímpicos de París del año que viene puedan introducir un nuevo evento para que la Reina Úrsula muestre sus habilidades de gimnasia mental de clase mundial.

A continuación, Von der Leyen elogió al Presidente ucraniano Vladimir Zelensky por rebautizar el 9 de mayo como Día de Europa, al igual que en la Unión Europea, donde los países celebran el Día de la Victoria el 8 de mayo, fecha a la que Zelensky también trasladó el Día de la Victoria este año. De repente, el Día de la Victoria en Ucrania quiere autoidentificarse como Día de Europa y ya está hecho de un plumazo.


Comment: Rebautizaron el 9 de mayo como Día de Europa porque el "Día de la derrota nazi" no les suena muy aceptable porque ellos son los nazis de hoy. No pueden celebrar el día en que sus "maestros" y antepasados fueron derrotados, por eso rebautizaron esta importante fecha de la historia moderna.


Los líderes europeos trataron el Día de la Victoria en Rusia como si fuera el cumpleaños de un ex que vive a tiempo completo y sin pagar alquiler en sus cabezas. Hablando en el Parlamento Europeo, el canciller alemán Olaf Scholz dijo que
"A 2.200 kilómetros al noreste de aquí, en Moscú, Putin hace desfilar hoy a sus soldados, tanques y misiles. ¡No nos dejemos intimidar por tales manifestaciones externas de poder!"

Comment: Cuando EE.UU. bombardeó Yugoslavia, ¿no fue una manifestación de poder? Destruir Afganistán, Libia, Siria y muchos otros países del norte de África y Oriente Medio, ¿qué fue? ¿Manifestación de poder brutal o algún tipo de misión humanitaria que lleva la "democracia" a estos países?

Qué mentiras e hipocresía de los títeres en el poder en la "moderna y democrática" Unión Europea.


Claro, porque el Presidente ruso Vladimir Putin estaba completamente tratando de asustar a Scholz y en absoluto simplemente organizando una conmemoración histórica anual de los 78 años de la victoria del Ejército Rojo sobre el fascismo. Tal vez si la gente se siente lo suficientemente intimidada por un desfile ceremonial, se olvidarán convenientemente de la Alemania nazi.

Mientras tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, publicó en Twitter una larga oda a Europa en la que confundía la ambición declarada con la realidad.
"Durante la pandemia, fueron nuestras democracias las que tomaron las medidas necesarias para proteger a nuestros ciudadanos más vulnerables. Fueron nuestras sociedades abiertas las que recurrieron a la ciencia para desarrollar, fabricar y suministrar vacunas a todo el mundo,"
dijo Macron, celebrando las inyecciones que permitieron a la gente contraer y transmitir Covid las suficientes veces como para que los gobiernos dejaran de preocuparse, mientras ignoraba que los confinamientos, los mandatos y los códigos QR impuestos por el gobierno para acceder a lugares básicos de la vida cotidiana eran cualquier cosa menos abiertos y democráticos. Tampoco mencionó que, en lugar de sólo proteger a los más vulnerables, todos los demás también se volvieron más vulnerables como resultado de la acción gubernamental que controlaba sus derechos básicos de trabajo, viaje y libertad de movimiento.

"Trazamos una línea bajo la dependencia europea de los combustibles fósiles rusos," dijo Macron, omitiendo convenientemente el hecho de que han cambiado esa seguridad energética por una excesiva dependencia del caro combustible estadounidense, por el que el propio Macron ha arremetido contra Estados Unidos. Por no mencionar que Europa sigue comprando combustible ruso, salvo que se blanquea a través de terceros países como la India, lo que permite a la UE guardar las apariencias.

Macron tuiteó sobre Europa presumiendo de contar con "los planes climáticos más ambiciosos". Nada habla mejor de la ambición climática que la puesta en marcha centrales de carbón, como hizo Alemania, el motor económico del bloque, tras cortarse a sí misma el suministro de gas ruso barato. "En 2050 habremos alcanzado la neutralidad de carbono", añadió Macron. Así que anótelo en su calendario dentro de 27 años para ver si ha cumplido su palabra.

"Es juntos, como europeos, como preservaremos nuestra capacidad de decidir por nosotros mismos," dijo el presidente francés. Demasiado tarde. Tuvieron esa oportunidad, pero decidieron engancharse al carro del cambio de régimen del Tío Sam y dejarse arrastrar. Atribúyanlo a una falta de coraje cuando importaba.

Una cosa es que Macron hable bien de la autonomía estratégica europea, como ha hecho recientemente a su regreso de China. O que el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, subraye la necesidad de que Europa elabore su propia agenda comercial independiente, pero cada vez que esas palabras se ponen a prueba cuando importa, los líderes europeos fracasan. En lugar de ello, acaban refugiándose en su propia propaganda y revisionismo. Es mucho más valiente salir de su propio sinsentido y hacer el trabajo duro para que sus acciones se correspondan con sus palabras.
Rachel Marsden es columnista, estratega política y presentadora de programas de entrevistas independientes en francés e inglés. Su sitio web es rachelmarsden.com