homínidos tallando piedra
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Los homínidos que vivían en Atapuerca hace 800.000 años utilizaban distintas estrategias para cazar, iban en grupos con un número variable de miembros y transportaban las piezas hasta su cueva de forma diferente. Estos hechos, deducidos a través de diferentes restos de animales encontrados en los últimos años en este yacimiento de la burgalesa, demuestran que estos homo antecessor tenían una "gran complejidad social" y "capacidad para organizarse". Así lo recoge un artículo del Instituto Catalán de Paleontología Humana y Evolución Social (IPHES) publicado en la revista científica Journal Human Evolution.

Dependiendo de sus necesidades, del número de participantes en la batida o de la distancia a su hogar -entre otros factores- estos humanos primitivos transportaban la pieza entera hacia la base o extraían las partes que consideraban más valiosas y abandonaban las menos útiles en el lugar de la caza, ha explicado a DiCYT la investigadora principal que firma el artículo, Palmira Saladié.

Normalmente, si las piezas obtenidas eran pequeñas se quedaban con toda la carcasa pero, sin embargo, con las grandes seleccionaban. "Si las podían descuartizar en el lugar de matanza, las transportan mínimamente seccionadas (hasta la cueva) y, una vez allí, se troceaban en partes más pequeñas para manipularlas y compartir la carne y otros nutrientes con el resto del grupo, hubiese participado o no en la cacería", ha resaltado la investigadora, que a su vez ha asegurado que hay que tener presente también, en este sentido, lo que podían influir en estas determinaciones la hora del día, la distancia a la base o la presencia de otros carnívoros en el entorno.

Conocidos estos comportamientos, la investigación concluye que no siempre ejecutaban las mismas estrategias, sino que variaban dependiendo de sus necesidades. "No siempre van todos a las partidas de caza o no siempre van en la misma partida, por lo que probablemente lo transportan a la cueva para poder compartirlo con otros homínidos" en lugar de comer la carne, las vísceras y la grasa que extraían en el lugar donde abatían al animal, ha detallado la experta. Esto también podría suponer que entre los habitantes del yacimiento de la Gran Dolina, en el Atapuerca del Paleolítico medio, había una repartición de tareas.

Más de 4.000 restos analizados

El estudio de estos investigadores se fundamenta en el análisis de 4.411 restos de fauna (ciervos, caballos, grandes bóvidos, rinocerontes, osos, bisontes) encontrados en los últimos años, así como en 163 de homo antecessor. A este respecto, Saladié ha recordado que eran caníbales, por lo que el estudio de estos restos -que también trasladaban a la cueva, probablemente con su carcasa entera,- ha aportado información al estudio.

Iniciado en 1999 con material hallado en excavaciones ejecutadas entre 1994 y 1996, uno de las principales disyuntivas a las que se han enfrentado los investigadores que han participado en este trabajo aludía a si estos homínidos eran capaces de cazar grandes piezas o, de lo contrario, carroñeaban las piezas previamente devoradas por otros carnívoros.

La presencia de marcas de corte realizadas con cuchillos de piedra en estos animales fue determinante para que los investigadores concluyeran que el homo antecessor mataba él mismo a estos animales. "Si sobre ese animal hubiese actuado primero un león o una hiena no encontraríamos las costillas, pues suelen destrozar la caja torácica. En caso de encontrar algún fragmento no habría marcas de corte porque no habrían dejado carne. Y lo que estamos viendo es que están accediendo a todos los recursos que ofrece una carcasa grande", ha expuesto.

En este proceso, los humanos extraían las vísceras, el cerebro, toda la carne y rompían los huesos para sacar las vísceras. Si un carnívoro hubiera accedido antes a esa pieza, los homínidos no hubieran podido acceder a todos esos recursos, ha agregado. No obstante, ha incidido en que en algunos huesos han encontrado marcas de diente de carnívoro, pero éstas se habrían producido después de que estos hombres primitivos accedieran a sus carcasas.