Los arqueólogos han descubierto 40 formaciones circulares de piedra durante una excavación en el sureste de Noruega. Todas tienen restos óseos incinerados en el centro, en su mayoría de niños.

La mayor sorpresa para los arqueólogos fue que casi todos los enterrados bajo las extrañas formaciones circulares eran niños, informa el Museo de Historia Cultural a NTB.
La primera sorpresa, sin embargo, fue descubrir las tumbas, ya que ninguna de ellas era visible en el terreno el pasado otoño. Pero tras retirar el césped y limpiar, los arqueólogos descubrieron más de 40 formaciones de piedra situadas entre 5 y 10 centímetros bajo la superficie. Estas formaciones eran redondas u ovaladas, de entre uno y dos metros de diámetro. Varias tenían piedras de bordes claros y una losa central o piedra grande.
"Pensamos que debían ser tumbas", afirma Guro Fossum, jefa de la excavación. Es asesora del Museo de Historia Cultural.
Las investigaciones posteriores revelaron huesos quemados, fragmentos de cerámica y un posible broche. Todas las tumbas estaban bien conservadas.

Los resultados de análisis recientes indican que muchos de los enterrados eran bebés en el momento de su muerte, mientras que otros tenían entre tres y seis años.
La datación del contenido de las tumbas muestra que el lugar de enterramiento se utilizó durante varios cientos de años, con niños enterrados entre las Edades del Bronce y del Hierro, sobre todo entre 800 y 400 años antes de nuestra era, hasta hace 2.800 años.
"La datación demuestra que el enterramiento se utilizó durante un largo periodo, por lo que no pudieron morir todos en el mismo desastre natural o brote de enfermedad o epidemia", afirma Fossum.
Estos monumentos funerarios son fuentes cruciales de conocimiento sobre cómo vivía la gente en épocas anteriores. Por ello, los arqueólogos han realizado importantes esfuerzos para conseguir material que pueda aportar información valiosa. Sin embargo, el campo funerario en sí no ofrecía mucho valor experimental, por lo que, tras las investigaciones, el lugar de excavación ha sido retirado.
En memoria de los niños
El Museo Histórico de Oslo, capital de Noruega, inaugurará próximamente una exposición titulada En memoria de los niños. Entre los objetos que se expondrán figura una formación pétrea de una de las tumbas de los niños.
El siguiente paso será analizar el ajuar funerario.
"El análisis de los fragmentos de cerámica puede decirnos mucho. No parece que todas las vasijas fueran contenedores de huesos quemados; algunas estaban colocadas entre las tumbas, y tenemos mucha curiosidad por saber qué había en su interior", dice Fossum.
Algo muy especial
Fossum describe un proceso fascinante en el que los arqueólogos, investigando inicialmente una zona cercana a un asentamiento de la Edad de Piedra, tropezaron con una de las formaciones redondas de piedra.
En la primera Edad del Bronce nórdica y la Edad del Hierro prerromana, era habitual incinerar a los muertos en piras. Después, algunos restos óseos quemados se enterraban en una fosa o se esparcían por el suelo. A continuación, se construía una capa de piedra plana sobre el lugar, a menudo en forma de espiral o de rueda.
"Han permanecido aquí en secreto hasta que los encontramos. Descubrimos una tras otra y acabamos con 41 formaciones de piedra redondas", explica la arqueóloga.
Aunque se han encontrado muchos enterramientos, éste tenía algo especialmente intrigante.
"Había algo especial en todo el lugar. Las tumbas están muy juntas. Debían de estar en un paisaje abierto, con vías de comunicación cercanas, por lo que todo el mundo debía conocerlas". Los fogones y las chimeneas que rodean el yacimiento sugieren que se celebraban reuniones y ceremonias relacionadas con los enterramientos. Además, todas las tumbas eran muy bonitas y estaban meticulosamente trabajadas. Cada piedra procedía de un lugar diferente y se colocaba con precisión en la formación. Nos preguntábamos quién se había esforzado tanto", dice.
Más preguntas que respuestas
"Cuando llegaron los resultados de los análisis, todo cobró sentido: Eran tumbas de niños pequeños. Esto se hizo con tanto cuidado", dice Fossum.
Sin embargo, a los arqueólogos les quedan más preguntas que respuestas tras este extraordinario descubrimiento: ¿Por qué se enterró a los niños en un lugar separado? ¿Por qué aquí? ¿Y cómo mantuvieron esta tradición durante varios cientos de años?
"No sabemos qué tipo de creencias tenían, por qué quemaban y enterraban a los muertos. Es posible que creyeran que el cuerpo tenía que ser destruido y transformado a través del fuego para liberar el alma. Puede que estas tradiciones y rituales sirvieran para honrar y recordar a los que habían muerto. Ahora hacemos lo mismo: recordamos a quienes vivieron antes que nosotros con rituales y conmemoraciones", afirma Fossum.
Individuos en una comunidad
A Fossum le parece interesante que hombres, mujeres y, sobre todo, niños tuvieran sus propias tumbas y recibieran el mismo trato durante siglos.
"Parece que la estructura social era más igualitaria, ya que no había mucha diferencia entre las tumbas. Se utilizaba el mismo tipo de tumbas, ajuar funerario y método de enterramiento. Esto sugiere una sociedad en la que la comunidad era importante", afirma.
Sólo una de las tumbas del yacimiento está fechada después del año 0. A partir de ese momento, las prácticas funerarias cambiaron gradualmente, con jerarquías y grandes túmulos reservados sólo para los que tenían estatus".
Traducido por Alette Bjordal Gjellesvik
Lea la versión noruega de este artículo en forskning.no
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