Los ataques mortales de perros han alcanzado una cifra récord en los dos últimos años, mientras los activistas, las familias de las víctimas y las organizaciones benéficas animalistas advierten de que los cambios en la legislación no son suficientes.
El aumento se ha achacado al incremento de la tenencia de perros provocado por la Covid -11 millones en 2023 frente a 9,6 millones en 2021, según la organización benéfica PDSA-, con cachorros criados y traídos de contrabando desde el extranjero sin apenas preocuparse por su bienestar.
El número total de ataques de perros también se ha disparado. Las cifras obtenidas por The Independent de las fuerzas policiales de Inglaterra y Gales muestran un aumento de casi el 60% en los últimos cinco años.
El domingo entrará en vigor la prohibición gubernamental de la raza XL. Pero los expertos advierten que la medida se centra demasiado en una sola raza y que es necesaria una revisión completa de la Ley de Perros Peligrosos, con peticiones de licencias y castigos más severos para los propietarios irresponsables.
También ha surgido la preocupación de que la prohibición de los XL bully pueda verse socavada por el número de propietarios que reciben una exención: la mayoría de las 4.000 solicitudes presentadas hasta ahora han sido aprobadas por Defra.
Las cifras indican que, hasta el 31 de octubre de este año, 26 de las 43 fuerzas policiales del Reino Unido habían registrado algo más de 14.300 casos de perros fuera de control que causaron lesiones. Esto es un aumento de 9,100 en el mismo período de 10 meses en 2019, y un aumento interanual de 2020, cuando hubo 9,300 reportados; 2021, cuando hubo 10,600; y 2022, cuando hubo 12,100.
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