Traducido por el equipo de SOTT.net

El 26 de agosto de 2024, una violenta ola de condiciones meteorológicas adversas azotó el norte de Italia, provocando intensos aguaceros y granizo de dimensiones extraordinarias, con especial repercusión en la región de Lombardía.
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Los efectos de este fenómeno meteorológico extremo fueron devastadores, con numerosas inundaciones y graves trastornos para la población. La provincia de Brescia fue una de las zonas más afectadas, sufriendo importantes daños debido a granizadas inusualmente grandes. Coches, estructuras y cultivos sufrieron graves daños.


En particular, los cultivos valiosos se vieron seriamente comprometidos, con repercusiones negativas en la economía local.

Incluso el aeropuerto de Malpensa experimentó problemas considerables: una fuerte granizada causó filtraciones de agua, lo que provocó mayores dificultades y retrasos en los vuelos, con numerosos inconvenientes para los pasajeros. Este fenómeno meteorológico extremo se suma a una serie ‍de fenómenos similares que han azotado Italia en los últimos meses, demostrando una clara tendencia hacia unas condiciones climáticas cada vez más inestables y peligrosas.