Traducido por el equipo de SOTT.netQatar es un país diminuto, pero tiene un gran poder que amenaza el orden mundial, escribe el periodista polaco Adam Starzynski.
© Kamran Jebreili/File/APEmpleado qatarí del canal árabe de noticias Al Jazeera y Logotipo
Quienes hayan seguido de cerca la actualidad internacional en los últimos años se habrán dado cuenta de que
Qatar no deja de aparecer en los titulares de los medios de comunicación y de que su peso en los asuntos mundiales es claramente superior al de un país de tan sólo 300.000 habitantes.
Últimamente, Qatar ha estado en el punto de mira por
albergar a los dirigentes de Hamás y, al mismo tiempo, desempeñar el papel de principal negociador, junto con Egipto, de un alto el fuego entre Israel y Hamás. Qatar también sirvió de refugio a los talibanes durante muchos años y, en 2020,
facilitó un acuerdo de paz entre Estados Unidos y el grupo islamista.
Entre medio, Doha también ha conseguido organizar el Mundial de fútbol y estuvo detrás del mayor escándalo de corrupción de la historia del Parlamento Europeo, conocido como «
Qatargate.»
Sin embargo, la principal operación de influencia de Qatar es su campaña durante décadas para patrocinar la expansión de movimientos islamistas radicales y mezquitas en Oriente Próximo y Europa. Además de patrocinar la construcción de enormes mezquitas y asociaciones, Qatar está llevando a cabo una avanzada campaña mediática y de relaciones públicas, creando un terreno fértil para que estos movimientos islamistas extranjeros arraiguen en sus nuevos países.
Todos conocemos las violentas organizaciones yihadistas como Al Qaeda, ISIS y Hamás. Sin embargo, la mayoría de la gente sabe muy poco sobre la organización islamista más influyente,
los Hermanos Musulmanes.Menos aún saben que tiene un Estado que la patrocina y que difunde propaganda de la Hermandad Musulmana a cientos de millones de hogares de todo el mundo.
Qatar ha estado utilizando la inmensa riqueza que ha acumulado gracias a su petróleo y gas para
convertir a Al Jazeera en un conglomerado internacional de medios de comunicación, difundiendo la propaganda de la Hermandad Musulmana a escala mundial.
Para comprender plenamente el papel desempeñado por esta prominente organización islamista, es necesario
examinar más de cerca sus raíces:La Hermandad Musulmana está fuertemente vinculada a tres actores: Egipto, Palestina y Qatar. Fue fundada en Egipto en 1928 por el clérigo Hassan al-Banna como reacción a lo débil que se había vuelto el mundo musulmán en relación con Occidente desde la Ilustración y la Revolución Industrial. Al-Banna y otros islamistas y modernistas musulmanes sostenían que la comunidad musulmana era débil por haberse corrompido a lo largo de los siglos y
debía volver a practicar el islam puro de Mahoma y los primeros califas.El movimiento se extendió como la pólvora en Egipto y
uno de sus primeros logros más notables fue su participación en la revuelta árabe de Palestina, que duró de 1936 a 1939. La revuelta fracasó, pero la Hermandad consiguió que la cuestión de Palestina se convirtiera en una preocupación musulmana generalizada. Tras la Segunda Guerra Mundial, presionaron para que se concediera asilo en Egipto a
Amin al-Husseini, muftí de Jerusalén, que había colaborado con la Alemania nazi durante la guerra.
Tras el golpe militar de 1952 contra la monarquía egipcia, los militares empezaron a tratar a la Hermandad como rival y amenaza para su gobierno. Debido a la creciente presión, muchos de sus líderes ideológicos más importantes se vieron obligados a trasladarse a Arabia Saudí y Qatar.
Yusuf al-Qaradawi fue el más importante de estos líderes. Fue enviado desde la Universidad Al-Azhar de El Cairo en 1962 para dirigir el Instituto Secundario de Estudios Religiosos de Qatar. En 1977, sentó las bases de la facultad dedicada a la sharia y los estudios islámicos en la Universidad de Qatar. Más tarde, se convirtió en el presentador de un programa de Al-Jazeera llamado «Sharia and Life», que tenía una audiencia de unos 80 millones de telespectadores por episodio, lo que le convirtió en una de las voces musulmanas más influyentes del mundo.
Desde entonces, la familia real de Qatar, la Casa de Al-Thani, ha estado utilizando a la Hermandad Musulmana como herramienta para minimizar la oposición política contra ellos. A cambio de permitir que la Hermandad utilice el país como base para sus operaciones internacionales, la Hermandad se asegura de que no exista ninguna amenaza política basada en la religión organizada contra la monarquía qatarí.
Lamentablemente, otros países están en el lado perdedor de este acuerdo.
Qatar, Al Yazira y la Hermandad cooperaron para que los Hermanos Musulmanes llegaran brevemente al poder en Egipto en 2011 y han sembrado el caos islamista en todo Oriente Medio desde la Primavera Árabe, que comenzó en 2011. Se llegó tan lejos que Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Egipto y Jordania cortaron lazos con Qatar en 2017 e iniciaron un bloqueo contra el país.
También han sufrido países de Europa, donde Qatar es el principal patrocinador de mezquitas en las que se enseña y difunde propaganda de la Hermandad. En esas mismas mezquitas,
muchos musulmanes se han radicalizado y a algunos incluso se les convence para unirse a organizaciones yihadistas violentas. Gran parte del dinero procede de la
Qatar Charity, que ha financiado al menos 140 mezquitas, centros culturales y escuelas islámicas en Europa.
Uno de los ejemplos más famosos es la mega mezquita de Poitiers, que se encuentra en las inmediaciones del lugar de la Batalla de Tours y la Batalla de Poitiers, donde Carlos Martel, soberano de los francos, detuvo el avance del ejército musulmán de Abdul al-Rahman en el año 732.
En la actualidad, el mayor grupo paraguas musulmán de Europa es el Consejo de Musulmanes Europeos, antes conocido como Federación de Organizaciones Islámicas de Europa (FIOE), y está ampliamente considerado como una organización de fachada de los Hermanos Musulmanes en Europa. En 1997, creó el
Consejo Europeo para la Fatwa y la Investigación (ECFR), una fundación privada compuesta por clérigos y eruditos islámicos que emite fatwas para los musulmanes que viven en Europa, con la intención de dictarles cómo deben vivir sus vidas.
Cabe preguntarse quién presidió esta influyente organización durante las últimas décadas. ¿La respuesta?
Yusuf al-Qaradawi, que operó desde su sede en Qatar hasta su muerte en 2022.
El crecimiento del islam en Europa se ha acelerado en los últimos 50 años. ¿Cuándo se reunirán Qatar, Al Jazeera, los Hermanos Musulmanes, el Consejo de Musulmanes Europeos y el ECFR con su «Poitiers» en el continente europeo?
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