Traducido por el equipo de SOTT.net
The Pfizer Papers
© Naomi Wolf
Nuestro libro, Los papeles de Pfizer: Los crímenes de Pfizer contra la humanidad, se publicó el 15 de octubre y se convirtió inmediatamente en un éxito de ventas. Se trata de un libro que tres gobiernos (EE.UU, Reino Unido y Australia) trataron de suprimir. Su historia es extraordinaria: 3.250 médicos y científicos altamente cualificados, bajo la dirección de una mujer extraordinaria, Amy Kelly, trabajaron durante dos años en los 450.000 documentos internos de Pfizer publicados por orden judicial a raíz de una demanda presentada con éxito por el abogado Aaron Siri. En el proceso, estos voluntarios confirmaron el mayor crimen contra la humanidad de todos los tiempos. Siga leyendo.

Este libro que tiene en sus manos es el resultado de un extraordinario conjunto de confluencias. También presenta, en un formato disponible en librerías por primera vez, un material que ya ha cambiado la historia.

Usted, como lector, está a punto de embarcarse en un viaje a través de una historia extraordinaria, cuyos elementos casi desafían cualquier creencia.

Los papeles de Pfizer es el resultado de la unión de un grupo de desconocidos (personas normales con habilidades extraordinarias, situadas en diferentes lugares del mundo, con diferentes antecedentes e intereses) que se reunieron sin ningún tipo de remuneración económica o profesional, de todo corazón y motivados por el amor a la verdadera medicina y la verdadera ciencia, para llevar a cabo un proyecto de investigación riguroso, dolorosamente detallado y complejo, que abarcó desde 2022 hasta la actualidad y que continúa hoy en día.

El material que leyeron y analizaron incluía 450.000 páginas de documentos, todos ellos escritos en un lenguaje extremadamente denso y técnico.

Este proyecto de investigación de largo alcance y perseguido sin descanso (bajo el liderazgo de la directora de operaciones de DailyClout, la extraordinariamente dotada directora de proyectos Amy Kelly) puso de rodillas a una de las instituciones más grandes y corruptas del mundo, Pfizer. Este proyecto, llevado a cabo por 3.250 desconocidos que trabajaron virtualmente y se convirtieron en amigos y colegas, llevó a un gigante farmacéutico mundial a perder miles de millones de dólares en ingresos. Hizo fracasar los planes de los políticos más poderosos del planeta. Eludió la censura de las empresas tecnológicas más poderosas del planeta.

Esta es la historia definitiva de David y Goliat.

La historia empezó cuando el abogado Aaron Siri demandó con éxito a la Administración de Alimentos y Medicamentos, para obligarles a publicar "Los papeles de Pfizer". Se trata de los documentos internos de Pfizer (como ya se ha dicho, 450.000 páginas), en los que se detallan los ensayos clínicos que Pfizer llevó a cabo en relación con su inyección de ARNm contra la covid. Estos ensayos se llevaron a cabo para asegurar el premio final para una compañía farmacéutica, la "EUA", o Autorización de Uso de Emergencia de la FDA. La FDA concedió la EUA para mayores de 16 años a Pfizer en diciembre de 2020. La "pandemia", por supuesto (una crisis en la salud pública que un libro mío, The Bodies of Others, confirmó, implicó datos de "infecciones" exagerados y manipulados y documentación de mortalidad sesgada), se convirtió en el pretexto para la "urgencia" que llevó a la FDA a otorgar la EUA al nuevo medicamento de Pfizer (y Moderna). En esencia, la EUA es el pase que permite a Pfizer lanzarse al mercado con un producto que no ha sido completamente probado.
The Pfizer Papers
© Naomi Wolf
Los papeles de Pfizer también contiene documentación de lo que sucedió en la "poscomercialización", es decir, en los tres meses, de diciembre de 2020 a febrero de 2021, cuando la vacuna fue lanzada al público. Todos los principales portavoces, y los medios de comunicación comprados, llamaron a la inyección "segura y eficaz", leyendo lo que era un guión centralizado.

Muchas personas que se pusieron esta inyección, tal como se puso en marcha en 2020-2021-2022 y hasta el presente, no se dieron cuenta de que las pruebas normales de seguridad de una nueva vacuna, pruebas que suelen tardar de diez a doce años, simplemente habían sido eludidas a través de los mecanismos de un "estado de emergencia" y la "Autorización de Uso de Emergencia" de la FDA. No entendían que las verdaderas "pruebas" eran en realidad Pfizer y la FDA observando lo que les ocurría a ellos y a sus seres queridos, después de que estos ciudadanos se arremangaran y se sometieran a la inyección. Como nunca podemos olvidar, muchos millones de estas personas que se sometieron a la inyección fueron "obligadas" a ponérsela, enfrentándose a la amenaza de perder su trabajo, suspender su educación o perder sus puestos militares si se negaban; en algunos estados de EE.UU. y países de ultramar, las personas también se enfrentaron a la suspensión de sus derechos a tomar el transporte, cruzar fronteras, ir a la escuela o la universidad, recibir ciertos procedimientos médicos, o entrar en edificios como iglesias y sinagogas, restaurantes y gimnasios si se negaban.

La FDA pidió al juez del caso Aaron Siri que retuviera la publicación de los documentos de Pfizer durante setenta y cinco años. ¿Por qué querría una agencia gubernamental ocultar cierto material hasta que la generación actual, los afectados por lo que contienen estos documentos, esté muerta y desaparecida? No puede haber una buena respuesta a esa pregunta.

Afortunadamente para la historia, y afortunadamente para millones de personas cuyas vidas se salvaron gracias a esta decisión, el juez rechazó la petición de la FDA y obligó a entregar los documentos; un tramo de 55.000 páginas al mes.

Sin embargo, cuando me enteré, me preocupé como periodista. Sabía que ningún reportero disponía del ancho de banda necesario para revisar material de este volumen. También sabía que prácticamente ningún periodista tenía la formación o los conocimientos necesarios para entender el lenguaje multidimensional y técnicamente muy especializado de los informes. Para entender los informes se necesitan conocimientos de inmunología, estadística, bioestadística, patología, oncología, medicina deportiva, obstetricia, neurología, cardiología, farmacología, biología celular, química y muchas otras especialidades. Además de médicos y científicos, para entender lo que realmente ocurría en los documentos de Pfizer, también se necesitarían personas con profundos conocimientos sobre los procesos reguladores del gobierno y de la industria farmacéutica; se necesitarían personas que entendieran el proceso de aprobación de la FDA; se necesitarían especialistas en fraudes médicos; y finalmente, para entender qué delitos se habían cometido en los Papers, se necesitarían abogados.

Me preocupaba que sin personas con todas esas aptitudes leyendo los documentos, su volumen y complejidad los hicieran desaparecer por "el agujero de la memoria".

Steve Bannon
© Unknown
Steve Bannon, exoficial de la Marina, exbanquero de inversión de Goldman Sachs, exasesor del presidente Trump y actual presentador del podcast político más popular de Estados Unidos y uno de los más escuchados en todo el mundo, WarRoom.

Él y yo venimos de extremos opuestos del espectro político. Yo había sido demócrata toda la vida, asesora de la campaña de reelección del presidente Bill Clinton y de la campaña presidencial de Al Gore.

Él, por supuesto, es un republicano acérrimo reconvertido en MAGA. Yo había sido deplorada en junio de 2021, antes de que salieran a la luz los documentos de Pfizer, por el delito de advertir que las mujeres informaban de desregulación menstrual tras haber recibido las inyecciones de ARNm. Como escritora durante toda mi carrera sobre temas de salud sexual y reproductiva de la mujer, sabía que esto era una señal de peligro grave y que este efecto secundario afectaría a la fertilidad (cualquier estudiante de octavo grado debería ser capaz de prever eso también). Después de haber publicado esta advertencia, se me prohibió el acceso a Twitter, Facebook, YouTube y otras plataformas. Fui atacada globalmente, de golpe, como "antivacunas" y "teórica de la conspiración"; y mi vida como autora feminista conocida y superventas, dentro de los medios de comunicación heredados, terminó. Ya nadie en ese mundo me hablaba, publicaba mis obras o me devolvía las llamadas. Me quedé despersonalizada.

(Resultó, después de dos demandas exitosas en 2023 por los fiscales generales de Missouri y Luisiana, que en realidad era la Casa Blanca, los CDC, y altos dirigentes de otros organismos gubernamentales, incluido el Departamento de Seguridad Nacional, que ilegalmente presionaron a Twitter y Facebook para eliminar ese tweet de advertencia mío, para cerrarme, y para "BOLO" o Be On the Lookout [esté alerta] para publicaciones similares. Esta supresión es ahora objeto de una decisión pendiente del Tribunal Supremo sobre si violó o no la Primera Enmienda).

En esta época oscura de mi vida, para mi sorpresa, recibí un mensaje del productor de Steve Bannon, que me invitó a WarRoom. Le planteé mi preocupación por la salud reproductiva de las mujeres tras la inyección de ARNm y, para mi sorpresa, se mostró respetuoso, reflexionó sobre las implicaciones y se tomó la cuestión muy en serio. Volví una y otra vez para exponer a su audiencia esa y otras preocupaciones que iban surgiendo en relación con las inyecciones de ARNm. Me sentí aliviada de disponer de una plataforma en la que poder compartir estas advertencias urgentes. Al mismo tiempo, me entristecía que a la izquierda, que se suponía que defendía el feminismo, pareciera no importarle en absoluto los graves riesgos para las mujeres y los bebés nonatos. Reconocí la ironía de que una persona a la que me habían enseñado a creer que era el diablo encarnado, en realidad se preocupara más por las mujeres y los bebés que todos mis antiguos colegas de derechas, incluido el establecimiento sanitario feminista, que siempre había hablado tan alto sobre el bienestar y los derechos de las mujeres.

Dadas mis apariciones en WarRoom antes de 2022, era natural que el tema de los documentos de Pfizer saliera en ese programa cuando se publicaron los documentos. Compartí mi preocupación de que se perdieran para la historia debido a su volumen y lenguaje técnico. Bannon dijo algo así como: "Bien, haréis un proyecto de crowdsourcing para leerlos".

Me quedé desconcertada, ya que no tenía ni idea de cómo hacer algo así. Respondí algo así como: "Por supuesto".

Entonces, mi plataforma de noticias y opinión DailyClout recibió un aluvión de ofertas de todo el mundo, de oyentes de WarRoom con los conocimientos necesarios, para descifrar los documentos de Pfizer. Yo estaba aterrorizada. Era un caos. Tenía gente excelente en mi equipo. Pero ninguno de nosotros sabía cómo gestionar o incluso organizar el diluvio de correos electrónicos; no sabíamos cómo evaluar los miles de CV; e incluso una vez que habíamos "embarcado" a estas miles de personas, en diferentes zonas horarias, en "el proyecto", nuestras bandejas de entrada se volvieron aún más aterradoras, ya que era literalmente imposible organizar a 3.250 expertos en un organigrama que pudiera trabajar sistemáticamente a través de estos documentos. Los correos electrónicos se enredaban o quedaban sin respuesta. La gente hacía preguntas que no podíamos responder. No teníamos ni idea de qué estructura podría permitir a un número tan enorme de expertos dispares trabajar con el ingente material.

A las pocas semanas, cuando ya estaba desesperada, Bannon me volvió a llamar. Me preguntó por la marcha del proyecto y le contesté, más optimista de lo que me sentía, que se nos había unido mucha gente y que estaban empezando a leer. "Por supuesto, empezarás a entregar informes", me incitó. "Por supuesto", respondí, horrorizada de estar tan metida en esto.

Nunca he tenido un trabajo corporativo, así que ni siquiera se me había ocurrido que una serie de informes fuera el formato que debían adoptar los análisis de los documentos.

Entonces ocurrió algo que sólo puedo calificar de providencial. Hicimos un llamamiento a los voluntarios para que buscaran un gestor de proyectos, y Amy Kelly se puso en contacto conmigo. Kelly es gestora de proyectos certificada por Six Sigma, con amplia experiencia en telecomunicaciones y gestión de proyectos tecnológicos. También es una líder inexplicablemente eficaz. El día que puso la mano en el caos de las bandejas de entrada, las aguas se calmaron. Reinaron la paz y la productividad. De algún modo, la Sra. Kelly organizó sin esfuerzo a los voluntarios en seis grupos de trabajo, con un supracomité a la cabeza de cada uno, y comenzó el trabajo propiamente dicho.

Sólo puedo explicar el alcance, la fluidez y la eficacia del trabajo que siguió como algo que ocurrió en estado de gracia.

En los dos años que la Sra. Kelly y los voluntarios llevan trabajando juntos, han revisado 2.369 documentos y archivos de datos que suman cientos de miles de páginas y han emitido casi un centenar de informes. Enseñé a los voluntarios a redactarlos en un lenguaje que todo el mundo pudiera entender, lo que me pareció muy importante para maximizar su impacto. Y Amy Kelly revisó y editó meticulosamente casi todos ellos.

Los primeros cuarenta y seis informes aparecieron en un formato autoeditado que nosotros mismos sacamos. Para nosotros era muy importante que aparecieran en un formato físico, y no sólo digital, porque queríamos algo que la gente pudiera entregar a sus médicos, a sus seres queridos, a sus representantes en el Congreso.

Estos cuarenta y seis informes dieron a conocer grandes historias. Nos enteramos de que Pfizer sabía dentro de los tres meses después de la puesta en marcha en diciembre de 2020, que las vacunas no funcionaron para detener la covid. El lenguaje de Pfizer fue "fracaso de la vacuna" y "fracaso de la eficacia". Uno de los "eventos adversos" más comunes en los documentos de Pfizer es la "COVID".

Pfizer sabía que los materiales de la vacuna (nanopartículas lipídicas, una grasa industrial, recubiertas de polietilenglicol, un subproducto del petróleo; ARNm; y proteína de espiga) no permanecían en el músculo deltoides, como afirmaban todos los portavoces. Por el contrario, se dispersó por todo el cuerpo en cuarenta y ocho horas "como un disparo de escopeta", como dijo uno de los autores, el Dr. Robert Chandler; atravesó todas las membranas del cuerpo humano (incluida la barrera hematoencefálica) y se acumuló en el hígado, las glándulas suprarrenales, el bazo, el cerebro y, si se es mujer, en los ovarios. El Dr. Chandler no vio ningún mecanismo por el que esos materiales abandonaran el cuerpo, de modo que cada inyección parece acumular más materiales de ese tipo en los órganos.

Pfizer contrató a 2.400 empleados a tiempo completo para ayudar a procesar "el gran aumento de informes de acontecimientos adversos" que se estaban enviando a la base de datos de Seguridad Mundial de la empresa.

Pfizer sabía en abril de 2021 que las inyecciones dañaban el corazón de los jóvenes.

Pfizer sabía el 28 de febrero de 2021 (sólo noventa días después del lanzamiento público de su vacuna covid) que su inyección estaba vinculada a una miríada de efectos adversos. Lejos de ser "escalofríos", "fiebre", "fatiga", como los CDC y otras autoridades afirmaban que eran los efectos secundarios más preocupantes, los efectos secundarios reales eran catastróficamente graves.

Estos efectos secundarios incluían: la muerte (que Pfizer sí cataloga como "efecto adverso grave"). De hecho, se produjeron más de 1.233 muertes en los tres primeros meses de comercialización del medicamento.

Covid-19 grave; lesión hepática; efectos adversos neurológicos; parálisis facial; lesión renal; enfermedades autoinmunes; sabañones (una forma localizada de vasculitis que afecta a los dedos de manos y pies); síndrome de disfunción orgánica múltiple (cuando falla más de un sistema orgánico a la vez); activación de infecciones latentes por herpes zóster; lesiones cutáneas y de las mucosas; problemas respiratorios; estructura pulmonar dañada; insuficiencia respiratoria; síndrome de distrés respiratorio agudo (lesión pulmonar en la que el líquido se filtra de los vasos sanguíneos al tejido pulmonar, causando rigidez que dificulta la respiración y provoca una reducción del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono); y SARS (o SARS-CoV-1, que no se había visto en el mundo desde 2004, pero que aparece en los documentos de Pfizer como efecto secundario de las inyecciones).

Se registraron miles de personas con dolor articular de tipo artrítico, uno de los efectos secundarios más comunes. Otros miles con dolores musculares, el segundo más frecuente. Luego, enfermedades de la sangre a escala industrial: coágulos sanguíneos, coágulos pulmonares, coágulos en las piernas; trombocitopenia trombótica, una enfermedad de coagulación de los vasos sanguíneos; vasculitis (destrucción de los vasos sanguíneos por inflamación); tasas astronómicas de trastornos neurológicos: demencias, temblores, Parkinson, Alzheimer, epilepsias. Afecciones cutáneas terribles. Una plétora florida de problemas cardíacos; miocarditis, pericarditis, taquicardia, arritmia, etc. La mitad de los efectos adversos graves relacionados con el hígado, incluida la muerte, se produjeron en las setenta y dos horas siguientes a la inyección. La mitad de los accidentes cerebrovasculares tuvieron lugar en las cuarenta y ocho horas siguientes a la inyección.

Pero lo que realmente surgió de los primeros cuarenta y seis informes, fue el hecho de que aunque la covid es ostensiblemente una enfermedad respiratoria, los documentos no se centraron en los pulmones o las membranas mucosas, sino que se centran, de forma espeluznante y consistente, en la alteración de la reproducción humana.

En el momento en que la vacuna de Pfizer se hizo pública, el gigante farmacéutico sabía que estaría matando bebés y perjudicando significativamente la reproducción de mujeres y hombres. El material de los documentos deja claro que dañar la capacidad de reproducción humana y provocar abortos espontáneos de bebés "no es un error, es una característica".

Pfizer indicó a los hombres vacunados que utilizaran dos métodos anticonceptivos fiables o que se abstuvieran de mantener relaciones sexuales con mujeres en edad fértil. En su protocolo, la empresa definió la "exposición" a la vacuna como el contacto piel con piel, la inhalación y el contacto sexual. Pfizer emparejó ratas hembra vacunadas y ratas macho "no tratadas", y luego examinó a esos machos, hembras y sus crías en busca de "toxicidad" relacionada con la vacuna. Basándose en sólo cuarenta y cuatro ratas (y ningún ser humano), Pfizer declaró que no había resultados negativos para "... el rendimiento del apareamiento, la fertilidad o cualquier parámetro ovárico o uterino... ni en la supervivencia, crecimiento o desarrollo embrionario-fetal o postnatal", lo que implicaba que su vacuna anicovid era segura durante el embarazo y no dañaba a los bebés. Pfizer sabía que desde hace años se sabe que las nanopartículas lipídicas degradan los sistemas sexuales y, de hecho, Amy Kelly descubrió que las nanopartículas, de las que las nanopartículas lipídicas son un subtipo, atraviesan la barrera sangre-testis y dañan las células de Sertoli, las células de Leydig y las células germinales de los varones. Esas son las fábricas de la masculinidad, que afectan a las hormonas que convierten a los niños en la adolescencia en hombres, con voces graves, hombros anchos y la capacidad de engendrar hijos. Por lo tanto, no tenemos ni idea de si los bebés nacidos de madres vacunadas se convertirán en adultos reconociblemente masculinos y fértiles. Pfizer enumeró los daños menstruales que sabía que estaba causando a miles de mujeres, y los daños van desde mujeres que sangran todos los días, a tener dos periodos al mes, a no tener ningún periodo; a mujeres con hemorragias y expulsión de tejido; a mujeres menopáusicas y postmenopáusicas que empiezan a sangrar de nuevo. Los científicos de Pfizer observaron y tomaron nota de todo con calma, pero no se lo dijeron a las mujeres.

Los bebés sufrían y morían. En una sección de los documentos, más del 80% de los embarazos seguidos acabaron en aborto espontáneo o natural. En otra sección de los documentos, dos recién nacidos murieron, y Pfizer describió la causa de la muerte como "exposición materna" a la vacuna.

Pfizer Documents
© CopyrightLa imagen es de Children's Health Defense
Pfizer sabía que los materiales de la vacuna entraban en la leche materna de las madres vacunadas y envenenaban a los bebés. La leche materna de cuatro mujeres se volvió "azul verdosa". Pfizer elaboró un gráfico de bebés enfermos, que enfermaron al ser amamantados por madres vacunadas, con síntomas que iban desde la fiebre al edema (carne hinchada), pasando por urticaria y vómitos. Un pobre bebé tuvo convulsiones y fue llevado a urgencias, donde murió de un fallo multiorgánico.

A continuación les remito a los treinta y seis informes que encontrarán en este libro. Algunos de los titulares de los informes que siguen son:

El 28 de febrero de 2021, Pfizer presentó "Revisión acumulativa sobre embarazo y lactancia", mostrando que después de la vacunación de las madres con su vacuna:
  • Se produjeron acontecimientos adversos en más del 54 por ciento de los casos de "exposición materna" a la vacuna e incluyeron 53 informes de aborto espontáneo (51)/ aborto (1)/ aborto retenido (1) tras la vacunación.
  • Se produjeron casos de parto prematuro, así como dos muertes de recién nacidos.
  • Algunos recién nacidos sufrieron graves dificultades respiratorias o "enfermedad" tras la exposición a través de la leche materna.
  • Se produjeron descensos "sustanciales" de la tasa de natalidad en trece países: países de Europa, así como Gran Bretaña, Australia y Taiwán, en los nueve meses siguientes al lanzamiento público de la vacuna.
  • Aproximadamente el 70% de los efectos adversos relacionados con la vacuna de Pfizer se producen en mujeres.
  • La proteína de espiga y la inflamación seguían presentes en el tejido cardíaco un año después de recibir la vacuna covid de ARNm.
  • En el ensayo clínico de Pfizer, hubo más muertes entre los participantes vacunados que entre los que recibieron placebo. Sin embargo, Pfizer presentó datos inexactos, que mostraban más muertes en el grupo placebo, a la FDA cuando solicitó la autorización de uso de emergencia.
  • Lactantes y niños menores de doce años recibieron la vacuna de Pfizer siete meses antes de la aprobación de una vacuna pediátrica, lo que provocó:
* Apoplejía.

* Parálisis facial.

* Lesión o fallo renal.
  • Hubo un aumento de más de 3,7 veces en el número de muertes debidas a eventos cardiovasculares en sujetos de ensayos clínicos vacunados en comparación con sujetos placebo.
  • La vacuna que Pfizer puso a disposición del público era diferente de la formulación utilizada en la mayoría de los participantes en los ensayos clínicos, y el público no fue informado de ello.
  • Los análisis histopatológicos (la tinción de tejidos para mostrar estados de enfermedad) muestran claras evidencias de patología autoinmune inducida por la vacuna en múltiples órganos; erosión de los vasos sanguíneos, el corazón y los vasos linfáticos causada por la proteína de espiga; amiloides en múltiples tejidos; cánceres inusuales y agresivos; y formaciones atípicas de "coágulos".
  • Tras la vacunación, los pacientes más jóvenes empezaron a presentar cánceres; los tumores eran más grandes y crecían de forma más agresiva y rápida de lo que lo habían hecho los cánceres antes de la inoculación masiva de las poblaciones; la aparición cotemporal (la aparición de más de un cáncer al mismo tiempo) de cánceres se hizo más común, una situación que era típicamente muy inusual antes del lanzamiento de las vacunas de ARNm. El crecimiento de los tumores benignos se aceleró.
  • El 12 de marzo de 2021, los investigadores de Pfizer vacunaron a casi toda la cohorte placebo (no vacunada) del ensayo, aunque Pfizer se había comprometido previamente a realizar un seguimiento de las cohortes vacunadas y placebo durante dos años. Inmediatamente después de recibir la Autorización de Uso de Emergencia, Pfizer presionó a la FDA para que le permitiera vacunar a la cohorte no vacunada por razones "humanitarias". La vacunación del grupo placebo puso fin a la posibilidad de realizar estudios de seguridad a lo largo del tiempo.
  • Los casos de autoinmunidad notificados al Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) se multiplicaron por 24 entre 2020 y 2021, y las muertes anuales relacionadas con la autoinmunidad se multiplicaron por 37 en el mismo periodo de tiempo.
  • En la presentación de datos y documentos de autorización de uso de emergencia de Pfizer de octubre de 2021 para niños de cinco a once años, los investigadores de Pfizer especularon por escrito que los daños subclínicos se manifestarían en los pacientes a largo plazo, lo que implica que las dosis continuas con daños subclínicos eventualmente se manifestarían como daños clínicos.
  • En los estudios de ensayo, la vacuna Moderna anti Covid-19 de ARNm dañó la reproducción de los mamíferos, provocando un 22% menos de embarazos, malformaciones esqueléticas y problemas de lactancia.
  • Se produjeron cientos de posibles casos de enfermedad potenciada asociada a la vacuna (VAED) en los tres primeros meses de despliegue de la vacuna covid de ARNm de Pfizer. Los portavoces de la sanidad pública minimizaron su gravedad llamándolos "casos covid avanzados".
  • Pfizer ocultó ocho muertes de vacunados que se produjeron durante el ensayo clínico con el fin de que sus resultados parecieran favorables para recibir su EUA para mayores de 16 años.
*

Las fuerzas más poderosas del mundo (incluida la Casa Blanca, el personal del propio presidente de los Estados Unidos; la Dra. Rochelle Walensky, de los CDC; el director de la FDA, el Dr. Robert M Califf; el Dr. Anthony Fauci; Twitter y Facebook; los medios de comunicación tradicionales, incluidos el New York Times, la BBC, The Guardian y NPR; OfCom, la agencia británica reguladora de los medios de comunicación; organizaciones profesionales como el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, y la Agencia Europea de Medicamentos, el equivalente europeo de la FDA, y la Administración de Productos Terapéuticos, el equivalente australiano de la FDA), todos trataron de suprimir la información que Amy Kelly, los voluntarios de la investigación y yo trajimos al mundo a partir de 2022, y que usted está a punto de absorber en las páginas siguientes.

Sin embargo, a pesar de la más poderosa campaña de censura y retribución lanzada en la historia de la humanidad (más poderosa que las campañas anteriores por los efectos amplificadores de las redes sociales y la IA), los hallazgos de estos voluntarios no fueron suprimidos finalmente, y sobrevivieron en medios alternativos, y en nuestro sitio DailyClout.io; para ser compartidos de boca en boca, salvando millones de vidas.

Avanzamos rápidamente hasta acontecimientos más recientes. ¿Cuál ha sido el papel de esta información para detener este mayor crimen jamás cometido contra la humanidad?

Ha ocurrido lo peor. Las discapacidades aumentan en un millón al mes en Estados Unidos, según el exgestor de fondos de cobertura de BlackRock Edward Dowd.

El exceso de muertes ha aumentado mucho en EE.UU. y Europa Occidental. Las tasas de natalidad han caído en picado, según el matemático Igor Chudov (y el investigador voluntario de WarRoom/DailyClout Dr. Robert Chandler) entre un 13% y un 20% desde 2021, según las bases de datos gubernamentales. Los atletas están cayendo muertos. Aumentan los turbocánceres. Los médicos convencionales pueden estar "desconcertados" por todo esto, pero tristemente, nosotros, gracias a Amy Kelly y los voluntarios, entendemos exactamente lo que está sucediendo.

Nuestro incesante esfuerzo por hacer llegar esta información al mundo, de forma intachable, ha dado por fin sus frutos. La aceptación de los refuerzos es ahora del 4%. Muy pocas personas "reforzaron" a sus hijos. La mayoría de las universidades de Estados Unidos retiraron sus "mandatos" de vacunación. Los ingresos netos de Pfizer cayeron en el primer trimestre de 2024 a niveles anteriores a 2016. OfCom, que había atacado a Mark Steyn por "llevar al estrado" en su programa mi descripción de los daños reproductivos y de otro tipo en los documentos de Pfizer, está siendo demandado por Steyn. La BBC tuvo que informar que los daños de las vacunas son reales, al igual que el New York Times. La vacuna anticovid de AstraZeneca, con una configuración algo diferente en Europa, fue retirada del mercado en mayo de 2024, tras las demandas por trombocitopenia trombótica (un efecto secundario sobre el que nuestra voluntaria de investigación, la Dra. Carol Taccetta, había informado a la FDA por carta en 2022), y la Agencia Europea del Medicamento retiró notablemente su EUA para AstraZeneca. Tres días después de que publicáramos nuestro informe que mostraba que la FDA y los CDC habían recibido la "Revisión acumulativa sobre embarazo y lactancia" de ocho páginas que confirmaba que la Dra. Walensky conocía la letalidad de la vacuna cuando dio su conferencia de prensa diciendo a las mujeres embarazadas que se pusieran la inyección, la Dra. Walensky dimitió.

Es realmente difícil enfrentarse a este material en los papeles que desempeñamos Amy Kelly y yo. Sin duda, para los voluntarios, desenterrar estas pruebas criminales es de hecho doloroso. Puede ser difícil leer algo de lo que sigue. Como he dicho en otro lugar, ver este material es como estar entre los soldados aliados que abrieron por primera vez las puertas de Auschwitz.

Pero hay que contar la verdad.

Entre otras razones importantes para contar estas verdades, la gente fue herida y asesinada con una tecnología novedosa que no se había utilizado antes en medicina; y estas páginas contienen pistas importantes sobre los mecanismos de estas lesiones, y por lo tanto, proporcionan muchas señales para los médicos y científicos en el futuro, para el tratamiento de las muchas lesiones que estas nuevas tecnologías de ARNm, inyectadas en los cuerpos de las personas, han provocado.

Debemos compartir la verdad, ya que la verdad salva y sostiene; y finalmente, la verdad curará.

*

Damos las gracias a Steve Bannon, y a su maravilloso equipo de WarRoom, por ser el instigador de todo este proyecto y por llevarnos constantemente a su programa para que podamos contar al mundo lo que descubren los voluntarios.

Damos las gracias a Skyhorse Publishing, al editor Tony Lyons y a nuestro redactor Hector Carosso por dar el paso decisivo de publicar este material en un libro que estará disponible en todas partes. Los libros importan, y esta publicación marcará la diferencia a la hora de exigir responsabilidades y de contar una historia precisa de este catastrófico conjunto de acontecimientos.

Damos las gracias a los voluntarios, 3.250 desconocidos de todo el mundo que se unieron por amor a la verdad y a sus semejantes. Damos las gracias a nuestros doscientos abogados, que nos ayudaron con los correos electrónicos por la FOIA (Ley por la Libertad de Información) de los CDC y nos ayudaron a entender los crímenes que estábamos viendo en las páginas siguientes.

Muchos de nuestros voluntarios han sufrido ostracismo, pérdida de su trabajo, marginación y otros castigos como consecuencia de su compromiso con la ciencia real, la medicina real y la revelación de la verdad para salvar a sus semejantes y a las generaciones que aún no han nacido.

*

La batalla continúa. Nadie que haya cometido este crimen masivo contra la humanidad está en la cárcel, ni siquiera se enfrenta a cargos civiles o penales. Hay al menos tres demandas contra Pfizer (dos nuestras y una de Brook Jackson) pero, hasta la fecha, ninguna de ellas ha prosperado por completo. El litigio se prolonga.

Sin embargo, no obstante, se corre la voz.

Amy Kelly y yo recibimos cientos de correos electrónicos de familias agradecidas, hablándonos de sus bebés o nietos sanos y dándonos las gracias por salvar a esos bebés, o hijos e hijas y nueras, y sabemos que este proyecto ha salvado muchas vidas; quizás cientos de miles de vidas y quizás salvado a millones de personas de sufrir lesiones incapacitantes. Steve Bannon, que lo empezó todo, salvó cientos de miles de vidas y salvó a sus oyentes y a los nuestros de sufrir millones de lesiones. Dios sabe cuántos bebés nacerán en el futuro, sanos y salvos, gracias a nuestro trabajo colectivo, arduo y muy dirigido.

La historia de este proyecto no ha terminado.

Sus propias acciones, tras haber leído estos informes, forman parte de las ondas continuas de este trabajo.

¿A quién se lo dirá?

¿Cómo procesará la información?

¿Qué hará para vengar los crímenes del pasado?

¿Qué hará para salvar el futuro?

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