El profesor Mark Munn, de la Universidad Estatal de Pensilvania, ha descifrado parte de la inscripción del legendario monumento de Arslan Kaya (también conocido como «Roca del León»), una inscripción muy dañada que ha sido difícil de descifrar durante siglos.
El monumento de Arslan Kaya está tallado en una formación rocosa volcánica de unos 15 metros de altura en las tierras altas de Frigia, en la actual Turquía occidental, cerca del lago Emre Gölü. El monumento, de 2.600 años de antigüedad, presenta figuras de esfinges, una imagen de la diosa flanqueada por leones y una inscripción casi borrada escrita en lengua frigia antigua.
El profesor Mark Munn afirma haberla descifrado, diciendo que se deletrea «Materan», en referencia a una diosa madre de los frigios, cuyo culto floreció entre el 1200 y el 600 a.C.
Esta diosa, conocida por los frigios simplemente como «Matar Kubilea o Madre», fue venerada más tarde por los griegos como «Madre de los Dioses» y por los romanos como «Magna Mater» o «Gran Madre».
En abril, el profesor Mark Munn tuvo la oportunidad de fotografiar la hasta entonces indescifrable inscripción de Arslan Kaya, en el oeste de Türkiye. Tras analizar sus imágenes, Munn ha publicado su conclusión de que Arslan Kaya honra a la diosa Madre Materan, líder del panteón frigio.
Este hallazgo confirma la mención de Materan -nombre antiguo de la Diosa Madre o Madre de los Dioses- en el monumento, lo que sugiere una datación precisa en la primera mitad del siglo VI a.C.
La investigación se ha publicado en la revista Kadmos, una plataforma de epigrafía griega y pregriega.
Desde el siglo XIX, el texto de la base del frontón de Arslan Kaya ha fascinado y frustrado a los arqueólogos. Casi todas las pruebas de esta inscripción se han perdido debido a la erosión de la roca, el saqueo y el vandalismo. La superficie ha sufrido un desgaste natural debido a siglos de exposición a los elementos, agravado en las últimas décadas por el uso de explosivos por parte de los buscadores de tesoros, que dañaron la superficie y fragmentaron la imagen de la diosa en el nicho Munn, sin embargo, aprovechó la luz de media mañana, cuando las sombras se proyectaban sobre los últimos restos, para fotografiar las letras de la inscripción y compararlas con imágenes anteriores que databan del siglo XIX.
El famoso arqueólogo William Mitchel Ramsay descubrió Arslan Kaya en 1884. Identificó el patrimonio del lugar basándose en las letras altas y estrechas inscritas en la base de su frontón, bajo dos esfinges. A lo largo del siglo siguiente, los especialistas visitaron Arslankaya para descifrar su desgastada inscripción, que formaba parte de una frase mucho más larga que podría haber revelado al creador del monumento. Los lingüistas franceses Claude Brixhe y Michel Lejeune afirmaron en un estudio citado con frecuencia en 1984 que la inscripción nunca llegaría a leerse.
El profesor Munn afirma que la clave para comprender el significado religioso del monumento es la palabra Materan. Este término se utiliza en varias inscripciones frigias para referirse a la Diosa Madre, la deidad central y protectora de la cosmología frigia que también es muy estimada en Lidia, una región cercana.
Dado que Materan sería el objeto de la frase inscrita en este caso y aparecería en declinación acusativa, es posible que el monumento estuviera dedicado a la diosa, lo que demuestra su importancia y veneración en esta zona. Según el análisis de Munn, es posible que el texto incluyera el nombre o el título de la persona que dedicó el monumento o, alternativamente, una invocación a la protección para evitar daños en la estructura, una práctica habitual en los monumentos antiguos.
Las investigaciones de Munn sugieren que el monumento de Arslan Kaya pudo crearse en el apogeo del Imperio lidio, cuando Lidia, que también veneraba a la Diosa Madre, dominaba Frigia.
Munn, Mark. The Phrygian inscription W-03 on the Arslan Kaya monument Kadmos, vol. 63, no. 1-2, 2024, pp. 79-92. doi.org/10.1515/kadmos-2024-0005
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