La curiosidad es un fuerte deseo de aprender o conocer algo. Pero según el investigador Perry Zurn, la curiosidad no es algo singular. De hecho, puede haber al menos tres estilos de curiosidad que podrían tener diferentes beneficios para nuestro bienestar y para las sociedades en las que vivimos.
En 2019, Zurn analizó textos clásicos de la historia de la filosofía para estudiar la naturaleza de la curiosidad. Buscando menciones a la curiosidad en escritos de filósofos desde San Agustín a Friedrich Nietzsche o Jacques Derrida, descubrió tres modelos diferentes de curiosidad:
- El entrometido: El chismoso arquetípico, a los entrometidos les gusta recoger información sobre una amplia gama de temas. No les mueve necesariamente un objetivo concreto, sino simplemente el interés.
- El cazador: Los cazadores buscan respuestas concretas, por lo que siguen un camino concreto e intentan evitar las distracciones.
- El bailarín: Los bailarines saltan a nuevas ideas, combinan ideas existentes de nuevas maneras o encuentran nuevas formas de enmarcar la información. No siguen un camino tradicional.
Partiendo de estas ideas, Zurn y un grupo de colaboradores han examinado recientemente a personas curiosas de la vida real -lectores de la enciclopedia en línea Wikipedia- para ver si encajan en estas categorías y cómo los distintos estilos de curiosidad pueden influir en nuestras vidas. Sus resultados se publicaron en otoño en la revista Science Advances.
La curiosidad en las distintas culturas
Para un experimento específico, los investigadores pidieron a 149 personas que acudieran en persona a rellenar encuestas sobre su estado de ánimo y luego navegaran por Wikipedia durante 15 minutos al día durante tres semanas. También observaron el comportamiento de más de 480.000 personas de 50 países y territorios que utilizaron la aplicación móvil de Wikipedia, que recoge datos sobre las páginas que visita la gente.
Para cada persona, los investigadores construyeron un mapa de todas las páginas en las que habían hecho clic en una sesión concreta, observando cuántos temas diferentes habían consultado y cómo éstos estaban conectados entre sí. Por ejemplo, ¿buscó alguien al actor Adam Brody y luego leyó más sobre su programa Nobody Wants This, o pasó del Primer Ministro de Canadá a la meditación trascendental?
En primer lugar, los investigadores encontraron pruebas de que estos tres estilos existen en los lectores modernos de Internet. «Estos tres estilos de curiosidad son constitutivamente humanos y abarcan lenguas, culturas y milenios», afirma Dani S. Bassett, coautora del estudio.
Resulta que los lectores entrometidos son más propensos a leer artículos de Wikipedia sobre cultura, como deportes, comida o arte, mientras que los cazadores son más propensos a leer sobre STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Los entrometidos también suelen leer sobre una mayor variedad de temas.
¿Importa el estilo de curiosidad del individuo? Cuando los participantes en persona navegaron por Wikipedia de forma más estrecha y específica, los cazadores declararon sentirse más deprimidos y ansiosos que los entrometidos y los bailarines. Esto concuerda con otras investigaciones que sugieren que las personas con un fuerte afán por rellenar lagunas de conocimiento -una parte de la curiosidad medida por los psicólogos- tienden a ser más ansiosas y a afrontar peor el estrés de enfrentarse a cosas nuevas.
Curiosidad e igualdad
Entre los lectores de todo el mundo, en los países donde la navegación por Wikipedia de la gente es más suelta y diversa -más parecida a la de los entrometidos y bailarines que a la de los cazadores-, la gente tiende a sentir más emociones positivas y menos negativas, la población está mejor educada y hay menos desigualdad de género y educación.
En este caso, los vínculos pueden ir en ambos sentidos: Una curiosidad más amplia puede favorecer una mayor igualdad en la sociedad, pero la igualdad también puede liberar nuestra curiosidad de amplio espectro.
«La igualdad de género y de educación puede favorecer la participación de más mentes, y más mentes diferentes, en la construcción del conocimiento», afirma Bassett. «Además, puede ir acompañada de un gran respeto por la diversidad de saberes y prácticas del conocimiento. La igualdad puede aportar libertad para moverse, no sólo en los mundos físico y social, sino también libertad para moverse en la mente».
Por supuesto, puede haber otros estilos de curiosidad además de estos tres. Por ejemplo, los psicólogos de la personalidad describen otros tres tipos de personas curiosas: los Fascinados, que tienen muchos intereses; los Resolvedores de Problemas, cuya curiosidad se centra en un área concreta; y los Empáticos, que son muy curiosos socialmente.
Bassett sugiere que las personas probablemente tengan una tendencia hacia un determinado estilo de curiosidad, pero que ésta puede cambiar con el tiempo. «Podemos adquirir habilidades para diferentes estilos de curiosidad de nuestros mentores, amigos o familiares, que pueden pensar de forma diferente a nosotros», afirman. Y es una buena noticia, porque insisten en que lo mejor es combinar los tres estilos.
«Hay un lugar importante para los tres estilos de curiosidad», dice Bassett.
Más información: Dale Zhou, Shubhankar Patankar, et al., Architectural styles of curiosity in global Wikipedia mobile app readership, Science Advances 25 Oct 2024 Vol 10, Issue 43 DOI: 10.1126/sciadv.adn326
Kira M. Newman
Kira M. Newman es la editora jefe de Greater Good. Escribe, edita y produce contenidos para todos los sitios web del Greater Good Science Center, desde la revista hasta Greater Good in Action y el MOOC Science of Happiness, del que fue asistente de cursos durante tres semestres. Su trabajo se ha publicado en medios como el Washington Post, la revista Mindful, Social Media Monthly y Tech.co. Es coautora de The Science of Happiness Workbook (Norton, 2025), de próxima publicación, y coeditora de The Gratitude Project.
Comentario: Ignore el guiño obligatorio a la DEI y vaya al estudio en sí (código abierto). Es una lectura fascinante.