Traducido por el equipo de SOTT.net

Un estudio pionero publicado en la revista Palaeohispanica ha arrojado luz sobre las antiguas prácticas de medición del tiempo de los celtas, centrándose en una pieza única de joyería conocida como la lúnula del tesoro de Chão de Lamas, en Portugal.
lunula
© Piero Baguzzi / R. Matesanz / MAN, Ministerio de Cultura de España
Dirigida por el profesor Roberto Matesanz Gascón, de la Universidad de Valladolid, la investigación postula que este artefacto de oro de intrincado diseño puede contener información crucial respecto a la sincronización de los ciclos lunar y solar dentro del calendario celta.

Tradicionalmente considerada como un mero objeto decorativo, la lúnula -con forma de media luna y descubierta en Chão de Lamas (Miranda do Corvo, Coimbra)- ha sido ahora reinterpretada. El análisis de Matesanz de sus complejos patrones geométricos sugiere que podría servir como representación visual de un ciclo calendárico celta de 114 años de duración. Este marco temporal coincide con seis ciclos metónicos de 19 años cada uno, un conocido marco astronómico que facilita la alineación de los calendarios lunar y solar.

El calendario de Coligny, una importante fuente epigráfica francesa del siglo II d.C., ofrece una visión detallada de cómo los celtas estructuraban el tiempo. Organiza el tiempo en ciclos de cinco años que comprenden 62 meses, con un total de 1.835 días. Sin embargo, los estudiosos han debatido durante mucho tiempo la correspondencia de estos ciclos con el año tropical de 365,24 días.

El estudio de Matesanz es especialmente innovador, ya que establece una conexión entre el calendario de Coligny y los diseños geométricos de la lúnula de Chão de Lamas. Según su teoría, los motivos circulares de la joya representan un sistema de cronometraje que ajusta el año solar eliminando 53 días cada 114 años. Esta intrigante cifra de 53 días también se menciona en fuentes literarias irlandesas, lo que apunta a un posible vínculo con las tradiciones celtas de Irlanda.

Lunula Details
© Piero Baguzzi / R. Matesanz / MAN, Ministerio de Cultura de EspañaDetalle de la lúnula y nomenclatura de los motivos circulares presentes en ella.
Patrones geométricos y alineaciones celestes

El diseño de la lúnula es más que decorativo; presenta grandes círculos concéntricos y círculos más pequeños con puntos centrales, organizados en cinco secciones distintas. Matesanz sugiere que estos elementos podrían corresponder a los meses del ciclo quinquenal del calendario celta.

La disposición de estos motivos geométricos es fundamental. El estudio indica que los elementos de la lúnula podrían simbolizar seis ciclos quinquenales, cada uno de los cuales contendría 62 meses, culminando en un total de 30 años - denominado saeculum céltico por Plinio el Viejo en su Historia Natural. Sin embargo, este cálculo da como resultado un exceso de 53 días en comparación con el ciclo solar.

Para resolver esta discrepancia, Matesanz propone que los celtas habrían ajustado su calendario cada 114 años omitiendo estos días, asegurándose de que sus festivales y observaciones astronómicas se mantuvieran en sincronía con el cambio de las estaciones.
The Coligny calendar.
© WikipediaEl calendario Coligny.
Conexiones con la mitología irlandesa

Uno de los aspectos más cautivadores de esta investigación es la aparición de la cifra de 53 días en textos gaélicos irlandeses, en particular en el cuento medieval Baile in Scáil. En esta narración, el legendario rey Conn Cétchathach encuentra una piedra mágica en la colina de Tara, y sus druidas declaran que no pueden revelar su nombre hasta que hayan transcurrido 53 días. Este periodo de silencio podría corresponder a los días omitidos en el calendario celta para mantener su alineación con el año solar.

De validarse, esta hipótesis indicaría que las tradiciones orales celtas conservaron elementos de un antiguo método de sincronización temporal, incluso siglos después de la influencia romana. Además, respaldaría la idea de que la civilización celta poseía sofisticados conocimientos astronómicos, evidentes tanto en sus artefactos como en su mitología.

El estudio también suscita una reevaluación del papel del arte como lenguaje simbólico entre los celtas. La lúnula de Chão de Lamas puede ser un ejemplo de cómo integraban conceptos abstractos y matemáticos en sus expresiones artísticas.

Otros descubrimientos arqueológicos refuerzan esta perspectiva. En la Península Ibérica, objetos iconográficos similares, como los cuencos de Axtroki y el casco de Leiro, sugieren posibles funciones calendáricas. Mientras tanto, en Europa Central, artefactos como los sombreros de oro de Schifferstadt se han interpretado como instrumentos de medición del tiempo, lo que refuerza la idea de una comprensión compartida del tiempo en todas las culturas antiguas.

Referencia:
Roberto Matesanz Gascón, La lúnula con decoración geométrica del tesoro de Chão de Lamas y el calendario celta. Palaeohispanica, vol.24 (2024). doi.org/10.36707/palaeohispanica.v24i1.543