Las Tablillas de Kültepe, descubiertas en el antiguo yacimiento de Kültepe (antigua Kanesh), en Anatolia central, tienen aproximadamente 4.000 años de antigüedad y proporcionan una valiosa información sobre los aspectos sociales, económicos y jurídicos de la vida durante los primeros años de la Edad del Bronce.
Una de las características más llamativas de estas tablillas es el destacado papel que desempeñaban las mujeres en diversas facetas de la vida civilizada, sobre todo en asuntos relacionados con los derechos y la herencia.
Las tablillas de Kültepe revelan que las mujeres participaban activamente en las actividades económicas. Participaban en el comercio, poseían propiedades y gestionaban negocios. Este nivel de implicación indica que las mujeres no eran meras figuras pasivas en la sociedad, sino agentes influyentes que contribuían a la estabilidad económica de sus familias y comunidades. La presencia de las mujeres en las transacciones comerciales pone de relieve su capacidad de acción y el respeto que inspiraban en el mercado.
El jefe de la excavación de Kültepe, el profesor Dr. Fikri Kulakoğlu, declaró: «Kültepe nos proporciona uno de los mayores archivos privados del mundo antiguo. Entre los documentos que datan de hace 4.000 años, encontramos principalmente registros comerciales. Todos los acontecimientos y actividades relacionados con el comercio han quedado documentados aquí. Podemos decir que todo lo que tiene valor ha quedado registrado. Dentro de esta colección, que incluye documentos comerciales, también hay tablillas especiales. Estos registros reflejan la vida cotidiana de la gente de la época y documentan transacciones financieras durante conflictos de intereses».

Uno de los aspectos más significativos de los derechos de la mujer reflejados en las tablillas de Kültepe es su derecho a la herencia. Las tablillas contienen referencias a la herencia de bienes por parte de las mujeres, lo que constituía un aspecto crucial de su estatus legal. La mujer hereda el 50% de la propiedad como heredera, lo que pone de relieve sus importantes derechos legales y su estatus dentro de la familia y la sociedad.
El profesor Dr. Fikri Kulakoğlu, afirmó que los conceptos de «testamento» y «herencia» existían hace 4.000 años, y que los individuos dejaban documentos escritos para asegurar el futuro de sus cónyuges e hijos tras su muerte. «Estamos hablando de una época muy temprana, hace 4.000 años. De hecho, la normativa legal sobre testamentos y herencias es relativamente nueva en el mundo moderno. Por eso, la gente de aquella época quería asegurar el futuro de las generaciones que vendrían después de ellos y garantizar el bienestar de sus cónyuges. Uno de los aspectos más importantes es la igualdad de la mujer con el hombre; el hecho de que las mujeres hereden el 50% de los bienes es probablemente algo que no se da en otras culturas. Uno de los rasgos singulares de las tablillas de Kültepe es el destacado papel que desempeña la mujer en la vida civil», subrayó.
Este derecho a heredar no sólo proporcionaba a las mujeres seguridad económica, sino que también les permitía mantener cierto grado de independencia dentro de una sociedad patriarcal. La capacidad de heredar propiedades supone un reconocimiento de la contribución de la mujer a la familia y a la sociedad, y pone en entredicho la idea de que las mujeres dependían únicamente de sus parientes varones».
Matrimonio y dinámica familiar
Las tablillas de Kültepe también arrojan luz sobre la institución del matrimonio y la dinámica familiar. Las mujeres tenían derecho a negociar sus contratos matrimoniales, que a menudo incluían estipulaciones relativas a sus derechos de propiedad y herencia. Esto indica que las mujeres no eran meras participantes pasivas en el matrimonio, sino que tenían voz a la hora de determinar su futuro. La existencia de tales contratos sugiere un nivel de respeto mutuo y negociación entre los cónyuges, lo cual es esencial para comprender el tejido social de la sociedad de Kültepe.
El matrimonio era una institución, muy parecida a la actual, pero también se documentaban los intereses mutuos. Los contratos matrimoniales son documentos frecuentes en Kültepe. Además, encontramos cláusulas específicas que esbozan las reglas del matrimonio. El contrato matrimonial incluye cláusulas penales en caso de un posible divorcio. Por ejemplo, un hombre dejaba constancia de que pagaría una indemnización si se divorciaba de su mujer antes del matrimonio. La gente también planificaba el futuro de sus cónyuges e hijos. En caso de fallecimiento de un padre, éste documentaba cuánto daría a su mujer y a sus hijos. Al igual que en la época moderna, la gente establecía reglas para la distribución de sus bienes a su muerte. Por ejemplo, la esposa tiene derecho a heredar el 50% de todos los bienes dejados por su marido. Esto se estableció como norma fundamental. A su muerte, el 50% de sus bienes y propiedades van a la esposa, mientras que la parte restante se distribuye a partes iguales entre los hijos según las normas establecidas por el tutor. Este hecho no es raro; existen numerosas tablillas relacionadas con testamentos. Algunos de estos documentos se encuentran en sobres. Estos testamentos no se limitan a los redactados por un solo individuo; también los hay firmados en presencia de testigos, que pueden considerarse casi como documentos oficiales.»
En conclusión, las tablillas de Kültepe son un testimonio del importante papel que desempeñaban las mujeres en las esferas social, económica y jurídica de la primitiva civilización anatolia. Sus derechos a la herencia, su participación en actividades económicas y su implicación en negociaciones matrimoniales reflejan una sociedad que reconocía y valoraba las contribuciones de las mujeres. El examen de estos textos antiguos nos permite comprender mejor el contexto histórico de los derechos de la mujer y la evolución de los roles de género, que siguen resonando en los debates contemporáneos sobre la igualdad y la justicia.
Las tablillas de Kültepe nos recuerdan que la lucha por los derechos de la mujer tiene profundas raíces históricas, y que las lecciones aprendidas del pasado pueden servir de base para nuestros esfuerzos actuales por lograr la igualdad de género.
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