Traducido por el equipo de SOTT.netJuan de Lara (Universidad de Oxford) acaba de publicar parte de su innovador trabajo sobre cómo el Partenón era iluminado.

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El artículo, publicado ahora en el Annual of the British School at Athens, cobra vida aquí gracias a
un vídeo que lo acompaña (ver vídeo más abajo). Jeremy Tanner, catedrático de Arte Clásico y Comparado de la UCL, le acompaña en la conversación y le hace algunas preguntas.
¿Cómo llegó a desarrollar este proyecto de investigación?El Partenón siempre me ha atraído especialmente, quizá por su papel central como punto de referencia en la historia del arte y la arquitectura. Hace tiempo que me fascinan los espacios que ya no existen y el reto de imaginar cómo se habrían sentido. Dada mi experiencia en modelado 3D y CGI, este proyecto ofrecía una oportunidad única para explorar esa cuestión.
¿Son los efectos de iluminación que vemos en el Partenón excepcionales entre los templos griegos, o podemos ver su reconstrucción como una especie de modelo para la experiencia visual en los templos griegos en general?Según los datos que he podido recopilar, la
experiencia visual de cada templo -así como los rituales que se realizaban en su interior- variaban significativamente en función de la deidad a la que se rendía culto, el origen del culto y el contexto geográfico del templo. Sin embargo, a partir del siglo V a.C. y a medida que nos adentramos en el periodo helenístico, se observa un marcado aumento de la escenificación consciente de la experiencia religiosa.

© University of CambridgeVista frontal enriquecida del interior del Partenón.
En su vídeo, ¿por qué vemos grietas en el rostro de la estatua de Atenea?El rostro y los brazos de la estatua de Atenea, de 12 metros de altura, fueron tallados en marfil. Kenneth Lapatin realizó un estudio detallado de la estatuaria criselefantina y sugirió que Fidias pudo haber utilizado una técnica que consistía en desenrollar el marfil y luego ablandarlo -posiblemente mediante un proceso de calentamiento controlado- para crear chapas que se pegaban entre sí. En el vídeo, quería que los espectadores tuvieran una idea adecuada de su materialidad, y también del hecho de que, como material orgánico, el marfil se descompone.
¿Qué sabemos del mobiliario de la cella del Partenón y cómo pudo influir en la experiencia visual?Nuestro conocimiento del mobiliario del Partenón procede principalmente de los inventarios antiguos, muchos de los cuales han sido analizados minuciosamente por estudiosos como Diane Harris Cline. Estos detallados registros revelan que los templos no eran espacios estáticos y vacíos (como sugieren muchas reconstrucciones), sino que a menudo actuaban como museos, salvaguardando objetos de valor tanto material como emocional. Resulta especialmente sorprendente saber que el Partenón albergaba un gran número de incensarios y objetos militares. Es probable que estos quemadores estuvieran en uso, lo que habría alterado sustancialmente la experiencia visual y olfativa del templo.

© University of CambridgeVista en perspectiva de la estatua de Atenea en el Partenón.
¿En qué medida se seleccionaron los materiales con los que se construyó el Partenón por sus propiedades ópticas, y fueron tratados para potenciarlas?Los principales materiales utilizados -mármol, oro y marfil- se eligieron probablemente por su luminosidad inherente. Cuando están finamente trabajadas y pulidas, cada una de estas sustancias posee una notable capacidad para reflejar y refractar la luz. Como se ilustra en el vídeo, el efecto visual al entrar en el Partenón es de reflectividad dinámica: la estatua de Atenea parece emerger gradualmente de la oscuridad circundante, una auténtica visión epifánica.
La forma de utilizar la luz en el templo griego, ¿es algo exclusivo de los griegos o aprendieron de otras civilizaciones?Se trata de una cuestión compleja de evaluar. Un posible enfoque consiste en adoptar una perspectiva macroscópica, considerando la relación entre la luz solar, la arquitectura y el simbolismo religioso en toda la cuenca mediterránea como parte de un continuo cultural más amplio, una especie de koiné. A esta red regional hay que añadir también Mesopotamia e incluso la India, regiones que hoy en día se considera que mantuvieron importantes intercambios culturales e intelectuales con la antigua Grecia. Sin embargo, aunque las respuestas arquitectónicas a la luz pueden mostrar elementos compartidos entre estas culturas, cada sistema religioso desarrolló su propia comprensión y uso de la luz. Por ejemplo, la concepción griega de la luz solar difiere significativamente de la egipcia, reflejando cosmologías únicas -incluso si sus expresiones arquitectónicas a veces convergían en forma y orientación.
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