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Mientras la limpieza de Palestina prosigue, en Paris Egipto e Israel se reúnen para decidir el destino de millones de ciudadanos, los cuales serían asignados en campos en el desierto, a cambio de un préstamo de 10 mil millones de dólares.
La tragedia que se está perpetrando ante los ojos de todos nosotros, si estamos prestando atención, deja al descubierto el balance de poder global, quienes manejan los hilos, y como se chantajean a los líderes para permitir masacres en el mundo.
En Europa, Macron y Scholz, los líderes de las dos superpotencias del viejo continente, hacen el ridículo cada uno por su lado, el primero aludiendo al envío de tropas de la OTAN a Ucrania, y el otro revelando secretos sobre los planes de la OTAN contra Rusia, mientras esto ocurre la CIA admite haber tenido bases en las fronteras rusas por 10 años, algo que confirma lo que Moscú venía diciéndonos a todos. Todo esto ocurre, mientras en sus propias tierras, los agricultores siguen marchando en contra de sus gobiernos.
En EEUU, el año electoral continúa dejándonos joyas sobre la decadencia del imperio, Biden un señor senil que no puede recordar cuando falleció su hijo, es defendido por la Casa Blanca y el resto de los demócratas, mientras Trump sigue enfrentando obstáculos para ser candidato de los republicanos, esta vez en Illinois.
Comentario: El Daily Mail aclara aún más los comentarios: Y desde The Telegraph: Mientras tanto, la cobertura de la prensa en general parece dar vueltas al asunto, como en el siguiente artículo de The Standard: Si bien esto podría atribuirse a luchas internas y/o incompetencia (y se produce en medio de la reciente vergüenza de la Marina alemana), con la admisión de EE.UU. sobre las bases de la CIA estacionadas en Ucrania desde 2014, los llamamientos de Macron para enviar tropas francesas a Ucrania y la aparente necesidad de Occidente de escalar las cosas, uno no puede dejar de preguntarse si es, al menos en parte, sentar las bases para una provocación.
Aunque quizá eso sea dar demasiado crédito a las desesperadas y torpes, aunque siniestras, marionetas del establishment.
En cualquier caso, el resultado parece que será el mismo: nótese que la respuesta de Rusia es que, efectivamente, parece estar gestándose una confrontación directa (oficial):