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El sistema ferroviario francés sufrió trastornos el pasado fin de semana por doce suicidios en las vías, un número "excepcional" que preocupa a las autoridades y confirma según ciertos estudios una tendencia relacionada con las dificultades en tiempos de crisis.

Según la compañía, cada año hay de media un suicidio al día en toda la red ferroviaria y los 12 suicidios durante el fin de semana largo de Pentecostés -uno el viernes, tres el sábado, cinco el domingo y tres el lunes- son un número "excepcional", dijo la SNCF sin dar cifras comparativas.

El tráfico ferroviario volvió a la normalidad este martes tras las importantes perturbaciones del lunes en los trenes de alta velocidad entre París y el sur y el suroeste del país, en un fin de semana largo marcado por retrasos e incidentes de todo tipo.

Según Michel Debout, un médico especialista del suicidio, el número elevado de muertes refleja la dureza de la crisis económica y es una forma de protesta "no siempre consciente" contra la situación.

"En el suicidio hay algo relacionado con la protesta, no siempre consciente, como si fuera una manera de poner a la sociedad como testigo", dijo Debout, jefe del servicio de medicina forense del hospital de Saint-Etienne en una entrevista con la AFP.

"Es la misma problemática cuando hay una inmolación, se toma a la sociedad como testigo", explica el médico, ex presidente de la Unión Nacional Para la Prevención del Suicidio (UNPS).

"Estos suicidios, unos detrás de otros, también reflejan la situación de crisis, con amenazas sobre el empleo, la pobreza, el endeudamiento excesivo y un número en aumento de personas que tienen dificultades para hacer frente a las realidades de la vida", explica el doctor.

Según Michel Debout, la crisis habría provocado 750 suicidios más por año en Francia desde el principio de 2008, una cifra que no se puede sin embargo verificar a falta de un "buen instrumento" para comprender el fenómeno.

Desde 1993 este médico pide la creación de un centro de estudio del suicidio en Francia, un país donde cada año unas 11.000 personas ponen fin a su vida voluntariamente.

Francia está en el grupo de países de Europa del oeste con un número de suicidios elevado, indicó la semana pasada el Alto Consejo de la Salud Pública en un informe sobre la salud de la población.

El país tiene además una tasa particularmente alta de suicidio masculino, junto a Finlandia y Austria, según el informe, una cifra que supone un 2,5% más que el Reino Unido, según el informe.

Michel Debout destaca el "aumento preocupante" del número de suicidios entre los hombres de entre 40 y 50 años, una franja de edad particularmente afectada por el paro, la precariedad y las presiones sociales de todo tipo.

Pero sin un instrumento fiable no existe ninguna estadística para relacionar los suicidios con el endeudamiento o el paro, recuerda el profesor.

"Hoy no sabemos cuántas de las personas que mueren por suicidio estaban en el paro. Es uno de los elementos que necesitaríamos" para comprender mejor el fenómeno, según el doctor Debout.

El número de suicidios que se declara en Francia, que se consideran inferior en un 10% a la realidad por la reticencia de los médicos y las familias, se recopila con dos años de retraso a través del Instituto Nacional de Salud y de Investigación Médico (Inserm).