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© DesconocidoLa postura de Tomislav Nikolic sobre Srebrenica coincide con las opiniones que mantienen los sectores nacionalistas serbios más recalcitrantes sobre la guerra de Yugoslavia.
El presidente de Serbia, el ultranacionalista Tomislav Nikolic, negó la existencia de la matanza de Srebrenica, una ciudad de Bosnia donde en julio de 1995, durante la guerra por la independencia que tuvo lugar en este país de la antigua Yugoslavia, las unidades del Ejército serbobosnio a las órdenes del general Ratko Mladic y grupos paramilitares asesinaron a unos 8.000 adultos y jóvenes de origen musulmán.

La justicia internacional calificó la masacre de "genocidio" y capturó a sus dos principales responsables, el general Mladic, que se sentó recientemente en el banquillo de los acusados en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) de La Haya, y el presidente de la República Srpska (serbios de Bosnia), Radovan Karadzic.

Para el flamante jefe del Estado serbio, que procede de los sectores nacionalistas más intolerantes, la justicia internacional está equivocada. En una entrevista a la televisión de Montenegro difundida por Internet, el populista Nikolic declaró: "No hubo genocidio en Srebrenica. Es muy difícil acusar y probar ante un tribunal que un acontecimiento tuvo la característica de un genocidio". Según el primer mandatario de Serbia, la matanza de Srebrenica fue simplemente "un gran crimen cometido" por algunos de sus compatriotas, a los que hay que "encontrar, juzgar y condenar".

La postura de Nikolic sobre Srebrenica coincide con las opiniones que mantienen los sectores nacionalistas serbios más recalcitrantes sobre la guerra de Yugoslavia. Afirman que durante la contienda que desmembró al Estado federal yugoslavo, los serbios no cometieron más crímenes que otros pueblos, como el croata y el bosnio, y fueron víctimas del acoso militar de la OTAN, las presiones de Estados Unidos y la UE y una campaña de desprestigio europea. Los grupos nacionalistas más ultras afirman incluso que los crímenes de guerra, como la matanza de Srebrenica, son un invento de los potencias occidentales o gestas heróicas.

Cambio cosmético

Tomislav Nikolic ha moderado su discurso nacionalista radical por una cuestión meramente táctica: lograr votos de sectores moderados descontentos con la situación económica y que Serbia pueda ingresar en la UE. Pero a grandes rasgos, sigue defiendo las mismas barbaridades que cuando era vicepresidente de Slobodan Milosevic y miembro del Partido Radical Serbio. La victoria en las urnas que logró Nikolic el pasado 20 de mayo sobre el ex presidente europeísta y reformista Boris Tadic hizo cundir la alarma en Bruselas. Los dirigentes europeos temen que el cambio en la presidencia serbia complique el proceso de adhesión al club comunitario del país ex comunista y añada un nuevo factor de inestabilidad en los Balcanes.

En la UE con Kosovo

Un día antes de hacer estas declaraciones sobre Srebrenica, Tomislav Nikolic defendió la integración de su país en la UE, pero sin renunciar a Kosovo, un territorio de mayoría albanesa que se independizó de Belgrado en 2008. Durante el acto de juramento del cargo, Nikolic declaró: "Deseo una Serbia que será miembro de la Unión Europea y que no renunciará nunca a su integridad, a Kosovo". Aún así, Nikolic se pronunció a favor de reanudar "enseguida" el diálogo con los dirigentes de Pristina y defendió "una política de consenso" entre los partidos serbios respecto del joven Estado soberano. Kosovo ha sido reconocido por Estados Unidos y los principales países de la UE, pero grandes potencias como Rusia, China e India se han opuesto a su independencia.

Nikolic, que tiene 60 años, es un ferviente pro-ruso, y en su intervención defendió las relaciones con Rusia y el papel de Serbia como intermediario entre el Oeste y el Este del Viejo Continente. "Quiero una Serbia diferente, por fin unida en la lucha por una vida mejor, una Serbia liberada del miedo, una casa con dos puertas, una en el Este y otra en el Oeste", indicó el nuevo presidente. El 11 de junio se celebrará la ceremonia de investidura del nuevo jefe del Estado, en Belgrado, en presencia de invitados extranjeros. La primera visita oficial de Nikolic está prevista en Bruselas a mediados del mes de junio.