La ley canadiense que prohibía el suicidio asistido fue declarada "inconstitutional" este viernes por una jueza de la Suprema Corte de Justicia de Colombia Británica (oeste), que autorizó a una mujer enferma de 64 años recurrir a ese método para poner fin a su vida.

La magistrada suspendió, sin embargo, por un año la aplicación general de la medida, para darle tiempo al parlamento para modificar la ley. Gloria Taylor, la enferma de 64 años, fue objeto de una medida de excepción.

En su decisión, de un total de 395 páginas, la jueza Lynn Smith estima que la ley canadiense es discriminatoria y se refiere directamente a la situación de Taylor, una de cinco demandantes, que padece desde hace cinco años esclerosis lateral amiotrófica (SLA, o mal de Charcot).

Esta enfermedad neurodegenerativa se traduce por una parálisis progresiva de todo el cuerpo, acompañada en ocasiones de demencia. La esperanza de vida de un paciente varía entre dos y cinco años y concluye con una parálisis de los pulmones en medio de grandes sufrimientos.

Según la jueza, en la medida que el suicidio no es ilegal en Canadá, la ley que penaliza el suicidio asistido contraviene la Carta de derechos y libertades, que garantiza la igualdad entre los canadienses, según un resumen del fallo publicado por la cadena pública CBC.

Si se aplicara la ley actual, las personas válidas tendrían más derechos que las inválidas o las minusválidas.

"El impacto de esta diferenciación es percibido de manera particularmente viva por personas como la señora Taylor, gravemente enfermas, condenadas, inválidas o a punto de estarlo, pero que disponen de todas sus facultades mentales y que desean conservar el control sobre los últimos momentos de su vida", escribe la magistrada.

La Coalición de prevención de la eutanasia, que se opone al suicidio asistido, calificó por su lado de "ingenua" la decisión de la jueza, argumentando que puede preverse que se asista a desbordes de la decisión.

Lynn Smith precisó que su fallo se aplica sólo a "adultos lúcidos, plenamente informados, que no tengan dudas, libres de toda forma de presión psicológica y no diagnosticados cono depresivos y que soliciten personalmente (no a través de un tercero) el suicidio asistido por un médico".