Un cerebro en condiciones casi perfectas fue encontrado dentro del cráneo de una persona que se estima, sufrió una decapitación hace más de 2.600 años atrás. El hallazgo es considerado como el mejor conservado del mundo.

cerebro de 2.600 años de antigüedad
© Desconocido
La calavera humana fue encontrada en un pozo anegado de la ciudad de Heslington, Yorkshire, en el Reino Unido, y de acuerdo a los análisis realizados, habría pertenecido a un hombre de la Edad de Hierro, que habría sido ahorcado y decapitado, para luego dejar caer su cabeza a un pozo, se estima unos 2.684 años atrás.

Los científicos creen que la inmersión en el entorno líquido del pozo ayudó a preservar el tejido cerebral humano.

Para Sonia O'Connor, investigadora post-doctoral en la Universidad de Bradford, "el cráneo de la Edad de Hierro temprana pertenecía a un hombre, probablemente de unos treinta años y a pesar de que la causa de muerte rara vez es posible determinar en restos arqueológicos, en este caso, el daño a las vértebras del cuello es consistente con un ahorcamiento. Luego, la cabeza fue cuidadosamente separada del cuello utilizando una hoja pequeña, como un cuchillo", agregó O'Connor

Sonia y sus colegas sugieren que una serie de acontecimientos fortuitos lograron preservar el órgano en tan buen estado. Poco después de que el hombre fuera asesinado, su cabeza debe haber sido colocada o se cayó en el pozo anegado que estaba libre de oxígeno. Mientras que otras partes blandas del cuerpo humano no puede mantenerse bien bajo esas condiciones, el ambiente húmedo que parece haber sido perfecto para mantener el cerebro "fresco", "debido a la diferente composición química del tejido cerebral", dijo O'Connor.

Glen Doran, director del departamento de antropología de la Universidad Estatal de Florida, dijo que dos aspectos del nuevo estudio inmediatamente le resultaron notables. En primera instancia la confirmación de que algunos órganos se conservan en sitios húmedos, al contrario de lo que suele suceder cuando se piensa en ámbitos secos y fríos. Por otra parte quedó sorprendido por la velocidad con la que se logró realizar un estudio preliminar para obtener la información más importante del hallazgo.

Basándose en este descubrimiento y otros conocidos cerebros prehistóricos humanos intactos, se ha llegado a la conclusión de que el entierro rápido en un entorno acuoso, así como una continua inmersión, son esenciales para la preservación de tejido cerebral humano. "El cráneo está bien diseñado para proteger el cerebro en vida y puede, en las circunstancias adecuadas, permanecer en servicio mucho tiempo después de la expectativa normal", concluyó Doran.(MAPC)