Unidades especiales de la Policía de Los Ángeles y San Diego han detectado que pandilleros de esas ciudades han viajado a México para recibir entrenamiento paramilitar de los cárteles de la droga.© Archivo / APEl temor de las autoridades es que sean los pandilleros quienes traigan a Los Ángeles la guerra de las mafias mexicanas.
Integrantes de la banda Logan Heights, una de las más temidas de San Diego, cruzan la frontera para ser adiestrados en el manejo de rifles de asalto, granadas y pistolas en ranchos clandestinos del cártel de los Arellano Félix. Algunos se quedan allá para trabajar como sicarios.
Igualmente, pandilleros de Los Ángeles han sido preparados allá para defender sus actividades ilícitas de grupos antagónicos y de las fuerzas del orden, revela un informe del Centro de Evaluación de Amenazas de California (STAC), publicado a finales de 2011 y desclasificado hace unas semanas.
Ni la Policía de Los Ángeles, ni la de San Diego, dieron más detalles sobre estos hallazgos.
Bajo el título Formación utilizada por las pandillas para mejorar su preparación táctica, el reporte cita que la Agencia de Combate al Narcotráfico (DEA) descubrió además un manual de combate elaborado por el cártel de los Zetas, una organización criminal que también opera en California. Le fue encontrado a un narcotraficante asesinado en Texas hace tres años.
Otras bandas de California, cita el informe de STAC, se están preparando para la "guerra" practicando artes marciales, leyendo sobre tácticas militares y puntos vitales del cuerpo humano, se han enlistado en el Ejército o mejoran su puntería en algo que aparenta ser un simple juego: con pistolas de pintura.
"Los pandilleros tratan de prepararse mejor para la 'guerra' en la que se involucran - si la guerra es por territorio, tráfico de drogas o por superviviencia", señala el documento.
Múltiples bandas como Mongols, Hells Angels, Newhall 13 y Public Enemy Numer One (PENI) utilizan cuadriláteros de Artes Marciales Mixtas (MMA) y boxeo para mejorar sus habilidades de pelea. No está claro si lo hacen antes, durante o después de afiliarse al grupo.
Los Sureños, una banda que opera en las prisiones, está obligando a sus miembros a realizar rutinas de acondicionamiento físico mientras se encuentran en los patios de los reclusorios. Sus integrantes también han sido descubiertos leyendo libros de texto para aprender a ubicar los puntos vitales y principales arterias del cuerpo y enfocarse en éstos cuando pelean, revela STAC.Entre la bibliografía que está adiestrando a los pandilleros en las batallas callejeras se encuentran varios libros sobre la guerra, que explican tácticas militares y preparan mentalmente a los individuos para los conflictos bélicos.
Jorja Leap, escritora del libro
"Jumped in: What gangs taught me about violence, drugs, love and redemption", explica que toda esta capacitación refleja el interés de quienes llama "empresarios ilegales" por perpetuar y extender sus operaciones ilícitas.
"La diferencia es que usan este entrenamiento en sus redes empresariales. No son grupos especiales, son seres humanos con intereses, energía; el problema es que están en el camino criminal", dijo Leap.
Si bien algunas de estas actividades son legales (boxear, ejercitarse, leer), el Centro de Evaluación de Amenazas de California las considera un riesgo potencial para las fuerzas del orden.
"Las pandillas a menudo atacan a las agencias policiacas y sus integrantes podrían usar el entrenamiento para agredir a policías, evadir arrestos o evitar detenciones", advierte.
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