Científicos chilenos y españoles las hallaron a dos metros bajo tierra en condiciones extremas.

desierto de Atacama
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Es el lugar más árido del mundo, pero no por ello carece de vida. El desierto de Atacama alberga algunas de las más extrañas especies del planeta y que por años han alentado a científicos a estudiarlas para ver la posibilidad de encontrar extrañas formas de vida en otros planetas, especialmente Marte.

Ahora, científicos de la U. Católica del Norte (UCN), en colaboración con científicos del Centro de Astrobiología de España, encontraron un verdadero "oasis" de estos microorganismos bajo tierra, en una zona cercana al gran salar de Atacama, al sur de Iquique.

Los expertos hallaron bajo dos metros de la superficie una gran cantidad de bacterias, arqueas (microorganismos primitivos) y restos biológicos, los que no necesitan luz solar ni oxígeno para alimentarse.

De hecho, los organismos viven en una capa compuesta por sal y otros minerales, como anhidrita y perclorato, que no son materiales ideales para sostener vida. Sin embargo, Víctor Parro, líder de la investigación del centro español, señala "que basta que los minerales atrapen películas de agua de la superficie para que los microorganismos se desarrollen", dice a La Tercera.

Para Parro, quien hizo el hallazgo en conjunto con un equipo conformado por Guillermo Chong-Díaz y Cecilia Demergasso, de la UCN, se trata de un gran descubrimiento que permite ahondar en un objetivo mayor: encontrar indicios o desarrollar técnicas que permitan hallar vida en otros planetas. "Por ejemplo, es factible que en Marte haya algo similar. Se sabe que allí existen depósitos salinos que se han descubierto por diferentes sondas, y que hubo agua en el pasado, y que ahora está congelada", dice.

Tecnología para Marte

Sin ir más lejos, el hallazgo fue hecho con tecnología que podría incluirse en futuras misiones al planeta rojo. Se trata de un instrumento llamado Signs of Life Detector (Solid, por sus siglas en inglés).

Este aparato detecta hasta 450 anticuerpos presentes en bacterias, o pequeños rastros de moléculas, azúcares e incluso ADN. "Lo que queremos es extrapolar este hallazgo para misiones a planetas como Marte", dice Parro.

Los expertos esperan ahora profundizar el estudio de los microorganismos, que en este momentos se encuentran en los laboratorios de la UCN y del Centro de Astrobiología de España.