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© desconocidoLa misteriosa muerte en una cárcel israelí en diciembre de 2010 de un posible exespía australiano-israelí del Mosad daba lugar este jueves a una creciente polémica en Israel
El Mossad, el servicio de inteligencia exterior de Israel, trató de impedir que la prensa publicara las revelaciones de la televisión australiana sobre el misterioso 'Prisionero X', encontrado ahorcado en 2010 en una celda israelí de alta seguridad, un caso que ocupa los titulares desde hace varios días.

"Mis fuentes me dijeron que para el Mossad y el servicio de seguridad interior de Israel, el Shin Beth, 'todo el mundo fue movilizado'", escribió el viernes en el sitio internet de la Australian Broadcasting Corporation (ABC) Trevor Bormann, el periodista autor de la primicia.

"Sus informadores les dijeron que los grandes medios israelíes tratarían seguramente de aplicar -a regañadientes- el 'blackout' total impuesto a este caso, que la tarea principal de los censores consistiría en 'retirar' los escritos de los blogueros que darían los enlaces hacia nuestra historia", agregó.

ABC identificó el martes al prisionero que fue hallado colgado en una celda de alta seguridad de la prisión de Ayalon, cerca de Ramleh, al sur de Tel Aviv, en diciembre de 2010. Se trata de un judío australiano de 34 años, Ben Zygier, reclutado por el Mossad, el servicio de inteligencia exterior israelí, según ABC.

El misterio sobre las circunstancias de la muerte del que los medios de comunicación israelíes llaman "Señor X", debido a la censura impuesta sobre ese caso, ocupa las primeras planas desde el martes y desencadenó una polémica mediática y política en Israel.

Por instrucciones del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, los jefes de redacción y los propietarios de los principales medios fueron convocados una hora después de la difusión del reportaje en ABC, escribió Trevor Bormann. "La reunión era dirigida por el jefe del Mossad, Tamir Pardo, en presencia del jefe de la censura", explicó.

"El jefe del Mossad pidió a los medios que no difundiesen las informaciones del programa (de ABC) Foreign Correspondent, diciendo que las mismas ocasionarían molestias considerables a los servicios de seguridad", agregó. Un jefe de redacción que asistió a dicha reunión indicó a Bormann que los participantes criticaron al jefe del Mossad.

"Se quejaron de que hace demasiado tiempo que la censura obstaculiza el buen funcionamiento de la prensa y que había que revisar (las reglas) para tomar en cuenta el cambio en el paisaje mediático", agregó el periodista australiano.

El silencio impuesto fue quebrado el martes pasado por tres diputados de la oposición que, aprovechando su inmunidad parlamentaria, interrogaron en el Parlamento al ministro de Justicia sobre este caso. Los medios de comunicación israelíes fueron autorizados a difundir las informaciones el miércoles.

Sin embargo, los motivos del arresto de Zygier y las circunstancias de su suicidio siguen siendo secretas. Según un responsable del ministerio de Justicia israelí citado este viernes por los medios de comunicación, las circunstancias de la muerte en detención del "Prisionero X" podrían conducir a inculpaciones por negligencia.

Si la investigación complementaria llega a la conclusión de que hubo negligencia en la vigilancia de Zygier durante su detención, se pronunciarán inculpaciones, precisó. El diario israelí Haaretz indicó el viernes, citando a una fuente vinculada al caso, que Israel firmó recientemente un acuerdo con la familia de Zygier otorgándole varios millones de shekels como compensación.

Bormann indicó que desde el martes habló con unos 30 periodistas, y que todos ellos dijeron que este caso "cristalizó años de resentimiento sobre la forma en que los servicios secretos suprimen toda información considerada delicada". En general, para esquivar la censura, sobre todo en los casos de inteligencia, las operaciones militares o los asesinatos selectivos, los medios israelíes utilizan las informaciones publicadas en el extranjero.

Pero en este caso, esa estrategema les fue prohibida. De acuerdo con el Sydney Morning Herald, los servicios secretos australianos piensan que Zygier estaba a punto de revelar informaciones sobre las operaciones y las prácticas del Mossad, sobre todo el uso de falsos pasaportes australianos. Al ser interrogado sobre esta cuestión, el Ministerio de Exteriores australiano indicó que no podría hacer declaraciones antes del lunes.