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Un grupo de manifestantes se ha enfrentado este domingo con la Policía en uno de los cercos que protegen al estadio Maracaná de Río de Janeiro, Brasil, poco antes del inicio de la final de la Copa Confederaciones de fútbol, a los que los agentes de la policía han respondido con bombas de gas lacrimógeno.

La confrontación se ha iniciado una media horaantes del comienzo del encuentro, después de que ese grupo lanzara objetos contra el cordón policial en la esquina de la calle São Francisco Xavier y la avenida Maracaná.

Al menos seis heridos

Según medios locales, el enfrentamiento ha dejado al menos seis heridos, todos manifestantes, aunque se desconoce su gravedad.

Ante la gran humareda de gas lacrimógeno, que se ha llegado a sentir dentro del estadio Maracaná, los participantes en la marcha se han dispersado por las calles adyacentes y algunos han entrado a bares donde en ese momento la clientela veía al partido.

La marcha, de más de mil personas, según la policía, salió de la Plaza Saens Peña, en el barrio de Tijuca, a unos dos kilómetros del estadio, hacia el Maracaná, con carteles a favor de la educación y en contra de la corrupción y la concesión del estadio a la gestión de empresas privadas, entre otras quejas.

"Maracanós" (Nosotros Maracaná) es el grito que ha dominado la concentración, dentro de la cual había un grupo de personas con los rostros cubiertos cargando mochilas, mientras que policías la acompañaban caminando junto con los manifestantes.

En protestas anteriores en las inmediaciones de los estadios donde se jugaban partidos de la Copa Confederaciones también ha habido enfrentamientos entre algunos manifestantes violentos y las fuerzas del orden.

En la Plaza Saens Peña ha ocurrido un intento de agresión a un periodista de la cadena Globo por parte de unas tres personas, según la agencia Efe.
La policía ha intervenido y detenido a dos personas, aunque tras la presión de los manifestantes los liberó.

Los participantes en la marcha también han entonado consignas contra Sergio Cabral, el gobernador del estado de Río de Janeiro, al que han tachado de "dictador".

Previamente ha tenido lugar otra movilización en la que participaron unas 5.000 personas, que también partió de la Plaza Saens Peña hasta cerca del estadio, sin que se hayan producido incidentes.

Despliegue policial y militar

La protesta ha sido contenida por un gran cordón policial desplegado un kilómetro antes de Maracaná.
A fin de garantizar la seguridad en la zona del estadio, las autoridades han movilizado un contingente de 10.600 policías, mientras que 7.400 militares han realizado labores de apoyo. Dentro del Maracaná hay otros 1.300 guardias privados.

Tres semanas de protestas

Las protestas forman parte de una ola de manifestaciones que ocurren en Brasildesde hace tres semanas para exigir mejores servicios públicos y expresar su rechazo al elevado gasto público en el torneo organizado por la FIFA, entre muchas otras reivindicaciones.

La movilización tuvo su momento álgido el pasado 20 de junio, cuando 1,2 millones de personas salieron a la calle en todo el país.