Comentario: En SOTT hemos expuesto en más de una ocasión la conspiración detrás de las fuertes campañas mundiales antitabaco y su intención de evitar el uso de la nicotina como sustancia beneficiosa. En este artículo se revela una maniobra más de esta campaña. Para un mejor entendimiento de nuestro punto de vista sugerimos la lectura de los artículos:

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La ministra de Sanidad francesa, Marisol Touraine, ha declarado la guerra al tabaco. Así lo atestiguan sus medidas, que pueden endurecerse porque en una entrevista ha reconocido que plantea ampliar la prohibición de fumar a espacios abiertos como playas y parques.

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© QuinoLa prohibición va en escalada. Pronto no será posible fumar ni siquiera dentro de nuestras propias casas...
Los estanqueros guipuzcoanos siguen de cerca la normativa francesa, máxime si se tiene en cuenta que los vecinos franceses son los principales clientes de los estancos de la muga. Porque aquí sube el precio del tabaco, «pero en Francia también». El que viene de vacaciones o a pasar el día a este lado de Biriatou, «quien más quien menos procura llevarse tabaco». Si un cartón de Marlboro cuesta aquí 47,5 euros y en Francia ronda los 62, «fíjate lo que se ahorran».

La diferencia sigue siendo grande, y no solo respecto a España. «Y si no que se lo digan a los de Luxemburgo, lo contentos que están con esta ministra. Allí hay colas para ir a comprar tabaco». Francia ha conseguido, subraya Dúo, ser el «más caro» de todos los países de alrededor. «Alemania, Suiza, Italia, España.... En todos es más barato. Por eso los franceses se van a comprar a otros sitios». Los pocos, por no decir únicos estanqueros contentos de Francia son los de Calais, a donde acuden ciudadanos del otro lado del canal a por cigarrillos, subraya el vicepresidente de los estanqueros.

En Francia, dice Dúo, «procuran poner límites a las entradas. Ahora la policía controla si la gente lleva más de cinco cartones, pero eso es ilegal y la UE ya les ha advertido un par de veces. Otra cosa es que detecten a alguien con 200 cartones».

Para el vicepresidente de los estanqueros, la política «de prohibiciones y subida de impuestos» por la que con mayor ahínco ha apostado Francia «lo único que logra es que los fumadores franceses se vayan a otro país a comprar. Por mucho que adopten ese tipo de medidas, la gente no deja de fumar. Lo que hay que hacer es educar desde pequeño, algo que están haciendo en Alemania y les está saliendo bien».