-61° Celsius, Oymyakon, Rusia
© Hannes Rada-61° Celsios, Oymyakon, Rusia
Yakutia, la capital de la república rusa más fría del mundo, registró la temperatura histórica más baja con cuarenta grados bajo cero en diciembre de 2012, pero hoy repite esas cifras. En Yakutia esta temperatura no está fuera de los normal ya que en los meses de invierno los ciudadanos rusos no bajan de los -20 grados. Es posible soportar este clima si se va bien preparado con ropa térmica, un gorro, un anorak y unos guantes, no obstante, cualquier salida al exterior es comparable a una salida al espacio.
La crisis azota a Yakutia

Yakutia afronta este año unos meses muy complicados. El abastecimiento tanto de alimentos como de combustible se agota. El diario Novie Izvestia publica que la crisis alimentaria y energética afecta a tres distritos de Yakutia. La sequía que azotó las zonas septentrionales de Yakutia en verano ahora pasa factura. Las vías fluviales por donde llegaba el alimento ahora es casi imposible que llegue a su destino.

Sin embargo, los ciudadanos aseguran que por el momento la mayoría de los alimentos están disponibles en los supermercados. La patata, un bien en abundancia, ahora ha subido su precio hasta los cuatro euros el kilo.

Desde el gobierno se llama a la calma y se asegura que las reservas de artículos de primera necesidad de cara al invierno están por debajo del 50%. El Ministerio suplirá las deficiencias alimentarias y energéticas con fondos de la agencia de reservas estatales.
La ciudad más fría del mundo vive una situación dramática pero no alarmante. Las secuelas que pueden dejar la falta de alimentos y combustible es conocida por los lugareños que ya han vivido esta situación a lo largo de su historia.

La última vez que se había registrado una temperatura similar en la capital de la también llamada República de Saja fue en 1932, ya que lo normal para finales de enero es una temperatura de cuarenta grados centígrados bajo cero, explicó a la agencia Interfax el jefe del servicio meteorológico regional, Yuri Dijtiarenko.

Yakutia, Siberia, Rusia
Yakutia, Siberia, Rusia
Yakutia, famosa por acoger el pueblo más frío de la Tierra, Oymyakon, donde en 1926 se registró la temperatura más baja del planeta (71,2 grados centígrados bajo cero), vive un invierno inusualmente frío.

"Un potente anticiclón genera una gran anomalía en toda Yakutia. Así, en ningún lugar (de la región) la temperatura sube de los 40 grados bajo cero, lo que es un fenómeno anormal. Pero no hay nada de sorprendente en estos procesos", subrayó Dijtiarenko en alusión a que los anticiclones están dentro de la normalidad.

Por su parte, el investigador de un laboratorio de geofísica térmica, Yuri Skachkov, manifestó que el clima está cambiando en los últimos años en Saja. "Antes, en los años 70 y 80, lo habitual en invierno eran bancos de niebla con temperaturas de 54-55 grados bajo cero", recordó Skachkov. Y mientras la región del Extremo Oriente ruso pasa por uno de los inviernos más cálidos de su historia, el sur de Rusia se prepara para sufrir bajas temperaturas en los próximos días. En la región caucasiana de Stavropol las temperaturas, según las previsiones meteorológicas, alcanzarán los 27 grados bajo cero, mientras que en la cercana región de Volgogrado, a orillas del río Volga, llegarán hasta los 30 grados bajo cero.

Desde la llegada del invierno, más de una docena de ciudades rusas, sobre todo en la parte europea del país, han registrado marcas récord de temperaturas cálidas. Las temperaturas derribaron en el primer mes invernal marcas históricas en la parte europea de Rusia: en San Petersburgo, los 3,9 grados de 2003 fueron superados ampliamente por los 6,6 grados del pasado 27 de diciembre, al igual que en Kaliningrado (9,2 grados), Smolensk (4,4 grados) y Pskov (8,5 grados).

Fiestas al aire libre a -20 grados

Semión Kvasha, periodista ruso del diario Rusia Hoy, nos adentra en las costumbres de los yakutos, unos ciudadanos que ven el sol una semana al año. "Se dan fiestas en las calles bastante a menudo, y es que a los yakutos les encanta realizar actividades al aire libre: cazar, ir de pesca... Además son muchos los que realizan trabajos en la calle", asevera Semión.

Los yakutos apenas comen cerdo y no les gusta demasiado el pollo, sin embargo comen carne de ciervo, de vaca y de caballo. La carne de potro es la base de la dieta de los yakutos. En la vida cotidiana hay por lo menos un elemento de ropa tradicional que está siempre presente: las botas de piel de reno, a veces decoradas con abalorios. Son caras, pero muy, muy calientes, pieza imprescindible para evitar la hipotermia.

Yakutia, en primera persona: cómo guardar agua desde otoño

El fotógrafo ruso Oleg Klimov sabe lo que es pasar frío en Yakutia. "Tradicionalmente, la gente de Yakutia usa nombres propios para cualquier fenómeno natural significativo. Al río Lena, se le conoce como 'abuela Lena' y tiene la condición de una respetada abuela, mientras los rusos se han referido tradicionalmente al río Volga, simplemente como 'madre Volga".

Dado que en Yakutia se vive en condiciones de permahielo, también extraen agua de las áreas congeladas, y en estos tiempos lo hacen igual que lo hacían hace 200 años. "El agua de caño sigue siendo un lujo aquí. Es un proceso muy laborioso el de cavar pozos de agua en permahielo y no es rentable en estos tiempos así que el agua se produce a partir de hielo que se corta del río Lena con una sierra Druzhba, que funciona con gasolina de fabricación soviética, o con aparatos especializados para serrar. Una tonelada de hielo cuesta 500 rublos (aproximadamente 17€).

Un camión puede cargar cerca de 3 toneladas de hielo, lo que no es suficiente para que dure todo el invierno. El agua que se produce a partir del hielo cuesta casi tanto como el agua mineral, porque se dice que la cristalización congela todos los tipos posibles de bacterias e infección.

En las aldeas y fuera de Yakutia, empiezan a guardar este agua 'mineral' en otoño, cuando el hielo no es todavía muy grueso. Y se distribuye como pilas de leña a lo largo de los bancos de los lagos y tributarios del Lena. "Caminas por el río y ves: aqui está el hielo que pertence a la familia de los Ivanov, y aqui el hielo de los Petrov, etc. El mejor hielo viene del agua corriente. Nadie roba el hielo de los demás. Si necesitas agua (para tomar o lavar), el jefe de la casa coge una palanca, divide el hielo más delgado, lo lleva dentro de la casa y lo coloca en un barril especial, donde lentamente el hielo se transforma en agua.

Si pasas una semana viviendo en esa casa, es posible que olvides que fuera es el siglo XXI, y también empiezas a sentir como si fueras parte de lanaturaleza, lo que en realidad todavía somos. Aunque no la mejor parte", asegura Klimov, que certifica que vivir en este tipo de clima no es tan malo ya que el frío no dura todo el año y además el cuerpo se aclimata después de tanto tiempo.