Imagen
© lmr/kt/msf
Un total de 27 muertos, 17 en Estados Unidos y 10 en Canadá, es el saldo que dejó el paso de una fuerte tormenta de nieve, de acuerdo a los datos facilitados el miércoles por el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense.

En Canadá, cinco personas perdieron la vida a raíz del envenenamiento con monóxido de carbono, proveniente de los generadores de emergencia que suministraban sus hogares.

En Estados Unidos, los gases tóxicos, asimismo, cobraron la vida de 2 personas en el estado oriental de Michigan, y otras 2 en los estados de Maine y Vermont, ambos situados en el noreste del país.

Durante las 24 horas, cuadrillas de obreros trabajaban para restaurar la energía a los damnificados y más tarde se reportó avances pese a la caída de más nieve en los Grandes Lagos, que son un grupo de cinco lagos en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá.

Los cauces de varios arroyos y ríos crecieron a causa de la nieve derretida y la lluvia, hecho que dio lugar al cierre de carreteras y túneles en Indiana, Ohio y otros estados que limitan con los Grandes Lagos.