Un tribunal de Caracas ratificó este jueves la prisión preventiva para el dirigente opositor Leopoldo López, que seguirá en la penitenciaría militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas. La fuente señaló que el tribunal confirmó las acusaciones de incendio y daños, así como las de asociación para delinquir e instigación.
La vista se realizó en el penal de Ramo Verde, al que López había sido trasladado el martes, desde las 22.00 hora local (02.30 GMT) hasta alrededor de la 1.00 (5.30 GMT).
El dirigente opositor continuará en ese centro de reclusión al menos durante 45 días.
"Termina la audiencia. Ratificada medida privativa de libertad. El cambio esta en cada uno de nosotros. No se rindan. Yo no lo haré", apareció escrito en el Twitter de López tras la decisión.El abogado Juan Carlos Gutiérrez, defensor de López, había rechazado por la tarde la decisión de la magistrada Dalenys Tovar, encargada del caso, de realizar la audiencia en la penitenciaría militar en lugar de en el Palacio de Justicia de Caracas, al considerarlo "irregular" y una "lesión constitucional".
"Se dice que celebrar la audiencia el día de este jueves aquí en los tribunales de control pudiera constituir un peligro a la vida del ciudadano Leopoldo López y lo que justifica la juez es que se está protegiendo su integridad física", explicó Gutiérrez a los periodistas antes del traslado de la magistrada y los abogados a Ramo Verde.López, que se entregó este miércoles a las autoridades, fue responsabilizado personalmente por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, de los enfrentamientos al término de una manifestación que el pasado día 12 acabó con tres muertos.
El líder de Voluntad Popular había llamado a manifestarse en la calle hasta lograr la salida del Gobierno de Maduro de manera pacífica y en el marco de la Constitución.
Comentario: Venezuela está transitando momentos dramáticos. Los recientes eventos nos ofrecen la oportunidad de observar cómo es que los hechos nunca son blanco o negro, ni buenos contra malos.
En la Venezuela convulsionada de estos últimos días puede verse a un pueblo dividido. Hay partidarios del chavismo que genuinamente apoyan al movimiento, en buena medida porque gracias a él salieron de una situación de marginación y pobreza; al mismo tiempo, gran parte de estos partidarios están siendo manipulados por el propio Gobierno venezolano como fuerza motriz para mantener limpia la imagen de una Venezuela en crisis, una Venezuela que está enfrentando las consecuencias de las prácticas demagógicas, el abuso de Poder y el hostigamiento y la censura a todo aquel que pensara distinto al movimiento chavista.
Por otro lado, la otra facción, la de los opositores, aquellos que el Gobierno acusa de "fascistas", tiene en sus filas sujetos que justificadamente alzan su voz para protestar contra los abusos, la corrupción y la falta de juicio del Gobierno actual. Al igual que la mitad chavista, el bando disidente también está siendo utilizado por élites conservadoras locales y extranjeras vinculadas a la CIA y a grandes corporaciones que desde hace años quieren echar sus garras sobre los recursos venezolanos.