Kiev, 4 mar (PL) El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, tergiversó la realidad sobre el golpe de Estado llevado a cabo por la oposición y la destitución del presidente legítimo, Víktor Yanukovich, en violación del acuerdo del 21 de febrero pasado.
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© DesconocidoPrimer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.
Yatseniuk negó que las fracciones opositoras (su partido Batkivschina entre las principales) hayan incumplido los puntos del documento, al remitirse a la decisión del Parlamento, tomado por la fuerza, de retornar a la Constitución de 2004, sin una consulta popular ni debate legislativo.

Tras la firma del acuerdo entre Yanukóvich y los líderes de la oposición, las fracciones de Batkivschina (el partido de Yulia Timoshenko), Udar y la nacionalista Svoboda reunieron a la Suprema Rada (Parlamento) el 22 de febrero y adoptaron una serie de leyes, con un legislativo asediado por las fuerzas extremistas y diputados de otras bancadas amenazados.

Unido al cambio de la Ley Fundamental, la nueva mayoría parlamentaria, aupada por Occidente, dispuso la destitución de Yanukóvich y convocó a elecciones presidenciales anticipadas para el 25 de mayo, mientras se exacerbó la persecución a los miembros de los partidos de las Regiones y Comunistas.

En su exposición ante la prensa, Yatseniuk cuestionó el hecho de que Rusia no fue parte de ese acuerdo tras recordar que el representante de Moscú se negó a poner su firma en el documento.

Según Vladimir Lukin, el enviado del Kremlin como mediador, cuando se incorporó a las pláticas en Kiev ya el texto estaba redactado, y por otro parte, no quedaba claro quién era el sujeto de ese acuerdo, unido a numerosas imprecisiones.

El flamante primer ministro, elegido la semana pasada por una nueva coalición de fuerzas en la Rada -sin las Regiones y Comunistas- esgrimió que Yanukóvich se había negado a suscribir la ley sobre la Constitución de 2004, y de tal forma el gobernante se había salido de ese pacto.

En relación con ese punto, el acuerdo, que firmaron además los representantes de Alemania, Francia y Polonia como garantes internacionales, estipulaba un cambio de la Carta Magna como resultado de un proceso gradual de reformas constitucionales, con fecha de término en septiembre venidero, y por una comisión multipartidaria, con lo cual concordó Yanukóvich.

También para Yatseniuk, el nuevo Gobierno conformado sin una amplia representación parlamentaria, bajo el concepto de unidad nacional, según el acuerdo del 21 de febrero, tuvo el respaldo de una mayoría constitucional parlamentaria, que se gestó en un ambiente de violencia y amedrantamiento en el legislativo.

El primer ministro eludió, por otra parte, el descontento que provocó en otras regiones de Ucrania el curso violento de los acontecimientos en Kiev, la destitución ilegítima de Yanukóvich y el accionar impune de los comandados extremistas y de las organizaciones neofascistas.

Sobre la criticada anulación de la ley de lenguas (de 2012) por las nuevas autoridades en detrimento de la población rusoparlante en el este y sur de Ucrania, el político desmintió que se haya derogado y se restrinjan los derechos de las comunidades rusohablantes.

Anunció que un grupo de trabajo en el parlamento con participación de todas las fracciones participará en la redacción de una nueva normativa, que refleje los intereses de las minorías nacionales, adujo.

De otro lado, en Moscú, el presidente Vladimir Putin afirmó hoy en rueda de prensa que fue legítima su decisión de defender a los ucranianos, a los rusoparlantes y a los ciudadanos de Rusia, ante las amenazas de organizaciones nacionalistas. Pero aclaró que de momento no existe necesidad del envío de tropas.

El sábado último, el Consejo de la Federación (Senado) dio luz verde a Putin a usar las fuerzas armadas en territorio de Ucrania, hasta una normalización de la situación allí. Previamente, el mandatario en calidad de Comandante en Jefe presentó esa solicitud al Senado.

Mientras tanto, continuaba este martes el forcejeo entre el poder central de Kiev y el Gobierno de la República autónoma de Crimea. La Procuraduría de Ucrania presentó una demanda en el tribunal administrativo de la capital en contra de las decisiones de la Suprema Rada de esa península.

Las autoridades de Crimea no reconocen la legitimidad del poder central en Kiev, en tanto el presidente designaso Alexander Turchinov declaró ilegal la designación de Sergueí Aksionov, del partido Unidad Rusa, como nuevo primer ministro de esa república.

Según el canal Noticias 24 horas, Aksionov informó que el referendo sobre el estatus de los poderes de esa república podría adelantarse incluso al 30 de marzo. El Consejo Supremo (la Rada) de Crimea nombró hoy a un nuevo procurador de la República.

Persisten al mismo tiempo otros conflictos con las nuevas autoridades ucranianas en las ciudades de Donets, Odessa, Zaparozhe, Járkov, Nikolaev y Jersón.