Se trata de cuatro alumnos de la escuela de secundaria Longhill, en la localidad de Rottingdean (sureste de Inglaterra), en la que el pasado martes alrededor de veinte estudiantes fueron a clase en pantalón corto para combatir el calor.
En consecuencia, algunos estudiantes fueron enviados a sus casas, mientras que otros fueron suspendidos por un día. Sin embargo, cuatro adolescentes, Michael Parker, Kodi Ailing, George Boyland y Jesse Stringer, todos de 14 años, encontraron una solución ingeniosa y aparecieron el jueves en el centro escolar vistiendo faldas.
Como la curiosa medida cumplía con la normativa escolar de llevar uniforme oficial, el colegio no tuvo más remedio que permitirles usar las faldas. De hecho, la directora del colegio, Kate Williams, dijo que "podían usar cualquier prenda permitida del uniforme escolar".
Comentario: Los directivos del colegio no sólo demostraron ser absolutamente irracionales exigiendo el cumplimiento de una normativa en contra de toda lógica y sentido común, sino que además, una vez que los jóvenes aparecieron en faldas y quedó demostrado lo ridículo de la norma, no reconocieron su falta de sensatez y prefirieron quedar como auténticos idiotas a aceptar su error.
La madre de uno de los cuatro niños expulsados del colegio se quejó de que no "era justo que los niños tuvieran que ponerse pantalones negros en el día más caluroso del año mientras que las niñas podían usar faldas". Además, denunció que "a los escolares no les dejaban tomar agua durante la clase y que el colegio no dispone de aire acondicionado".
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