La reciente mejora de los lazos entre China y Filipinas ha hecho fracasar las 'conspiraciones' de algunos países para agitar problemas en el mar del Sur de China.

Así lo declaró el sábado el canciller chino, Wang Yi, en alusión a una visita a China que llevó a cabo en octubre el presidente filipino, Rodrigo Duterte, la cual rebajó de manera considerable las tensiones entre Pekín y Manila por el caso de las disputas territoriales en el mar de la China Meridional.

Wang Yi
© Hispan TVEl ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi.
En julio, Filipinas ganó un caso ante el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, que rechazó la soberanía del gigante asiático en el mar de China Meridional, lo que Pekín refutó con argumentos y aseguró que sólo el diálogo puede solventar la disputa entre ambas naciones.

En ese sentido, las fuentes oficiales chinas dijeron en octubre que durante la visita de Duterte ambos países alcanzaron un consenso sobre el caso del mar de la China Meridional para resolver su disputa a través del diálogo.

Al hablar en un foro académico, el ministro chino de Asuntos Exteriores dijo que la visita de Duterte señaló una importante mejora en los lazos bilaterales.

Wang no nombró a ningún país, pero China ha culpado frecuentemente a Estados Unidos y sus aliados asiáticos como Japón, por interferir en el mar de China Meridional y perturbar la seguridad de la zona.

Duterte, que desde su llegada al poder en junio ha expresado su interés en crear una estrecha alianza con China y Rusia, ha anunciado en reiteradas ocasiones su intención de 'separarse' de Washington y sus políticas 'intervencionistas'.

El reciente giro brusco de Filipinas hacia la cooperación con China en su política exterior ha sido acogido con beneplácito por Pekín que vive tensiones con Washington por reclamaciones territoriales en el mar de la China Meridional. El gigante asiático que reclama la mayor parte del mar de China, denuncia la militarización de la zona por EE.UU.