Lo que está sucediendo en EE.UU. "refleja algunas de las cosas que vimos en Alemania", pero no es por Trump, afirma Inga Andrews.

Comparar a Donald Trump con Adolf Hitler no es infrecuente entre la izquierda estadounidense, señala el portal Independent Journal Review, que ha entrevistado a Inga Andrews, nacida en la Alemania nazi, para conocer su opinión sobre tales comparaciones.

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© DesconocidoProtestantes en EEUU llevan un cartel que dice: "Esto es guerra".
Andrews, que nació en Dusseldorf durante el dominio de Hitler, confiesa que lo que está pasando en EE.UU. le "está dando escalofríos", pero no por Trump.

"La destrucción de la libertad de expresión"

La mujer sostiene que"solo porque un líder quiere orden no significa que sea como un dictador". De hecho, lo que le "recuerda más a Hitler que a cualquier otra cosa" no es Trump, sino "la destrucción de la libertad de expresión" y el "lavado de cerebros" en los campus universitarios estadounidenses, porque fue precisamente así como empezó Hitler.

Según explica Andrews, los jóvenes manifestantes, impulsados por sus profesores, están amotinándose y destruyendo propiedades; "no tienen respeto" por los ancianos ni por la libertad de expresión, pero ni siquiera "pueden decir por qué se están manifestando".

A la mujer, que tuvo que pasar por muchos obstáculos para llegar a vivir a EE.UU. cuando su madre se casó con un norteamericano, le entristece que a los niños de hoy —que "no han vivido nunca" una guerra como ella— se les enseñe "basura" en las escuelas y en los colegios, en vez de historia, que ―opina― "se repite una y otra vez".

Lo que está pasando en EE.UU. es "aterrador y triste"

Lo que sucede en EE.UU. "refleja algunas de las cosas que vimos en Alemania", y es "aterrador" y "triste", perono debido a Trump, sino debido a la mala educación, denuncia Andrews, quien afirma que no es republicana ni demócrata, y que solo quiere "que el país esté en paz".

Trump "no es como Hitler" y la teoría que afirma que sí lo es "es propaganda", insiste, para recalcar que no hace falta haber vivido en la Alemania nazi: basta con leer algunos libros sobre ese período "para ver lo equivocada" que está esa afirmación.