RTjue, 17 ago 2017 19:51 UTC
El grupo terrorista acaba de asumir la autoría del ataque en Barcelona que dejó al menos 13 muertos y unos 80 heridos.
La agencia de noticias del Estado Islámico, Amaq, acaba de confirmar que los terroristas que perpetraron el ataque en Barcelona pertenecen a la organización, informa
SITE Intel Group.La tarde de este 17 de agosto, una furgoneta
atropelló en la Rambla de Cataluña, en Barcelona, a decenas de personas, según declararon los Mozos de Escuadra (la Policía autonómica). El ataque dejó al menos
13 muertos y unos 80 heridos. La Policía de Barcelona ha calificado el atropello de
"atentado".
Según el diario
La Vanguardia, es probable que una furgoneta haya recorrido Las Ramblas desde la boca de metro, situada al inicio de la avenida, y haya impactado varios vehículos. Luego, se habría acercado a la entrada del Gran Teatro del Liceo, por la vía central, dejando
a decenas de heridos.
Pero como incluso la peor de las cosas tiene su cara buena, a la industria de la guerra me la imagino contenta por la previsible salida de sus "productos" en pro de armar más y mejor a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, a fin de que si los habitantes de este cementerio viviente levantasen pese a las mordazas, poder neutralizarlos antes de que su fuerza "rebelde" sea incontrolable. Y ello porque ya hay las fuerzas que proceden (las que debe haber: fuerzas de orden público, fuerza laboral...) y no se debe permitir rebeldías en contra del orden establecido por los que saben: que para eso estudiaron a fin de tenerlo todo estudiado para que no les falte el ganado ni las ganancias(!).
Ya sabéis: ¡En contra de la violencia, intolerancia CERO! Los cristianos de nuestras civilizaciones cristianas, deben ser buenos cristianos: aunque se digan ateos; ya que, después de todo lo habido y por haber, es lo más cómodo. Así que, a sentarse ante las TVs y periódicos impresos y a mamar de esa leche para crecer espiritualmente sanos (como personas meramente morales).
De los yihadistas no temáis torturas, hogueras, descuartizamientos u otras barbaridades. No tienen lo que hay que tener: ni siquiera carne de cañón suficiente como para plantarles cara a nuestros guardianes y sus democráticas sociedades de derechos debidamente estructuradas y protegidas en contra del terrorismo u otras rebeldías (ya sabéis que en caso necesario hay mucha gente en el paro con la que reforzarse).