El Promedio Industrial Dow Jones, que es el segundo índice más antiguo de EEUU e incluye a las 30 compañías más grandes del país norteamericano, ha caído en más de 700 puntos.
El índice bursátil S&P 500 disminuyó en 68,24 puntos y se situó en 2.643,69. El Nasdaq, por su parte, cayó en 178,61 puntos hasta situarse en 7.166,68 puntos. Según el medio Los Angeles Times, el Promedio Industrial Dow Jones y el S&P 500 han perdido todas las ganancias acumuladas durante el año.
Los inversores han huido de las bolsas y compraron bonos estadounidenses, lo que empujó los precios de estos valores a crecer y disminuir su rendimiento. Así el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años se redujo del 2,88 % hasta 2,82 %.
La caída del rendimiento de los bonos fue una mala noticia para los bancos estadounidenses, porque esta empujó las tasas de interés a decrecer. Como resultado, los valores del JPMorgan Chase se hundieron el 4,2%.
¿Qué pasó y qué consecuencias conllevará?
De acuerdo con los medios locales, el desplome de mercados bursátiles en EEUU se produjo a causa de que los inversores temieron que las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo aumentaran tras la firma por parte de Trump del memorando "dirigido contra la agresión económica de China".
Este documento prevé elevar las tarifas a las importaciones chinas con destino a EEUU, evaluadas en 60.000 millones de dólares. Aparte de eso, el documento implica introducir las restricciones en las inversiones chinas.
"Tenemos un tremendo problema. Los trato como amigos [a China], respeto al presidente Xi [Jinping]. Ellos nos ayudan en materia del problema de Corea del Norte, pero tenemos un déficit comercial (...) es el déficit comercial más grande en la historia de cualquier país en el mundo", dijo Trump durante la ceremonia de ratificación del documento, citado por CNN.
Además, el mandatario estadounidense declaró que hoy en día se vive una situación crítica en la esfera de la propiedad intelectual y acusó a China de haber robado a EEUU millones de dólares en este ámbito.
Esta fue la razón esgrimida por Washington para emplear la sección 301 de la Ley Comercial de 1974, que permite a las autoridades estadounidenses introducir sanciones contra países sospechosos de manipular el mercado.
La reacción de Pekín no se hizo esperar.
"China espera no entrar en una guerra comercial, pero eso no significa que temamos participar en ella", declararon en el ministerio de Comercio del país asiático.
China, por su parte, preparó las medidas de respuesta. Pekín anunció que planea introducir las tarifas arancelarias a más de 128 productos procedentes de EEUU, incluidas las tuberías de acero, las frutas frescas, el vino, la carne de cerdo y el aluminio reciclado, por valor de 3.000 millones de dólares, informa la revista rusa Expert.
Los inversores asiáticos y los de EEUU temen que las consecuencias de la guerra comercial entre China y EEUU afecten seriamente la economía mundial, informan los medios rusos.
"El golpe económico [de la medida de Trump] afectará tanto a China como a EEUU. Sin embargo, su efecto será más sensible en el país norteamericano porque empujará a los precios a crecer, lo que influirá negativamente en los productores y los consumidores de bienes estadounidenses", destacó Hannah Anderson, analista de J.P. Morgan.
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