Comentario: El siguiente es otro informe de investigación explosivo de la periodista búlgara Dilyana Gaytandzhieva, quien previamente informó sobre los vuelos diplomáticos de EE.UU. (y sus aliados) que transportan armas a ISIS y a las instalaciones de armas biológicas de EE.UU. en todo el mundo. La entrevistamos aquí.

Esta instalación militar es sólo uno de los muchos laboratorios biológicos del Pentágono en 25 países alrededor del mundo. Están financiados por la Agencia de Reducción de Amenazas de la Defensa (DTRA por sus siglas en inglés) bajo un programa militar de 2.100 millones de dólares, el Programa de Participación Biológica Cooperativa (CBEP), y están ubicados en países de la antigua Unión Soviética como Georgia y Ucrania, el Medio Oriente, el Sudeste Asiático y África.


El laboratorio biológico del Pentágono está muy vigilado. Todos los transeúntes en un radio de 100 metros son filmados, aunque el laboratorio biológico militar se encuentra en una zona residencial.

Experimentos secretos nocturnos
Sin embargo, vuelvo por la noche cuando el laboratorio parece estar todavía en funcionamiento. No importa cuán grande la distancia, el aire está cargado con el olor de los productos químicos. Este olor que viene del Centro Lugar por la noche se lo lleva el viento hacia la zona residencial. Los residentes locales del barrio de Alexeevka, donde se encuentra el laboratorio, se quejan de que por la noche queman en secreto productos químicos peligrosos y vierten residuos peligrosos al río cercano a través de las tuberías del laboratorio.


"Hay humo negro, rojo y verde en la noche, o especialmente temprano en la mañana alrededor de las 3 o 4 a.m. Incluso las gallinas han muerto. Pusieron una gran tubería bajo tierra y la conectaron a los desagües. Este olor viene de allí. Huele a huevos podridos y a heno en descomposición. El olor es muy fuerte y se propaga en diferentes direcciones por el viento", dice Eteri Gogitidze, que vive en un bloque de apartamentos junto al laboratorio.


Residentes: El gas venenoso mató a dos filipinos
Los vecinos recuerdan un trágico incidente que involucró a cuatro filipinos que trabajaban en el Centro Lugar. Dos de los extranjeros murieron a causa de una supuesta intoxicación por gas en su apartamento alquilado en el bloque 44 del asentamiento de Alexeevka.
"La primera vez que llamaron al servicio de emergencia nos dijeron que se habían intoxicado con pescado. Pero la segunda vez, cuando llegó la ambulancia, les salía espuma de la boca. Estaban gritando: "¡Socorro, socorro!" Cuando fallecieron, se los llevaron y lo encubrieron todo. Todo sucedió aquí", muestra Albert Nurbekyan el piso cerrado donde murieron los científicos extranjeros.
Otra testigo, Elvira Ratiani, que vivía al lado, vio a los extranjeros morir ante sus ojos. "Eran mis vecinos, vivíamos en el mismo piso, y una vez envenenados, nos pidieron que llamáramos al servicio de urgencias. Llamamos por teléfono y el servicio de emergencias los salvó. Dijeron que probablemente fue envenenamiento por pescado. La segunda vez, llamaron a la puerta y de nuevo pidieron ayuda. Había cuatro filipinos, dos de los cuales fueron salvados, pero los otros dos murieron", recuerda Elvira Ratiani, que vive en el fatal bloque 44 del asentamiento Alexeevka, justo al lado del laboratorio.
Documentos filtrados: Sangre humana y patógenos como cargamento para la Embajada de EE.UU.
Los documentos internos y la correspondencia entre el Ministerio de Salud de Georgia y la Embajada de los Estados Unidos en Tbilisi muestran los experimentos que se han llevado a cabo en el Centro Lugar. Documentos filtrados revelan que la Embajada de Estados Unidos en Tbilisi transporta patógenos, así como sangre humana congelada, como carga diplomática.


En los casos de importación a Rusia, este material biológico debe ser transportado por diplomáticos en una valija diplomática y sellado como carga diplomática.
El Pentágono: Las prostitutas están estrictamente prohibidas, no hay sexo en el extranjero
Otras instrucciones para el personal estadounidense que trabaja bajo el programa militar prohíben el uso de prostitutas, y cualquier interacción con personas de las que se pueda suponer razonablemente que trabajan como prostitutas.
Las relaciones románticas, íntimas o sexuales con ciudadanos locales o entre miembros de un equipo se desalientan fuertemente ya que "se sabe que los servicios de seguridad extranjeros utilizan la tentación de tales relaciones para explotar a funcionarios extranjeros". Como tal, una relación con extranjeros debe ser reportada a la DTRA tan pronto como sea posible, dice el documento.
Científicos estadounidenses prueban virus bajo inmunidad diplomática
El programa del Centro Lugar está a cargo de biólogos de la Unidad de Investigación Médica del Ejército de los Estados Unidos-Georgia (USAMRU-G) junto con contratistas privados estadounidenses y el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC). Ciertas zonas del laboratorio son zonas clasificadas y sólo son accesibles a ciudadanos estadounidenses con autorización de seguridad. Se les concede inmunidad diplomática en virtud del Acuerdo de cooperación en materia de defensa entre los Estados Unidos y Georgia de 2002.

Ha sido enviado a Georgia desde 2015 por el Instituto de Investigación del Ejército del Pentágono Walter Reed. Su unidad militar también opera un laboratorio separado dentro del Centro Lugar, el laboratorio de investigación del Instituto Walter Reed del Ejército. Sin embargo, cuando lo confronté a la entrada del laboratorio, negó rotundamente que trabajara en el Centro Lugar.
Sin embargo, los correos electrónicos filtrados entre el Pentágono y el Ministerio de Salud de Georgia (a continuación) lo contradicen. Joshua Bast trabaja en el Centro Lugar.
Joshua Bast es el subdirector de USAMRU-Georgia, según la correspondencia filtrada entre la unidad de investigación médica del Pentágono en Georgia y el Ministerio de Salud de Georgia. La dirección de USAMRU-Georgia indicada en ese correo electrónico oficial (anteriormente) es la dirección del Centro Lugar (16 Autopista Kakheti, Tbilisi).
¿Por qué miente un empleado del Pentágono sobre su lugar de trabajo? No he recibido ninguna respuesta. Joshua Bast se fue inmediatamente después de ser confrontado. No es el único estadounidense que trabaja en el programa del Pentágono al que se le ha concedido inmunidad diplomática sin ser diplomático. Hay seis coches diplomáticos en el aparcamiento del laboratorio, todos ellos con placas de matrícula de la Embajada de los Estados Unidos.



La ley internacional no se aplica
En virtud de un acuerdo de tres años de duración entre el Instituto del Ejército Walter Reed y el Centro Nacional Georgiano para el Control de Enfermedades (NCDC), el Pentágono ha tenido pleno acceso a la colección local de agentes biológicos mortales para estudiarlos. Estos son agentes que pueden causar ántrax, tularemia, brucelosis y peste.

Drones para esparcir mosquitos tóxicos
El trabajo que realizan los diplomáticos estadounidenses en el Centro Lugar no tiene nada que ver con la diplomacia y no entra dentro de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Joshua Best, por ejemplo, es entomólogo e investiga insectos, según un video publicado por la Embajada de Estados Unidos para promover los fines pacíficos del programa militar de Estados Unidos en Georgia.

Tales temores no son infundados, considerando una reciente patente estadounidense para un Sistema de Esparcimiento Aérea de Mosquitos Tóxicos, otorgada por la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos en 2014. La invención incluye un dron [avión no tripulado- NdT] que puede liberar mosquitos infectados.




Polvo blanco sobre Chechenia
La Agencia de Reducción de Amenazas de la Defensa (DTRA), que dirige el programa militar estadounidense en el Centro Lugar de Georgia, supuestamente ya ha realizado pruebas de campo con una sustancia desconocida en Chechenia, Rusia. En junio de 2017, los ciudadanos locales informaron sobre un avión teledirigido que diseminaba polvo blanco cerca de la frontera rusa con Georgia.
Arriba: un residente local de un pueblo de Chechenia, cerca de la frontera entre Rusia y Georgia, muestra rastros de polvo blanco en su coche, que según él es rociado regularmente en la zona.El Pentágono tiene aviones teledirigidos para la diseminación de agentes biológicos, de acuerdo con información obtenida del registro federal de contratos de los Estados Unidos. Estas pruebas de campo con drones para la dispersión de bioagentes se han realizado desde 2012 en Dugway Proving Ground, Utah. La instalación militar no sólo produce agentes biológicos vivos que incluyen ántrax, toxina botulínica, tularemia, etc. bajo el pretexto de estudiarlos, sino que también los disemina a través de aerosoles, polvos y explosivos, como se demostró en un Informe del Ejército de los Estados Unidos de 2012.
Arriba: una oferta de trabajo comercial del ejército de los EE.UU. para pruebas de campo con agentes biológicos y drones está publicada en un sitio web de contratos federales de los EE.UU.Documentos y fotos del ejército de los Estados Unidos muestran que el Pentágono ha desarrollado varios métodos de difusión de ataques de bioterrorismo, incluso con explosivos.
Fuente: Reporte de Capacidades 2012, Centro de Pruebas West Desert
Además de tener varias capacidades militares para dispersar agentes biológicos, la DTRA también tiene acceso total a las fronteras rusas, concedido bajo un programa militar llamado Proyecto de Seguridad Fronteriza Terrestre de Georgia. Las actividades relacionadas con este proyecto han sido subcontratadas a una empresa privada estadounidense, Parsons Government Services International. Parsons ha obtenido un contrato de 17,7 millones de dólares en el marco del proyecto de seguridad fronteriza del Pentágono en Georgia. La DTRA ha contratado anteriormente a Parsons para proyectos similares de seguridad fronteriza en Líbano, Jordania, Libia y Siria. Curiosamente, un subcontratista que trabaja en este proyecto de seguridad fronteriza, TMC Global Professional Services, también ha sido contratado por la DTRA para obtener apoyo científico en el Centro Lugar. La misma empresa norteamericana TMC, que trabaja en el Centro Lugar, también vigila las armas de destrucción masiva en las fronteras georgianas. El proyecto coincide con el incidente de la difusión de pólvora que se informó y filmó en la vecina Chechenia, cerca de la frontera georgiana.
Contratistas privados
La Agencia de Reducción de Amenazas de la Defensa (DTRA) ha subcontratado gran parte del trabajo bajo el programa militar a empresas privadas, que no responden ante el Congreso, y que pueden operar más libremente y moverse fuera del estado de derecho.

Documentos filtrados revelan otra compañía involucrada en el programa en Georgia: Booz Allen Hamilton.

El Pentágono ha gastado al menos 161 millones de dólares en el Centro Lugar en Tbilisi bajo un contrato con el contratista privado estadounidense CH2M Hill. Esto representa la mitad de la suma total de 361,4 millones de dólares que la compañía había recibido para operar los laboratorios biológicos del Pentágono en Georgia, Uganda, Tanzania, Irak, Afganistán y el sudeste asiático.
Según CH2M Hill, la compañía estadounidense ha asegurado agentes biológicos y ha contratado a antiguos científicos de guerra biológica en el Centro Lugar. Se trata de científicos que trabajan para otra compañía estadounidense que participa en el programa militar en Georgia: el Instituto Battelle Memorial.
Battelle, como subcontratista de 59 millones de dólares en el Centro Lugar, tiene una amplia experiencia en la investigación de agentes biológicos, ya que la compañía ha trabajado en el Programa de Armas Biológicas de EE.UU. bajo 11 contratos anteriores con el Ejército de EE.UU. en el pasado. Fuente: US Army Activities in the US, Biological Warfare Programs, vol. II, 1977, p. 82.
La misma compañía también trabajó para la CIA bajo el Proyecto Clear Vision (1997-200). Su objetivo declarado era reconstruir una bomba de ántrax de la era soviética para probar sus características de diseminación. La operación clandestina CIA-Battelle fue omitida de las declaraciones de la Convención sobre Armas Biológicas de Estados Unidos presentadas ante la ONU.


Le pedí al subsecretario de Salud de los Estados Unidos, Robert Kadlec, que comentara durante una conferencia sobre armas biológicas en el Parlamento Europeo en Bruselas, y fui inmediatamente expulsada de la conferencia.
Armas biológicas étnicas
Los documentos revelan algunos de los proyectos financiados por el Pentágono. Entre ellos, proyectos relacionados con Rusia. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha estado recolectando específicamente muestras de ARN ruso y de tejido sinovial, lo que lleva a que Moscú tema la existencia de un programa encubierto de armas biológicas dirigidas contra etnias.
El Pentágono también ha estudiado la cepa de ántrax ruso en el Centro Lugar, para la cual Rusia tiene una vacuna, una cepa rusa de Yersinia Pestis (que causa la peste), así como la secuencia genómica de la cepa rusa del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea y del Congo.


Los georgianos son utilizados como conejillos de Indias de laboratorios
Los correos electrónicos del ministro también revelan otro proyecto estadounidense sobre la hepatitis C en Georgia, incluyendo casos de muerte. El estudio piloto del Centro para el Control de Enfermedades de EE.UU. en Georgia se llama "Diagnóstico simplificado y monitorización de pacientes infectados con hepatitis C en entornos rurales de atención primaria utilizando una terapia antiviral pangenotípica recientemente aprobada". Se designa como información confidencial. El Ministerio de Salud de Georgia ha firmado un acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos y la empresa farmacéutica privada estadounidense Gilead. De acuerdo con este acuerdo, la parte estadounidense proporciona medicamentos gratuitos para el tratamiento de la hepatitis C. A cambio, la empresa privada estadounidense no puede ser considerada responsable de ningún daño (intencional o no) que pueda resultar del programa. El acuerdo está firmado por David Sergeenko, de la parte georgiana.
El Ministro de Salud de Georgia, David Sergeenko, en un anuncio de medicamentos de Gilead que promueve el éxito del programa.

Los correos electrónicos filtrados entre el ministro Sergeenko y el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), que apoya el programa Hepatitic C en Georgia, revelan reuniones privadas en París entre los funcionarios del gobierno y Gilead.
Informes confidenciales: Al menos 100 casos de muerte en Georgia
Documentos confidenciales filtrados muestran al menos 100 muertes reportadas a Gilead, en los últimos 3 años, de pacientes bajo tratamiento con los medicamentos de Gilead Sovaldi y Harvoni, que les habían sido proporcionados gratuitamente.
Los georgianos han sido utilizados como conejillos de India de laboratorio para un nuevo tratamiento experimental de la hepatitis C por la empresa privada estadounidense junto con el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos. Además, en algunos de los informes de esos casos enviados a Gilead por el Ministerio de Salud de Georgia, se indica que la causa de la muerte es desconocida o no está relacionada con el tratamiento. 30 georgianos murieron durante los ensayos clínicos del fármaco, sólo en diciembre de 2015. Otros 30 casos de muerte fueron reportados en abril de 2016, también en el lapso de sólo un mes. Cabe destacar que los fármacos no son ni fármacos de reanimación de emergencia para pacientes en estado de muerte clínica, ni fármacos paliativos para el cáncer. La mayoría de las causas de muerte siguen siendo desconocidas y algunos diagnósticos no están relacionados con la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS.


El mayor accionista de Gilead es el ex ministro de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld.
El 5 de septiembre de 2018, el Departamento Anticorrupción de la Agencia de Seguridad Nacional de Georgia anunció que había iniciado una investigación sobre el programa de lucha contra la hepatitis C.
El Centro Lugar de Tbilisi, financiado por los Estados Unidos, puede haber estado involucrado en experimentos ilegales con ciudadanos georgianos, según ha afirmado el ex ministro de seguridad del país, Igor Giorgadze, citando documentos filtrados que obtuvo. Dijo que logró adquirir más de 100.000 páginas de documentos sobre la investigación realizada en el Centro Richard Lugar.
El ministro de Salud de Georgia, David Sergeenko, no respondió a mis preguntas. Los correos electrónicos filtrados muestran la reacción del ministro.

Dilyana Gaytandzhieva: Cómo me encerraron en el dormitorio de mi apartamento alquilado en #Tbilisi mientras investigaba un programa militar estadounidense que incluía un estudio piloto con 100 informes de casos de muerte. Los bomberos bajaron desde el techo y me salvaron. Gracias al servicio de Emergencias de Georgia por la rápida reacción.La policía no tiene respuesta sobre quién había entrado en el piso, quién me había encerrado y por qué, dado que no se había robado nada. Probablemente alguien no quiere que los periodistas investiguen qué productos químicos se queman en secreto por la noche en el laboratorio financiado por el Pentágono y por qué un contratista privado en un programa del Pentágono para contrarrestar los narcóticos también trabaja en el mismo laboratorio.
* Este reportaje forma parte de un documental para Al Mayadeen TV, que se emitirá el 20 de septiembre.
Sobre la autora
Dilyana Gaytandzhieva es una periodista de investigación búlgara y corresponsal en Oriente Medio. En los últimos dos años ha publicado una serie de informes reveladores sobre el suministro de armas a terroristas en Siria e Irak. Su trabajo actual se centra en programas de armas biológicas.
Comentario: Para otro excelente reportaje de Dilyana Gaytandzhieva, vea también: Ataque con agente nervioso en Salisbury revela programa de armas biológicas del Pentágono por valor de 70 millones de dólares en Porton
Todo el mundo tiene una buena idea de los tipos de alta tecnología que hoy en día los gobiernos tienen a su disposición.
La única pregunta que usted debe hacerse es: ¿Estarían lo suficientemente locos los gobiernos/el Estado Profundo de los Estados Unidos y de Occidente como para seguir esta ruta de guerra biológica contra poblaciones enemigas, en este caso los rusos?
A juzgar por la propaganda antirrusa y los trucos sucios que hemos visto en los últimos años, ciertamente parecen lo suficientemente motivados como para hacerlo.