Varios periódicos han lanzado en las últimas horas titulares en los que acusan a Rusia de haber asesinado a 18.000 personas en sus 3 años de operaciones en Siria. ¿Es esto cierto?

En realidad, sí, es cierto que los bombardeos rusos han matado a miles de personas, como lo ha declarado el propio ministerio de Defensa del país en agosto de este año. Sin embargo, como veremos, las cosas no son tal como se busca transmitir en los medios que fotocopian noticias de fuentes altamente dudosas.
Thanks Russia, Syria
© Desconocido"Gracias Rusia".
La agencia de donde provienen estos reportes es EFE, que a su vez tiene como fuente al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), sobre el que hablaremos más adelante. Veamos primero cuál es el reporte:
Al menos 7.988 civiles han perdido la vida, entre ellos 1.936 menores y 1.199 mujeres, en bombardeos de la aviación rusa desde el inicio de su intervención militar en Siria el 30 de septiembre de 2015, según el recuento publicado hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Además de los civiles, la ONG indicó que 4.875 combatientes de las facciones rebeldes e islamistas que operan en el país árabe han perecido por los ataques, así como 5.233 yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), lo que eleva la cifra a 18.096 personas muertas desde que Moscú intervino en el conflicto civil.
Eso es todo, fin del reporte. No hay ningún tipo de verificación de los datos ni una comparación con la cifra declarada por el propio gobierno ruso. Ni siquiera hay un enlace al reporte original proporcionado por el OSDH, quienes en su página tienen dos publicaciones al respecto.

En la que parecería ser su publicación inicial, enumeran los datos de esta manera:
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos documentó el número de muertos en cada uno de los tres años que se completaron hoy, domingo 30 de septiembre de 2018:

El primer año, desde el 30 de septiembre de 2015 hasta el 30 de septiembre de 2016:
- 906 niños menores de dieciocho años, 561 mujeres ciudadanas mayores de dieciocho años y 2.337 hombres mayores y jóvenes.

- 2.746 miembros de la organización "Estado Islámico".

- 2.814 combatientes de las facciones rebeldes e islámicas, el Frente Fath al-Sham, el Partido del Turkestán Islámico y combatientes de nacionalidades árabes y extranjeras.
El segundo año, desde el 30 de septiembre de 2016 hasta el 30 de septiembre de 2017:
- 493 niños menores de dieciocho años, 264 mujeres ciudadanas mayores de dieciocho años y 1.142 hombres mayores y jóvenes.

- 1.512 miembros de la organización "Estado Islámico".

- 1.079 combatientes de las facciones rebeldes e islámicas, el Frente Fath al-Sham, el Partido del Turkestán Islámico y combatientes de nacionalidades árabes y extranjeras.
El tercer año, desde el 30 de septiembre de 2017 hasta el 30 de septiembre de 2018:
- 537 niños menores de dieciocho años, 374 mujeres ciudadanas mayores de dieciocho años y 1.374 hombres mayores y jóvenes.

- 975 miembros de la organización "Estado Islámico".

- 982 combatientes de las facciones rebeldes e islámicas, el Frente Fath al-Sham, el Partido del Turkestán Islámico y combatientes de nacionalidades árabes y extranjeras.
Cabe mencionar que lo que ellos etiquetan como facciones rebeldes e islámicas probablemente se refiera a grupos terroristas que han causado la mayor parte de muertes, asedios y torturas civiles en Siria. De acuerdo con sus números, entonces, los bombardeos rusos han matado a 10.108 terroristas.

En contraste, los datos declarados por el ministerio de Defensa ruso detallan que ellos han "eliminado" a 86.000 militantes, incluidos 4.500 migrantes de Rusia y otros países de la Comunidad de Estados Independientes, a los que se suman además 830 líderes de grupos armados. Por si aún hay confusión, esto quiere decir que Rusia reporta haber matado a 86.830 terroristas en Siria.

A modo de comparación, en la otra publicación acerca de este informe del OSDH que figura en su página web, se lee lo siguiente:
Además de las fuerzas aéreas de Rusia y el régimen sirio, los aviones de guerra de la coalición liderada por Estados Unidos que combaten a Daesh también han estado llevando a cabo bombardeos sobre Siria desde septiembre de 2014.

La semana pasada, el Observatorio dijo que los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos contra Siria habían matado a más de 3.300 civiles desde que la alianza comenzó a operar contra objetivos Daesh en 2014.

El Observatorio, que depende de fuentes dentro de Siria para sus informes, dice que determina de quién son los aviones que realizaron los ataques según el tipo, la ubicación, los patrones de vuelo y las municiones involucradas.
Esta es una cifra extremadamente moderada, especialmente si tenemos en cuenta las cifras mencionadas por otras organizaciones que supuestamente investigan los reportes y hacen una verificación cruzada. En un artículo de Middle East Eye sobre este mismo reporte del OSDH mencionan que "en las investigaciones llevadas a cabo por Airwars se sugiere que desde agosto de 2015 hasta mediados de febrero de 2018, la coalición fue responsable de entre 6.137 y 9.444 muertes civiles".

Airwars es una organización que investiga los reportes de muertes civiles y alega "verificarlos", comúnmente mencionada en los principales medios de comunicación. Sus estimaciones acerca de las víctimas civiles por bombardeos rusos también son elevadas, pero resulta interesante incluir sus datos sobre la coalición ya que la prensa occidental los considera fidedignos. Sin embargo, algunas de las fuentes a las que hace referencia Airwars son simplemente brazos propagandísticos de Occidente con intereses propios en promover el conflicto sirio o hacer quedar mal a Rusia:
russian civilian death toll syria - Airwars
© Airwars, captura de pantalla.Estimación de muertes civiles a causa de los bombardeos rusos en Siria, de acuerdo a Airwars.
¿Quién dice la verdad?

Generalmente, cuando nos encontramos con este tipo de cifras, no sabemos muy bien cómo juzgarlas. Normalmente leemos el titular donde, en este caso, hablan de 18.000 personas y suponemos inmediatamente que están hablando de civiles, sin hacer la distinción con los terroristas incluidos en esa cifra. Incluso si llegamos a leer o escuchar el reporte en nuestro noticiero habitual (quien lo tomará seguramente de EFE) no harán referencia a los mecanismos para cuestionar los datos proporcionados y reflexionar sobre ellos, así que estamos a merced de creerles o desentendernos porque "es una cuestión muy complicada".

Pues sí, en realidad es muy difícil saber a ciencia cierta cuántos civiles han muerto y a manos de quién durante el conflicto en Siria,... o en cualquier otro conflicto. Investigar este tipo de cosas es una tarea que requiere el análisis de una cantidad superlativa de datos que, en general, no están fácilmente disponibles para el público. Para empeorar lo que ya de por sí es malo, quienes se supone que deberían hacer este tipo de verificaciones imparciales, es decir, las Naciones Unidas, han decido dejar de hacerlo en 2014, por lo que queda en nuestras manos procesar convenientemente los datos que nos llegan.

¿Cómo podemos entonces navegar a través de este océano de información para distinguir las mentiras y acercarnos a una verdad aproximada? Aunque no hay fórmulas mágicas, existen algunas preguntas básicas que nos ayudarán en esta tarea.

¿Quién está reportando?

En cualquier conflicto hay diferentes partes con diferentes intereses que utilizan la propaganda para orientar al público hacia una opinión favorable a sus acciones. Pero cuando hay pocos datos que puedan respaldar tal visión favorable, la propaganda se centra en acusar al enemigo de todo tipo de atrocidades con el fin de generar la animosidad necesaria para justificar un ataque contra ese enemigo.

Es por eso que la pregunta acerca de quién reporta se vuelve muy importante en este contexto. Al saber cuáles pueden ser los intereses de las fuentes de información, podremos discernir si hay "conflictos de intereses" que puedan afectar la credibilidad de sus reportes.

En el caso del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, nos encontramos una vez más con una organización altamente dudosa que básicamente está conformada por un sólo hombre que no opera desde Siria sino desde Londres. El editor de Sott.net Beau Christensen ha escrito un excelente artículo sobre esta organización. En resumen:
Oficialmente, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) es una organización radicada en el Reino Unido que provee información a la prensa de Occidente sobre los movimientos de las tropas, las políticas del gobierno y la opinión pública en Siria. Luego, la prensa occidental reimprime la información que se les da - sin hacer ninguna pregunta. Sin embargo, lo que los editores de los medios occidentales ocultan a la opinión pública es que el "Observatorio Sirio para los Derechos Humanos" no está radicado en Siria y tampoco es un observador de lo que realmente sucede allí. Se trata esencialmente de un hombre - Abdul Rahman, también conocido como Rami Abdulrahman, también conocido como Osama Suleiman - un criminal convicto por tres cargos en Siria, radicado en una pequeña casa en Coventry, Inglaterra; y su "equipo de cuatro activistas en Siria."
Como se detalla en el artículo, Rahman, quien posee lazos muy amistosos con el gobierno británico y ha sido alojado con privilegios en Londres, se considera a sí mismo un opositor sirio y comparte los intereses occidentales de derrocar al gobierno de Bashar al-Assad. Tan sólo considerar este hecho es suficiente para comprender que la información que entrega este sujeto se basa mayoritariamente en información proveída por los llamados "rebeldes sirios", quienes esencialmente son terroristas con maquillaje.

La Red Siria para los Derechos Humanos (SNHR, por sus siglas en inglés), es otra organización que alega ser "la principal fuente de información estadística para la ONU" y también es dirigida por un hombre (Fadel Abdul Ghani) que reside en Londres y tiene lazos con el Consejo Nacional de Resistencia de Irán (uno de los nombres del grupo terrorista MEK, Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán), que, en sus propias palabras, está más preocupado por derrocar a al-Assad que por las atrocidades de los terroristas del Estado Islámico.

De los Cascos Blancos, sobre quienes ya hemos hablado en incontables ocasiones, cabe mencionar adicionalmente que la actriz y documentalista boliviana, Carla Ortiz, quien ha estado realizando algunos reportajes desde Siria, entrevistó a ex miembros de esta organización, quienes afirmaron que ellos mismos ponían civiles en jaulas en los techos o cerca de ciertos "hospitales y escuelas" con el fin de disuadir a los rusos y las fuerzas pro-gubernamentales de atacar puesto que estas fuerzas no bombardean cuando hay riesgo de que mueran civiles. También sabemos que estos terroristas disfrazados de socorristas ocupan estos hospitales y escuelas que luego bombardean y reportan como si se tratara de ataques realizados por el ejército sirio o la fuerza aérea rusa.


(Video en inglés)


Bellingcat es conocida por hacer reportes dudosos basados en materiales que se han demostrado como falsos, manipulados, e incluso basados en documentos falsificados. Curiosamente, esta agencia también es dirigida por un hombre que reside en el Reino Unido (¿dónde más?). El periodista Graham Phillips ha escrito lo siguiente acerca de él:
"... Mientras trabajaba en el sitio de la guerra de Donbass, Eliot Higgins, de Bellingcat, era el hombre que estaba sentado en un sofá tomando y manipulando videos de YouTube (incluyendo los míos) de Donbass, el MH17, Siria, y usándolos para diseminar información engañosa y mentiras al mundo".
Resulta ser que este jugador de videojuegos que ni siquiera sabe muy bien qué es lo que ha estudiado en la universidad, es un acérrimo antirruso apoyado por el brazo propagandístico de la OTAN, el think-tank Atlantic Council, que se dedica a aportar lo necesario para respaldar la narrativa occidental con respecto a los conflictos bélicos del mundo. También es conocido por responder al criticismo acerca de sus reportes dudosos diciendo que "le chupen las pelotas". ¡¡¡Encantador...!!!

Otra fuente que se cita en varios de estos reportes, incluyendo a Airwars, es el Centro de Documentación de Violaciones, uno que sí opera desde Siria, pero es opositor al gobierno de al-Assad y suele operar en conjunto con la SNHR amiga de terroristas, mencionada anteriormente. Resulta ser que esta organización es financiada por George Soros, quien está implicado en promover el cambio de régimen en varios lugares del mundo a través de sus oenegés.

¿Por qué reportan? ¿Qué ganan?

Desde su intervención en Siria, Rusia ha mostrado lo que significa realmente luchar contra el terrorismo, ha ayudado a Assad a liberar a su pueblo del asedio terrorista, ha propiciado un "Eje de Resistencia" en Oriente Medio que llevó a que Siria, Irán, Irak y el Líbano estrechen sus relaciones y comiencen a cooperar. Esto sin duda ha creado un efecto en Afganistán y Pakistán, donde también empezamos a ver movimientos interesantes que parecen cuestionar la injerencia estadounidense. En síntesis, ha cambiado las reglas del "juego" geopolítico en Medio Oriente y el mundo entero de una manera sumamente astuta. También se podría pensar que este resultado no fue 100% planificado, sino que en algún punto ha sido la consecuencia natural de la emergencia de nuevas potencias y una distribución más armónica del poder global entre las mismas.
Putin Assad huge photo
Bashar al-Assad agradece a Putin por 'salvar nuestro país'.
En definitiva, demonizar a Rusia parece ser la estrategia desarrollada a través de múltiples frentes por parte la las fuerzas actuales hegemónicas globales, quienes se resisten compartir su lugar de privilegio con otros (ni hablar de cederlo) y a aceptar un nuevo orden global que no los tenga como dioses supremos e incuestionables. Como bien lo expuso recientemente el editor de Sott.net Niall Bradley:
Rusia sigue "frustrando" la estrategia de acusar al objetivo (Siria) del uso de armas de destrucción masiva, lo que tiene el doble efecto de socavar los dictados de Occidente en el extranjero y sembrar la duda a nivel nacional respecto a su "misión civilizadora"; erosionando así la fe pública en las instituciones occidentales y "nuestro modo de vida". Es por eso que se debe implicar a Rusia en el uso de dichas armas de destrucción masiva para "volver a infundir la fe en el crédito de las instituciones occidentales". Y si persisten las dudas sobre la culpabilidad occidental de manipular a los terroristas para perpetrar atentados químicos, al menos se habrá impedido que Rusia se apodere del terreno moral superior.
En cuanto a Siria específicamente, Rusia decidió la semana pasada enviar los S-300 a Siria y adoptar otras medidas luego del derribo del avión Il-20 a causa de una "negligencia deliberada" de Israel. A raíz de este evento, parece que las posibilidades de paz en la región podrían aumentar dado que podrían reducirse las opciones de interferencia por parte de Israel (quien por cierto ha admitido haber atacado indiscriminadamente Siria más de 200 veces en lo que va del año) y la coalición occidental, quien ha estado buscando fabricar cualquier pretexto para justificar otro bombardeo en Siria.

Hace dos semanas, cuando aún era inminente la batalla de Idlib, la ONU lanzó un reporte basado en información de organizaciones asociadas a grupos terroristas, como la SNHR, la SAMS y los Cascos Blancos, alegando que las fuerzas pro-gubernamentales, incluidas las fuerzas rusas, cometían crímenes de guerra en Siria. Ahora que Rusia supo cómo solucionar las dificultades en torno a Turquía con respecto a la liberación de Idlib y puso a su favor la tragedia del Il-20, las fuerzas que buscan promover la guerra en Siria y que desesperan ante cualquier posibilidad de paz, seguirán intentando crear una excusa de intervención, o al menos, meternos en la cabeza que Rusia es malvada y sus acciones son reprochables. Es precisamente por eso que los reportes de organizaciones serviciales como estas les vienen como anillo al dedo.

Conclusión


Si bien es cierto que Rusia también podría no estar siendo completamente honesta con respecto al número de muertes civiles ocasionadas por sus operaciones, cuando uno se adentra a conocer la realidad de Siria y cómo se ha desarrollado el conflicto a lo largo de los años, no puede dejar de ver que el tipo de intervención que está haciendo Rusia es, en última instancia, positivo para el país, y que los sirios mismos se lo agradecen. La sensación general del país sería completamente diferente si estuvieran percibiendo que estas fuerzas los están asesinando de a miles, pero una y otra vez, vemos a la gente celebrando las victorias del ejército sirio con ayuda de Rusia.

(Video en inglés)


Danny Armstrong: Los aficionados sirios del fútbol de Damasco dicen que la grave situación en la nación desgarrada por la guerra está "mejorando en la capital gracias a la participación rusa y a los políticos rusos", en las afueras del Estadio Fisht de Sochi anoche.
En el caso de estas ONG que reportan datos falsos, sin embargo, lo que vemos es una intención perversa impulsada por ambiciones egoístas que no tienen nada que ver con el bienestar del pueblo sirio y el desenlace de esta guerra de 7 años de duración. Lo que logran con la desinformación es promover la guerra, por lo que pueden muy bien ser calificados como propagandistas que otorgan el casus belli para quienes no quieren la paz.

Lamentablemente toda esta esta propaganda logra moldear la opinión pública de manera efectiva debido a que la buena información pasa desapercibida perdida entre la maraña de noticias irrelevantes, e inaccesible gracias a la pereza de aquellos que se informan sólo leyendo titulares. Para la mayoría de la gente, la guerra en Siria es algo lejano y estas cifras de personas no significan mucho, pero el impacto que tiene la demonización de Rusia y la diseminación de las mentiras en el mundo, sin que lo notemos puede acercarnos lentamente a todos a circunstancias trágicas que no querríamos repetir.
En la actualidad, todavía podemos hablar de Rusia y de Vladimir Putin en términos algo matizados, intercambiar opiniones opuestas y estar en desacuerdo. Una "guerra caliente" con Rusia sigue siendo impensable para la mayoría de la gente. Sin embargo, para mí no es difícil imaginar que una provocación, un incidente de falsa bandera atribuido de forma creíble a Rusia, pueda cambiar todo eso drásticamente. Nuestras sociedades podrían polarizarse de repente y la psique colectiva podría pasar pensar en blanco y negro, en términos de "nosotros contra ellos"... Nadie debería pensar que esto es imposible: ya han estallado dos guerras mundiales en el continente europeo y deberíamos tomarnos en serio las lecciones del pasado para no caer dormidos en la tercera.

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