Traducido por el equipo de SOTT.net en español

El programa convierte a tus vecinos en agentes del estado de vigilancia.
surveillance china
Una de las redes de vigilancia más grandes y omnipresentes de China comenzó en un pequeño condado a unas siete horas al norte de Shanghái.

En 2013, el gobierno local del condado de Pingyi comenzó a instalar decenas de miles de cámaras de seguridad en las zonas urbanas y rurales: más de 28.500 en total en 2016. Incluso los pueblos más pequeños tenían al menos seis cámaras de seguridad instaladas, según los medios de comunicación estatales.

Esas cámaras no sólo estaban supervisadas por la policía y los algoritmos de reconocimiento facial automatizados. A través de cajas de televisión especiales instaladas en sus hogares, los residentes locales podían ver las imágenes de seguridad en directo y pulsar un botón para llamar a la policía si veían algo raro. Las imágenes de seguridad también podían verse en los teléfonos inteligentes.

En 2015, el gobierno chino anunció la puesta en marcha de un programa similar en toda China, con especial atención a las ciudades remotas y rurales. Se denominó "Proyecto Xueliang", u Ojos Afilados, en referencia a una cita del antiguo líder revolucionario de la China comunista, Mao Zedong, que escribió en una ocasión que "el pueblo tiene ojos afilados" cuando vigilaba a los vecinos que no cumplían con los valores comunistas.

Ojos Afilados es uno de los varios proyectos solapados y entrecruzados de vigilancia tecnológica construido por el gobierno chino en las últimas dos décadas. Proyectos como el Escudo de Oro, Ciudades Seguras, SkyNet, Ciudades Inteligentes y, ahora, Ojos Afilados hacen que haya más de 200 millones de cámaras de seguridad públicas y privadas instaladas en toda China.

Cada cinco años, el gobierno chino publica un plan en el que se indica lo que pretende conseguir en la siguiente media década. El plan quinquenal de China de 2016 estableció el objetivo de que Ojos Afilados lograra una cobertura del 100% de los espacios públicos de China en 2020. Aunque los informes disponibles públicamente no indican si el programa ha alcanzado ese objetivo, sugieren que el país se ha acercado mucho.

Según Dahlia Peterson, analista de investigación del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de la Universidad de Georgetown, el moderno plan de monitoreo de China comenzó en 2003 con la creación del Proyecto Escudo Dorado.

El Proyecto Escudo de Oro, dirigido por el Ministerio de Seguridad Pública (MPS), es, en parte, responsable de la estricta censura de internet en el país. Pero el programa también incluía el monitoreo físico. El MPS creó bases de datos que incluían al 96% de los ciudadanos de China, una de ellas titulada Base de Datos Nacional de Información Básica de la Población. Esa base de datos incluye información sobre el registro de los hogares, llamada "hukou", así como información sobre viajes anteriores y antecedentes penales, según un informe de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá.

También se crearon bases de datos locales de población, según un artículo publicado en el American Journal of Political Science. Estas bases de datos locales permitían crear listas negras que prohibían el uso del transporte público. Se enviaba a la policía si alguien incluido en la lista negra intentaba reservar un billete de autobús, tren o avión.


Tras Escudo de Oro, China lanzó otros dos proyectos de vigilancia centrados en la instalación de cámaras. Ciudades Seguras, lanzado en 2003, se centró en la alerta de desastres, la gestión del tráfico y la seguridad pública. SkyNet se centró en la instalación de cámaras conectadas a algoritmos de reconocimiento facial.

"Los medios de comunicación estatales chinos han afirmado que Skynet puede escanear a toda la población china en un segundo con una precisión del 99,8%, pero estas afirmaciones ignoran las evidentes limitaciones técnicas", escribió Peterson.

Los observadores deben tomar estas cifras con cierta cautela: No es fácil obtener información precisa y actualizada sobre las iniciativas de vigilancia de China, y lo que se conoce públicamente procede principalmente de académicos y periodistas con cierto acceso a funcionarios del gobierno o a fabricantes de equipos de monitoreo. Tampoco está claro qué cámaras son vistas exclusivamente por los gobiernos de los pueblos, ciudades y provincias, y cuáles alimentan los datos para el gobierno central.

Al igual que Escudo Dorado, el programa SkyNet sigue existiendo hoy en día, y se beneficia desde hace 16 años de la investigación en Inteligencia Artificial, así como del auge de la industria tecnológica. Según el New York Times, los datos de SkyNet se utilizan en complejos de edificios que utilizan el reconocimiento facial para abrir las puertas de seguridad. Las fotos de esas puertas de seguridad se comparten con la policía local para crear una base de datos de la población local.

Sin embargo, estos sistemas de vigilancia se dirigen principalmente a las ciudades, donde la financiación y la densidad de población facilitan el monitoreo centralizado. Ojos Afilados, que se centra en las zonas rurales, pretende descargar de trabajo a los departamentos de policía, potencialmente faltos de personal.

Por ejemplo, un artículo escrito por los medios de comunicación estatales chinos sobre la implantación de Ojos Afilados en Pingyi señala que el condado tiene una población de un millón de personas y sólo unos 300 agentes de policía.

Lo que el programa Ojos Afilados comunica a la policía no sólo se limita a la delincuencia. Un residente de Pingyi, en un artículo de los medios de comunicación estatales, habló de la denuncia de una tapa de alcantarilla rota, mientras que otro mencionó que había sospechado de un esquema de marketing multinivel que se estaba llevando a cabo en un edificio cercano. La organización de MLM fue denunciada a la policía, que supuestamente la disolvió con advertencias y multas.

Según Peterson, el proyecto Ojos Afilados se aplica de forma diferente según las necesidades de cada ciudad o pueblo, pero la premisa general es la misma: la ciudad o pueblo se divide en una cuadrícula, y cada cuadrado de la cuadrícula actúa como su propia unidad administrativa. Los ciudadanos ven las imágenes de seguridad desde su cuadrícula, lo que les da un sentido de propiedad sobre su entorno inmediato. Los datos municipales pueden entonces agregarse a partir de los informes de cada plaza de la cuadrícula.

Las ciudades también pueden añadir nuevas tecnologías a su discreción. Aunque el sistema se basa principalmente en el reconocimiento facial y en los circuitos cerrados de televisión locales, la ciudad de Harbin, por ejemplo, publicó un anuncio en el que buscaba tecnología policial predictiva para barrer los datos de las transacciones bancarias de una persona, su historial de localización y sus conexiones sociales, así como para determinar si era un terrorista o un violento.

Gran parte de la financiación de estos diversos sistemas de vigilancia procede del gobierno central, pero los municipios y ciudades regionales también pagan la factura de las redes locales de cámaras. En ocasiones, el gasto en vigilancia de las comarcas supera con creces a otros servicios municipales. Un análisis de más de 76.000 avisos de contratación pública realizado por ChinaFile mostró que el gasto en vigilancia se ha convertido en una parte importante de los presupuestos de muchas ciudades. En 2018, los contratos de la ciudad de Zhoukou mostraron que los funcionarios gastaron tanto en vigilancia como en educación, y gastaron más del doble de dinero en vigilancia que en programas de protección ambiental.

En algunos casos, los ciudadanos chinos incluso financian en masa estas medidas de vigilancia. En la provincia de Shandong, los residentes de la pequeña ciudad de Linyi recaudaron 13 millones de yuanes, o 2 millones de dólares, para contribuir a la cobertura total de las cámaras de videovigilancia.


Comentario: Buena idea, hacer que el pueblo tome parte activa en su propio cautiverio.


Esta demanda de tecnología de vigilancia en todo el país ha creado una fiebre del oro para las empresas que desarrollan y venden tecnología de monitoreo. Muchas de las empresas que venden hardware de cámaras y software de gestión de vídeo, especialmente para la transmisión local de imágenes de Ojos Afilados, no son muy conocidas fuera de China.

En una lista traducida por Peterson del CSET, algunas de las principales empresas que suministran esta tecnología son los fabricantes de cámaras de vigilancia VisionVera y UniView, así como la empresa de datos masivos Neusoft. En su sitio web, Neusoft destaca específicamente que gestiona una base de datos sobre una población de 1.300 millones de personas, e integra datos de más de 20 sectores gubernamentales, además de analizar decenas de millones de vídeos sociales.

Empresas chinas conocidas internacionalmente, como Sensetime, Megvii, Hikvision y Dahua, están mucho más presentes en conversaciones sobre la persecución de las minorías étnicas. Todas estas empresas han sido sancionadas por el gobierno de Estados Unidos por su implicación en los abusos de los derechos humanos en Xinjiang, donde el gobierno chino ha sido acusado de cometer un genocidio contra la minoría étnica uigur del país. Los informes de los campos de internamiento de Xinjiang son espeluznantes, con casos documentados de violación, esterilización o trabajos forzados.


El sistema de reconocimiento facial presentado en la región de Shawan de Xinjiang para detectar a las minorías religiosas fue desarrollado por Megvii, que niega su participación en el programa. Sin embargo, ChinaFile encontró contratos e informes de los medios de comunicación estatales que sugieren gran parte.

Un informe reciente del LA Times y del organismo de control de la industria de la vigilancia IPVM asimismo mostró que Dahua también había desarrollado el reconocimiento facial para detectar específicamente a los uigures, una minoría étnica china ampliamente perseguida en la provincia china de Xinjiang. Un informe separado de IPVM mostró cómo Huawei y Megvii cooperaron en el desarrollo de un sistema de detección de uigures en 2018.

El próximo plan quinquenal de China, que abarca de 2021 a 2025, hace especial hincapié en dar gobernanza social a los municipios locales a través del sistema de red, así como en construir aún más proyectos de seguridad, para "fortalecer la construcción del sistema de prevención y control de la seguridad pública.

Esto significa que el futuro del aparato de vigilancia de China probablemente se parezca mucho a Ojos Afilados: más poder y control social otorgados a los gobiernos locales, para que los vecinos vigilen a los vecinos.

El gobierno también enfatizó la persecución de quienes mantiene como hostiles y separatistas.

"También vigilaremos de cerca y reprimiremos la infiltración, el sabotaje, la subversión y las actividades separatistas de las fuerzas hostiles", dice el plan.