Con el objetivo de fortalecer a las tropas ucranianas, la Administración de Joe Biden solicitó al Congreso de Estados Unidos una ayuda económica extra para el Gobierno de Volodímir Zelenski.
Joe biden
© AFP 2022 / Mandel Ngan
Aunque hace tres meses el Senado ya había aprobado el envío de 40.000 millones de dólares en ayuda humanitaria y financiera a Ucrania, Washington insiste en respaldar a Kiev en el conflicto que mantiene con Rusia desde el 24 de febrero pasado.

Esta vez, el presidente Biden pidió una ayuda a largo plazo, contemplada para ser entregada el primer trimestre de 2023.

En un contexto de inflación en niveles récord y de una profunda polarización y crisis política interna, el Gobierno de Estados Unidos se adentra todavía más en las tensiones que ocurren en Europa del Este, las cuales han provocado un alza en los precios de los energéticos y han disparado todavía más las presiones inflacionarias a nivel mundial.

La cantidad que pidió la Casa Blanca en esta ocasión fue de 11.700 millones de dólares, apenas dos semanas después de que el Pentágono anunciara que destinaría apoyo militar a Kiev con un valor de 755 millones de dólares.
"El presidente Biden ha dejado claro que Estados Unidos está comprometido con seguir ayudando a la población de Ucrania en la defensa de su soberanía. Para cumplir ese compromiso, solicitamos 11.700 millones para asistencia económica y de seguridad para el primer trimestre del año fiscal 2023", asegura la Casa Blanca en un comunicado.

La ayuda militar y financiera a Ucrania no ha parado desde hace seis meses. En mayo pasado, el Senado de Estados Unidos aprobó 40.000 millones de dólares. Previamente, en marzo, había sido aprobado otro paquete de apoyo por 13.600 millones.

Si se suman esas cantidades con el paquete de los 11.700 millones de dólares que está próximo a avalarse, se obtiene un resultado final de 65.300 millones de dólares, una cantidad casi tres veces mayor a la que piensa pedir la propia Casa Blanca (22.400 millones de dólares) para desarrollar tratamientos contra el COVID-19 y prevenir las afectaciones de una posible nueva variante del virus, según ha admitido Shalanda Young, la jefa de prepuesto de la Administración Biden.

Hace unos días, el diario estadounidense The Wall Street Journal reportó que existe una preocupación entre las altas esferas del ejército norteamericano: que el arsenal enviado a Ucrania agote las reservas de municiones de Estados Unidos.

"En las últimas seis semanas, Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania 16 lanzacohetes, llamados Himars, una gran cantidad de armas, drones, misiles y otros equipos. Mucho de eso, incluidas las municiones, provienen del inventario de Estados Unidos, lo que agota las existencias destinadas a amenazas imprevistas", informó el medio.

La mayoría de los paquetes de seguridad enviados anteriormente a Ucrania se debieron a una decisión presidencial, y las armas y equipos incluidos provinieron de la reserva de defensa nacional de Estados Unidos.