Estados Unidos no dispone de recursos energéticos suficientes para abastecer a los consumidores europeos, por lo que Rusia mantendrá su presencia en el mercado de la región, opina Jim Rogers, uno de los mayores inversionistas del mundo. El experto pronostica una crisis económica internacional aplastante.
Jim rogers
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El creador del índice amplio de futuros sobre materias primas Rogers International Commodity y cofundador del grupo de fondos de cobertura privados Quantum Fund expresó su opinión sobre la cuestión de la seguridad energética. Jim Rogers afirmó que Europa no puede renunciar completamente a la energía rusa, ya que el mercado dicta sus condiciones.
"El mercado se encargará de ello de una forma u otra. Estoy seguro de que la energía rusa acabará llegando a Europa a través del mercado negro o de alguna otra manera. EEUU puede ayudar un poco, pero no es suficiente", subrayó el experto.
El inversor estima que Washington podría ayudar a Europa, a costa de "cierto exceso de oferta". Sin embargo, el gigante volumen de mercado no puede compensarse con los recursos que dispone Estados Unidos.
"Así que solo podemos entregar una pequeña cantidad de la que nos gustaría tener", señaló.
Además, al ser consultado por Sputnik, el inversionista advirtió de los importantes retos económicos a los que se enfrentará el mundo en los próximos dos o tres años tras un breve periodo de recuperación.
"Se producirá un periodo de bonanza, algo hará que vuelva el optimismo. Después deberíamos estar extremadamente preocupados porque vamos a tener problemas económicos de nuevo en algún momento de los próximos dos o tres años y probablemente serán los peores en mi vida, ya que hay mucha deuda. Se ha acumulado mucha deuda en todo el mundo desde 2009. Así que la próxima vez que tengamos un problema, va a ser muy, muy malo", avisó Rogers.

Occidente ha intensificado la presión sancionadora sobre Rusia a causa de Ucrania y ya ha impuesto ocho paquetes de sanciones, que incluyen medidas restrictivas económicas tanto personales como sectoriales, lo que llevó a que los precios de la electricidad, el combustible y los alimentos han subido en Europa y Estados Unidos.

Al mismo tiempo, se prevé que el crecimiento mundial se ralentice del 6% en 2021 al 3,2% en 2022 y al 2,7% en 2023, afirman desde el Fondo Monetario Internacional. Además, el FMI reporta el perfil de crecimiento más débil desde 2001, exceptuando la crisis financiera de 2007-2008 y la fase aguda de la pandemia de COVID-19.