Traducido por el equipo de SOTT.net

El culto mundial al clima se prepara para dar el pistoletazo de salida a su guerra contra los alimentos con la firma por 13 países (muchos de ellos grandes productores de ganado y alimentos, encabezados por Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile y España) de un compromiso para someter a los agricultores a nuevas restricciones destinadas a reducir las emisiones de gas metano.
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El Global Methane Hub (Centro Mundial del Metano) anunció en un comunicado de prensa del 17 de mayo que los ministros de agricultura y medio ambiente y los embajadores de 13 países, incluido Estados Unidos, han firmado un compromiso que contempla reducir las emisiones de metano en agricultura. EEUU estuvo representado por el zar del clima de Biden, John Kerry.

¿Qué significa esto y por qué debería importaros? Os lo explicamos.

Según el comunicado de prensa emitido por estas naciones y publicado en Global Methane Hub:
"El mes pasado (en abril de 2023), el Global Methane Hub colaboró con los Ministerios de Agricultura de Chile y España para convocar la primera reunión ministerial mundial sobre prácticas agrícolas para reducir las emisiones de metano. La reunión ministerial congregó a miembros gubernamentales de alto rango para compartir perspectivas globales sobre la reducción de metano y los sistemas alimentarios de bajas emisiones. La reunión dio lugar a una declaración en la que las naciones se comprometían a apoyar los esfuerzos para mejorar la calidad y cantidad de la financiación de las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático en los sectores agrícola y alimentario, así como el acceso a la misma, y a colaborar en los esfuerzos dirigidos a reducir las emisiones de metano en la agricultura y los sistemas alimentarios".
Entre los participantes en la conferencia figuran la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Coalición Clima y Aire Limpio, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, el Banco Mundial, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos y el Banco Interamericano de Desarrollo.

El Banco Mundial, otra creación del orden liberal basado en normas posterior a la Segunda Guerra Mundial y dirigido por EEUU, ha estado hablando mucho últimamente, junto con la ONU, sobre una hambruna que se avecina. El Banco Mundial publicó un libro blanco la semana pasada, el 22 de mayo, titulado Seguridad alimentaria al día: Respuesta del Banco Mundial al aumento de la inseguridad alimentaria.

Desde septiembre del año pasado, el director del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas también ha venido lanzando advertencias funestas sobre la inminencia de una hambruna mundial.

Así que me resulta curioso que, en el mismo momento en que los globalistas están advirtiendo sobre escasez de alimentos y hambruna, sus portavoces en el Banco Mundial, la ONU, y dentro de las administraciones de EEUU y sus aliados (obsérvese que China y Rusia no se encuentran en ninguna parte en estas absurdas políticas antialimentarias), están hablando de la conversión a una nueva y no probada forma de agricultura "sostenible" que se centra más en la reducción de metano que en la producción de los mayores rendimientos de alimentos.

La producción moderna de alimentos es mala, nos dicen, porque produce metano, que supuestamente daña el medio ambiente.

"Los sistemas alimentarios son responsables del 60% de las emisiones de metano", ha declarado Marcelo Mena, Director General de Global Methane Hub. "Felicitamos a los países dispuestos a tomar la iniciativa en la mitigación de metano de los sistemas alimentarios y confirmamos nuestro compromiso de apoyar este tipo de iniciativas con programas que exploren tecnologías prometedoras de mitigación de metano e investigación de apoyo de mecanismos de mitigación del metano para crear nuevas tecnologías".

John Kerry también está muy entusiasmado con la idea de desconectar valiosas y productivas tierras de cultivo, reducir el tamaño de los rebaños de ganado y entregar nuestros sistemas de producción de alimentos a tecnócratas y globalistas que ofrecen vagas promesas de "nuevas tecnologías".

Según la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU, este país está ocupado tratando de mitigar las emisiones de metano no sólo en América sino en todo el mundo, declarando en su página web: "Estados Unidos proporciona liderazgo clave, financiación y experiencia técnica para los esfuerzos internacionales de reducción de emisiones de metano, lo que resulta en más de 1.140 proyectos de mitigación de metano a través de GMI a partir de 2021". Véase el mapa de la actividad de mitigación de metano de la EPA debajo:
map of EPA methane mitigation activity
En un solo ejemplo, la administración Biden planea gastar 1,5 millones de dólares de los contribuyentes en un programa destinado a "empoderar" a las mujeres activistas contra el cambio climático en la sociedad "patriarcal" del norte de Kenia, según muestran los documentos revisados por el Washington Free Beacon.

John Kerry afirmó en un comunicado: "Mitigar el metano es la forma más rápida de reducir el calentamiento a corto plazo. La alimentación y la agricultura pueden contribuir a un futuro bajo en metano mejorando la productividad y la resiliencia de los agricultores. Damos la bienvenida a los ministros de agricultura que participan en la puesta en marcha del Global Methane Pledge (Compromiso Global del Metano)".

El comunicado de prensa del 17 de mayo afirma además que "el centro de atención de la conferencia fue el despliegue de prácticas basadas en la ciencia, innovación y tecnologías acordes a la producción sostenible de alimentos...".

Los países firmantes de este compromiso para transformar sus políticas agrarias son EEUU, Argentina, Australia, Brasil, Burkina Faso, Chile, República Checa, Ecuador, Alemania, Panamá, Perú y España.

El gobierno de España organizará una segunda conferencia en 2024 para supervisar y avanzar en los esfuerzos de implementación relacionados con la declaración y animar a más países a unirse, según el comunicado de prensa del 14 de mayo.

Para salvar al planeta de las emisiones procedentes de los pedos de las vacas, afirman que es necesario obligar a los agricultores a cambiar su forma de cultivar, reconvirtiendo sus tierras y ganados a métodos más "innovadores" y "prácticas basadas en la ciencia". Estos métodos tendrán que aplicarse no sólo en granjas, sino en todos los "sistemas alimentarios".

Nunca dicen cuáles son estos cambios "innovadores", sólo que se basarán en "nuevas tecnologías" y "con base científica".

Podemos suponer por este lenguaje que entre las prácticas que se barajan está la sustitución de una parte importante de las existencias del ganado vacuno y lechero, cerdo y pollo de las que depende la población para obtener proteínas de larvas de insectos, gusanos de la harina, grillos, etc. La ONU, el Foro Económico Mundial y otras ONG llevan años promoviendo dietas sin carne y el consumo de proteínas de insectos, y multimillonarios han invertido en enormes fábricas de insectos en construcción en el estado de Illinois, Canadá y Países Bajos, donde gusanos de la harina, grillos y otros bichos serán procesados como aditivos que se insertarán en el suministro de alimentos, a menudo sin etiquetas claras que informen a la gente de lo que están comiendo exactamente. Bill Gates también se está asociando con otros multimillonarios para invertir en la producción de carne cultivada en laboratorio, un proceso que implica el uso de células cancerosas de vacas, pollos y cerdos para cultivar rápidamente carne artificial.

Los agricultores se verán cada vez más obligados a abandonar sus tierras, como ya está ocurriendo en los Países Bajos, que es el segundo exportador neto de alimentos del mundo después de Estados Unidos.

Todo esto se sumará a la próxima hambruna de un tamaño del que nunca ha sido testigo la actual generación de habitantes de la Tierra. Todo está diseñado. Globalistas como Dennis Meadows, el autor del libro de 1972 avalado por el Club de Roma Los Límites del Crecimiento, nos informó de los planes de los globalistas para despoblar drásticamente la tierra. Sus comentarios en el vídeo a continuación se hicieron creo que en 2017.


Traducción del tuit: "Podemos tener 1.000 millones de personas en libertad, o 9.000 millones de esclavos. Estamos en más de 7 mil millones en este momento, por lo que debemos reducirlo a 1 mil millones. Espero que la matanza sea pacífica, lenta e igualitaria entre ricos y pobres". -Dennis Meadows (autor de Los límites del crecimiento) Club de Roma

Comentario: Así que matar a miles de millones de personas de una manera que no perturbe la delicada sensibilidad de este psicópata globalista neodarwinista y neomalthusiano, en otras palabras.


También he informado ampliamente sobre la previsión de Deagel, que pronosticó una reducción de casi el 70% de la población de Estados Unidos para 2025, con descensos de población igualmente drásticos para el Reino Unido, Alemania, Canadá, Australia y otros países alineados con la OTAN.

No hay forma más eficaz de despoblar que la guerra, el hambre y las plagas. ¿No es interesante que estos tres métodos de asesinato probados en el tiempo estén en juego ahora mismo?

La guerra contra los alimentos es muy similar a lo que está sucediendo en el sector de la energía, donde los gobiernos están en connivencia con grandes empresas para transformar todo el transporte de gas a energía eléctrica, lo que significa que muchas menos personas podrán permitirse coches eléctricos, e incluso si pueden permitírselos, el uso de esos coches será mucho más estrechamente vigilado y controlado debido a la necesidad de estaciones de carga que dependen de una red eléctrica ya sobrecargada. Si no puedes cargar tu coche cuando quieres, sino sólo cuando te lo permiten, habrás entregado tu libertad de movimiento a los reguladores de esas estaciones de carga.

En la industria alimentaria, la gran agricultura también se confabulará con los gobiernos del mundo para producir mucha menos carne de vacuno, pollo y cerdo, sustituyendo esa proteína por insectos y carne falsa cultivada en laboratorio, cuyos efectos sobre la salud se desconocen en gran medida.

Estos cambios ya se han puesto de manifiesto en los Países Bajos, donde el gobierno ha generado una intensa polémica al lanzar un plan para reducir la cabaña ganadera hasta en un 50% y reducir el uso de fertilizantes nitrogenados en un 30%. Por mucho que hablen de "innovación" y "nuevas tecnologías", no se pueden reducir los rebaños y reducir el uso de fertilizantes y luego afirmar que las explotaciones serán "más productivas". Eso es mentira. Todas sus "innovaciones" se traducirán directamente en menos alimentos sobre la mesa en todo el mundo.

Preparaos ahora para la hambruna. Abastecer la despensa es una solución fácil a corto plazo. También debemos pensar a largo plazo. Si nunca habéis cultivado un huerto o criado pollos, es algo en lo que deberíais pensar para mejorar vuestras habilidades. Quizá hayáis cultivado un huerto durante varios años y tengáis algo de experiencia, y podáis compartirla con un vecino que haya criado gallinas pero tenga poca o ninguna experiencia en jardinería. Trabajar en red y cooperar con la gente que nos rodea será la clave de la supervivencia cuando se intensifique esta hambruna mundial.

Puede que la hambruna real nunca llegue a los países más ricos como Estados Unidos. Puede que los alimentos sigan en los estantes, pero puedo garantizar que los precios seguirán subiendo, sustancialmente, en productos básicos como la harina, el pan, los huevos, la carne y los lácteos.

Rezad por lo mejor mientras os preparáis para lo peor. Porque sabemos que el plan de los globalistas es reducir la población mundial de 7.500 millones a 1.000 o 2.000 millones. Dennis Meadows sacó el conejo de la chistera y es un globalista con información privilegiada en el Club de Roma, cuyo compromiso en este tema se remonta a principios de 1970.

Manteneos fuertes. Permaneced pacíficos. Nunca obedezcáis. Nunca os sometáis a una ley inconstitucional o antibíblica. Los tiranos sólo tienen poder sobre aquellos que aceptan ser gobernados por ellos.
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