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El huracán Francine se intensificó rápidamente hasta convertirse en un huracán de categoría 2 con vientos sostenidos de 155 km/h. Al tocar tierra en el sur de Luisiana, las lluvias torrenciales y las graves inundaciones causaron daños generalizados, sumergiendo viviendas e infraestructuras y provocando daños por valor de 1.500 millones de dólares. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales.
La tormenta Boris alcanzó vientos de 120 km/h y precipitaciones de hasta 360 mm en algunas zonas de Europa Central y Oriental, provocando el desbordamiento de los ríos Elba y Danubio, que sumergieron comunidades enteras, derrumbaron puentes, dañaron viviendas y arrastraron automóviles. Las inundaciones causaron al menos 19 muertos y cuantiosas pérdidas económicas, convirtiéndose en una de las peores inundaciones de la región en décadas.
El huracán John tocó tierra en el suroeste de México como un poderoso huracán de categoría 3, con vientos sostenidos de 120 mph (195 km/h). Hasta 500 mm de lluvia causaron graves inundaciones y una devastación generalizada, sumergiendo viviendas e infraestructuras. La tormenta causó al menos 22 muertos y afectó a unas 730.000 familias. El impacto en las infraestructuras y el turismo fue significativo, convirtiéndolo en uno de los huracanes más destructivos que han azotado la región en los últimos años, junto con el huracán Ottis, que azotó la misma zona el año pasado.
El tifón Yagi se convirtió en la tormenta más potente y destructiva que ha azotado Asia oriental y sudoriental en los últimos años. La tormenta alcanzó vientos de 260 km/h, y las lluvias torrenciales, inundaciones y fuertes vientos causaron una devastación generalizada, con el resultado de más de 830 muertos, 2.270 heridos y 131 desaparecidos. El impacto de la tormenta fue especialmente grave en Vietnam y Myanmar, donde causó daños importantes y generalizados en infraestructuras y tierras de cultivo, incluidas carreteras, telecomunicaciones y redes eléctricas.
El huracán Helene tocó tierra cerca de Horseshoe Beach, Florida, con vientos sostenidos de 195 km/h y lluvias torrenciales catastróficas en el sureste de Estados Unidos. La marejada ciclónica causó extensas inundaciones costeras, mientras que las fuertes lluvias provocaron inundaciones históricas en el interior, sobre todo en el sur de los Apalaches. Al menos 230 víctimas mortales en Florida, Georgia, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.
La devastación en Carolina del Norte no tiene precedentes, con estimaciones de más de 1.000 muertos y cientos de personas aún desaparecidas. El río Rocky Broad se desbordó, causando importantes escombros y daños en ciudades como Chimney Rock y Lake Lure. Las infraestructuras del estado sufrieron enormes daños y cientos de carreteras quedaron inaccesibles. Las inundaciones fueron tan graves que en algunas zonas el nivel del agua llegó a los tejados de las casas.
Las pérdidas económicas fueron considerables, con daños por valor de miles de millones de dólares y esfuerzos de recuperación a largo plazo. Muchos residentes se quedaron sin electricidad, agua potable ni comunicaciones. Los servicios de emergencia siguen luchando por llegar a las zonas afectadas, mientras que la policía y el ejército no permiten o limitan la ayuda de los estados vecinos y los condados locales.
¿Y la FEMA? Bueno, se han quedado sin dinero para ayudar a las continuas oleadas de extranjeros ilegales, mientras que la administración Biden-Kamala ofreció la gallarda cantidad de 750 dólares por persona en las zonas más afectadas... y bonitos pensamientos y oraciones, ya que necesitan todo el dinero que puedan conseguir para financiar a sus socios criminales en Ucrania e Israel.
Aquí hay un informe más detallado de lo que la gente de Carolina del Norte está soportando en este momento:
¿Hasta qué punto tiene que empeorar la situación para que la gente se dé cuenta de que a los psicópatas del gobierno estadounidense y de la mayoría de los gobiernos occidentales les importa un bledo nuestro bienestar colectivo e incluso nuestras vidas? Hay un montón de ejemplos obvios en este momento.
Si la mayoría de nosotros nos diéramos cuenta de esto e hiciéramos algo al respecto, las cosas cambiarían bastante rápido, pero al menos en este momento parece que la mayoría de nosotros todavía necesitamos un shock más fuerte para despertar y oler el café.
Mientras la patocracia crea más caos ahí fuera, y la mayoría de la gente es incapaz de responder adecuadamente a ello, la naturaleza responde... y las cosas no pintan bien. Pero, bueno, también empiezan a brillar luces aquí y allá, en Carolina del Norte vemos que la gente hace todo lo que puede para ayudarse mutuamente en tiempos difíciles, sin importar lo que diga su gobierno corrupto. Esperemos que esto se convierta en una tendencia.
Todo esto y más en nuestro Resumen SOTT de Cambios Planetarios para septiembre de 2024:
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